Aprende o enseña a ahorrar y gastar con tres alcancías
Cómo sacar mejor provecho al dinero recibido
Recibimos dinero y lo usamos en el pasado, presente y futuro. ¿Sabes en cuál de las épocas le sacamos el mayor provecho?
El que usó el dinero que recibe ahora está en el pasado; si no lo hizo bien estará pagando intereses. Así estamos pagando más por adelantar nuestro futuro, el que hoy es presente. El que no quiere pagar intereses puede usar su ingreso de hoy ahora, o en el futuro.
Es fácil: dividamos en tres lo que recibimos. Lo podemos comparar con tres alcancías, lo cual es, además, una excelente forma de aprender o enseñar a ahorrar:
-Alcancía para gastar: A ella va lo que sobre de las otras dos, sí, es la última a llenar. Usaremos su contenido para el gasto corriente. Nos restringirá a gastar solo lo que tenemos, sin desperdiciar por tenerlo disponible. Este es uno de los grandes pecados financieros, porque en el futuro necesitaremos parte del dinero que hoy recibimos. Y el futuro es tan cercano como el próximo mes. ¿O el refrigerador se daña cuando uno lo programa? Así mismo, el vehículo o una enfermedad pueden requerir de la intervención de nuestro dinero que nos ganamos hoy. Esta alcancía no es un ahorro, es solo un lugar donde poner lo que nos llevará al siguiente cobro.
-Alcancía para comprar: Algunas adquisiciones no se pueden lograr con el ingreso de un solo mes. Si deseamos comprar un refrigerador tendremos que reunir dinero. Ya sé, la puedo comprar en cuotas. Sí, y pagar intereses. Si junto las cuotas por adelantado, podré ahorrarme los intereses y hasta aprovechar ofertas y oportunidades. Esta alcancía sí es un ahorro, el ahorro con un fin determinado, al que llamo: Penahorro.
-Alcancía para ser libre: En esta, que es la primera a alimentar, va una parte de nuestro ingreso. Podemos definirla con un monto o un porcentaje del ingreso. Recomendable entre 10 y 20%. Es el que llamo: Metahorro. Es un ahorro más allá del ahorro. Es el que se encargará de construir nuestro capital. El que nos ayudará a comprar una vivienda. Nos dará la opción de invertir; sí, es que sin capital no se puede invertir. También nos quita preocupaciones financieras de la cabeza. Quien tiene un patrimonio no necesita un fondo de emergencias, porque el que tiene dinero no tiene emergencias financieras.
¿Para enseñar este método a los tuyos? Lo primero es aplicarlo.
—¿Cómo así, Diego Sosa?
Si quieres que tus hijos aprendan tendrás que pregonar con el ejemplo. Enseñar con la palabra no es poderoso, ni siquiera es asertivo… puede ser que no sea ni posible. Primero aplica y luego enseña.