Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

Pasión sin fin

¿Cómo usar, juntas o separadas?

¿En una palabra o en dos? ¿Juntas o separadas?  Les recuerdo que para no equivocarnos es necesario estar atentos a las diferencias de significado y, sobre todo, de función. Hoy les voy a poner tres ejemplos más formados por la combinación de la preposición sin con un sustantivo.

Empecemos por sinsabor, un sustantivo con el que nos referimos a un disgusto o a una pena. Se trata de una palabra compuesta (sin + sabor) que se escribe en una sola palabra: Su nuevo trabajo le trajo muchos sinsabores. En cambio, si la escribimos como una expresión separada, nos estamos refiriendo a algo que carece de sabor: Cocina rápido, pero sin sabor. Muy similar es lo que sucede con el sustantivo sinsentido, que usamos para referirnos a una cosa que encontramos absurda o inexplicable: Hay que buscar solución para el sinsentido del tránsito en Santo Domingo. Sin embargo, si usamos la expresión sin sentido, escrita separada, tendrá una función de adjetivo o adverbio: Comprar ropa sin sentido es perjudicial para el planeta.

La última palabra que les ofrezco como ejemplo es mi preferida; no en vano aparece en una de las frases paródicas más recordadas del Quijote: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Se trata del sustantivo sinrazón, con el que nos referimos a algo que consideramos fuera de lo razonable: La ciudadanía debe luchar contra la sinrazón del feminicidio. No debemos confundirlo con la expresión sin razón, escrita en dos palabras: Lo despidió sin razón.

Si no somos sinvergüenzas ortográficos, la mala ortografía nos trae un sinfín de sinsabores. Es una sinrazón y un sinsentido no remediarlo. Sobre todo cuando solo nos exige un poquito de atención y pasión sin fin por nuestra lengua.

TEMAS -

María José Rincón González, filóloga y lexicógrafa. Apasionada de las palabras, también desde la letra Zeta de la Academia Dominicana de la Lengua.