Conociendo los grupos de alimentos
Además de la división clásica de proteínas, carbohidratos, lípidos o grasas, fibras naturales, etc., los nutricionistas clasifican los alimentos en tres grupos macros, cada uno con funciones específicas en el organismo. El balance de estos grupos determinará la calidad de nuestra alimentación.
Alimentos formadores: son los encargados de la formación, mantenimiento y renovación de tejidos, huesos y órganos del cuerpo. Además, evitan la anemia y la fatiga muscular y mental; ayudan a cicatrizar los tejidos y a mantener la calidad del pelo y las uñas. Entre los alimentos formadores encontramos los lácteos, la carne, pollo, pescado, huevos y leguminosas, como las habichuelas, lentejas, garbanzos, etc.
Alimentos reguladores: son las frutas y las verduras. Su función principal es regular el aparato digestivo: forman parte de la fibra dietaria indispensable y mejoran el tránsito intestinal, impidiendo que sustancias tóxicas, cancerígenas y grasas se depositen en el tracto. Por su alto contenido en vitaminas y minerales, ofrecen resistencia a las enfermedades.
Alimentos energéticos: son los que proporcionan la energía necesaria para el trabajo interno y externo del cuerpo, suministrando el calor necesario para mantener y regular la temperatura corporal. Dentro de este grupo contamos con los cereales (arroz, avena, maíz), tubérculos (papa, yuca) y plátanos. Además de productos procesados, azúcares y grasas. Es el grupo donde con mayor frecuencia se presentan desequilibrios, su utilización indiscriminada conduce a una alimentación mal balanceada.
La avena, un alimento maravilloso
Es una fibra que si se consume con moderación no afecta el peso del organismo
Después de numerosos estudios en los que los voluntarios consumieron avena para el control del colesterol, la FDA (Food and Drug Administration) concluyó que: "consumir avena diariamente como parte de una dieta baja en grasas saturadas y en colesterol, disminuye el riesgo de enfermedades del corazón".
En otros estudios comparativos entre desayunos con avena y cereales comerciales, se concluyó que el desayuno con avena reducía el hambre y el apetito por tres horas; la fibra contenida en la avena disminuye la sensación de vacío en el estómago, logra que la persona se sienta satisfecha por un período más largo y permite un mejor control del apetito en el almuerzo.
El huevo: ¿amigo o enemigo?
n Hemos oído muchas veces que el huevo no es recomendado en ciertos regímenes alimenticios y que su consumo debe limitarse a partir de ciertas edades. Las últimas investigaciones se inclinan a lo contrario.
El consumo de un huevo diario por parte de los adultos aporta a la dieta una proteína de alto valor biológico y de bajo costo. Si se utiliza en preparaciones bajas en grasa, contribuye a aportar pocas calorías y buen valor nutritivo. Es además, una excelente alternativa en adultos mayores con problemas dentales y en pacientes convalecientes es fundamental para la recuperación, siempre y cuando no esté contraindicado por alguna intolerancia específica.
Alimentos formadores: son los encargados de la formación, mantenimiento y renovación de tejidos, huesos y órganos del cuerpo. Además, evitan la anemia y la fatiga muscular y mental; ayudan a cicatrizar los tejidos y a mantener la calidad del pelo y las uñas. Entre los alimentos formadores encontramos los lácteos, la carne, pollo, pescado, huevos y leguminosas, como las habichuelas, lentejas, garbanzos, etc.
Alimentos reguladores: son las frutas y las verduras. Su función principal es regular el aparato digestivo: forman parte de la fibra dietaria indispensable y mejoran el tránsito intestinal, impidiendo que sustancias tóxicas, cancerígenas y grasas se depositen en el tracto. Por su alto contenido en vitaminas y minerales, ofrecen resistencia a las enfermedades.
Alimentos energéticos: son los que proporcionan la energía necesaria para el trabajo interno y externo del cuerpo, suministrando el calor necesario para mantener y regular la temperatura corporal. Dentro de este grupo contamos con los cereales (arroz, avena, maíz), tubérculos (papa, yuca) y plátanos. Además de productos procesados, azúcares y grasas. Es el grupo donde con mayor frecuencia se presentan desequilibrios, su utilización indiscriminada conduce a una alimentación mal balanceada.
La avena, un alimento maravilloso
Es una fibra que si se consume con moderación no afecta el peso del organismo
Después de numerosos estudios en los que los voluntarios consumieron avena para el control del colesterol, la FDA (Food and Drug Administration) concluyó que: "consumir avena diariamente como parte de una dieta baja en grasas saturadas y en colesterol, disminuye el riesgo de enfermedades del corazón".
En otros estudios comparativos entre desayunos con avena y cereales comerciales, se concluyó que el desayuno con avena reducía el hambre y el apetito por tres horas; la fibra contenida en la avena disminuye la sensación de vacío en el estómago, logra que la persona se sienta satisfecha por un período más largo y permite un mejor control del apetito en el almuerzo.
El huevo: ¿amigo o enemigo?
n Hemos oído muchas veces que el huevo no es recomendado en ciertos regímenes alimenticios y que su consumo debe limitarse a partir de ciertas edades. Las últimas investigaciones se inclinan a lo contrario.
El consumo de un huevo diario por parte de los adultos aporta a la dieta una proteína de alto valor biológico y de bajo costo. Si se utiliza en preparaciones bajas en grasa, contribuye a aportar pocas calorías y buen valor nutritivo. Es además, una excelente alternativa en adultos mayores con problemas dentales y en pacientes convalecientes es fundamental para la recuperación, siempre y cuando no esté contraindicado por alguna intolerancia específica.
Diario Libre

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