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Criticarte - La Duda y la intolerancia

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Criticarte - La Duda y la intolerancia
La Duda, debió llamarse La Intolerancia. Porque ésta es la causante de la duda que afecta la vida del padre Ángel, en la obra de John Patrick Shanley, ganadora de un Pulitzer en el 2005.

La puesta en escena de Germana Quintana, en una producción de Exmín Carvajal, y con el decisivo apoyo del Centro Franklin de la Embajada de los Estados Unidos, es como pocas veces un drama aleccionador por la contundencia de sus planteamientos, la dureza de su discurso y la capacidad de generar reflexiones que van desde lo íntimo de la Iglesia católica hasta toda la sociedad.

El tema de la pedofilia es el cascabel que utiliza Shanley para proponernos una reflexión mucho más profunda que tiene que ver con el poder en el seno de la familia y de la comunidad y mucho más, allá con el poder en todos los ámbitos, incluyendo el político.

La intolerancia de la madre Luisa -rol con el cual Lidia Ariza asume uno de los papeles mejor concebidos en la escena dominicana en al menos el último lustro- se convierte en el leit motiv alrededor del cual se mueve Exmín Carvajal en un muy convicente Padre Ángel, (a pesar del trastabilleo en algunos parlamentos y cierta inseguridad con las manos); así como la hermana Julia, en la piel de Patricia Muñoz y Aidita Selman, quizás el personaje más a flor de piel.

Buena escenografía y mejor diseño de luces completan una dramaturgia intensa. Esas lágrimas finales, lo dicen todo.