Cueva de las Maravillas: un templo de la naturaleza
Desde el 2002 ha sido visitada por unas 60 mil personas
SANTO DOMINGO . Si en épocas de los aborígenes hubiesen existido curadores de arte, la Cueva de las Maravillas hubiese sido algo así como el Louvre de Caicimu, la zona este de la isla de Quisqueya.
De hecho, Pedro Mártir de Anglería, amigo de Cristobal Colón, informó al Almirante "Visitan las cavernas en peregrinaciones, como nosotros a Roma y el Vaticano..." , según lo cita Adolfo López Belando en su libro "El arte en la penumbra".
Eliminados los aborígenes apenas a 60 años de la llegada de los españoles, nos queda de ellos el testimonio de un sistema todavía lleno de enigmas a través de sus petroglifos y pinturas rupestres.
A medio camino entre San Pedro de Macorís y La Romana, la Cueva de las Maravillas combina los designios de la naturaleza con la mano del hombre para ofrecer uno de los testimonios más enaltecedores del arte rupestre por estos lares del mundo.
Alexandra Jiménez, administradora de la cueva, dijo a DL que los trabajos de acondicionamiento costaron unos 29 millones de pesos. El proyecto que habilitó el 30 % de la cueva, de los 1,203 metros de longitud, es un modelo en cuanto a habilitación para visitas turísticas cuya ejecución estuvo a cargo del espeleólogo Domingo Abreu y el arquitecto Marcos Barina.
Visitada por unas 60 mil personas, y habitada por unos 5000 murciélagos, en su interior reina una temperatura media de 19 grados centígrados. Los salones de la cueva son iluminados por sensores de luz que se activan al paso de los grupos de visitantes.
[b]La bella y la bestia[/b]
La riqueza mayor de esta cueva son sus petroglifos y pictografías, algunas de las cuales tienen significados ignorados hoy día. Máscaras para espantar los "malos espíritus"representaciones de serpientes, lechuzas, iguanas, murciélagos, hombrecillos.
La bella obra de la naturaleza, antes que fuese acondicionada, fue frecuentemente objeto de actos vandálicos. Los visitantes pueden observar huellas de personas que no fueron precisamente los taínos. Hombres actuales, antes de que fuesen realizadas las obras de acondicionamiento, ya habían dejado en ellas sus mensajes: Freddy, Felo, Rodey, Tatao, Luis Emilio, Fausto, Kate. Sus nombres quedaron grabados como ejemplo de lo que no se debe hacer, según Domingo Abreu.
Dentro de la cueva, en una de sus seis entradas naturales, existe un ascensor que fue colocado sin dañar las rocas. En esa entrada los arqueólogos encontraron esqueletos de una cultura anterior a los taínos, llamada manguaroide, que se supone venían de las Guyanas, eran más fuertes y voluminosos que estos. La forma en que fueron encontrados indica que no tenían respeto por sus muertos, ya que los lanzaban desde arriba.
Los taínos, en cambio, solían cortarle la cabeza a sus muertos, para que el espíritu pudiera salir y ser conducido a la otra vida. Una de las pinturas rupestres en las paredes de la caverna representa esa escena que es conocida como la leyenda de Yayal.
Otras pictografías cuentan de cómo los cacíques, según los guías, enterraban a la esposa favorita viva con él y todas sus pertenencias.
[b]No es para asustarse[/b]
La Cueva de las Maravillas, apenas a 1 kilómetro del Santana Resort Beach, está acondicionada para ser visitada por decenas de personas al día. Todavía se trabaja en el tendido de una gran cerca perimetral de hierro, así como en la carretera de acceso a la instalación. Se construyó un "aeródromo" con una pista de 1,5 metros de largo, "diseñado para aviones pequeños o avionetas y que nunca pasará de ser un aeródromo deportivo", según informó a DL, desde la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, el ingeniero Rafael Sosa, encargado de operaciones de la cueva. Tanto el arquitecto Marcos Barina, como el espeleólogo Domingo Abreu, aseguran que ese proyecto es posterior, pero este no representa nada de peligro para la cueva. "Más dañaría la carretera, que está bastante cerca", expresó Barina.
Para Domingo Abreu, "no tenía sentido relacionar el aeródromo con la cueva y bien pudo construirse por otro lado y más aún no es necesario una pista donde tienes el aeropuerto Las Américas en Santo Domingo, dos aeropuertos en La Romana; no creo que le vaya a ser de mucho servicio a la cueva, pero que le vaya a hacer daño, tampoco. Es una pista para avionetas, pero es un invento de alguien, que en realidad no le hace daño a la cueva".
De hecho, Pedro Mártir de Anglería, amigo de Cristobal Colón, informó al Almirante "Visitan las cavernas en peregrinaciones, como nosotros a Roma y el Vaticano..." , según lo cita Adolfo López Belando en su libro "El arte en la penumbra".
Eliminados los aborígenes apenas a 60 años de la llegada de los españoles, nos queda de ellos el testimonio de un sistema todavía lleno de enigmas a través de sus petroglifos y pinturas rupestres.
A medio camino entre San Pedro de Macorís y La Romana, la Cueva de las Maravillas combina los designios de la naturaleza con la mano del hombre para ofrecer uno de los testimonios más enaltecedores del arte rupestre por estos lares del mundo.
Alexandra Jiménez, administradora de la cueva, dijo a DL que los trabajos de acondicionamiento costaron unos 29 millones de pesos. El proyecto que habilitó el 30 % de la cueva, de los 1,203 metros de longitud, es un modelo en cuanto a habilitación para visitas turísticas cuya ejecución estuvo a cargo del espeleólogo Domingo Abreu y el arquitecto Marcos Barina.
Visitada por unas 60 mil personas, y habitada por unos 5000 murciélagos, en su interior reina una temperatura media de 19 grados centígrados. Los salones de la cueva son iluminados por sensores de luz que se activan al paso de los grupos de visitantes.
[b]La bella y la bestia[/b]
La riqueza mayor de esta cueva son sus petroglifos y pictografías, algunas de las cuales tienen significados ignorados hoy día. Máscaras para espantar los "malos espíritus"representaciones de serpientes, lechuzas, iguanas, murciélagos, hombrecillos.
La bella obra de la naturaleza, antes que fuese acondicionada, fue frecuentemente objeto de actos vandálicos. Los visitantes pueden observar huellas de personas que no fueron precisamente los taínos. Hombres actuales, antes de que fuesen realizadas las obras de acondicionamiento, ya habían dejado en ellas sus mensajes: Freddy, Felo, Rodey, Tatao, Luis Emilio, Fausto, Kate. Sus nombres quedaron grabados como ejemplo de lo que no se debe hacer, según Domingo Abreu.
Dentro de la cueva, en una de sus seis entradas naturales, existe un ascensor que fue colocado sin dañar las rocas. En esa entrada los arqueólogos encontraron esqueletos de una cultura anterior a los taínos, llamada manguaroide, que se supone venían de las Guyanas, eran más fuertes y voluminosos que estos. La forma en que fueron encontrados indica que no tenían respeto por sus muertos, ya que los lanzaban desde arriba.
Los taínos, en cambio, solían cortarle la cabeza a sus muertos, para que el espíritu pudiera salir y ser conducido a la otra vida. Una de las pinturas rupestres en las paredes de la caverna representa esa escena que es conocida como la leyenda de Yayal.
Otras pictografías cuentan de cómo los cacíques, según los guías, enterraban a la esposa favorita viva con él y todas sus pertenencias.
[b]No es para asustarse[/b]
La Cueva de las Maravillas, apenas a 1 kilómetro del Santana Resort Beach, está acondicionada para ser visitada por decenas de personas al día. Todavía se trabaja en el tendido de una gran cerca perimetral de hierro, así como en la carretera de acceso a la instalación. Se construyó un "aeródromo" con una pista de 1,5 metros de largo, "diseñado para aviones pequeños o avionetas y que nunca pasará de ser un aeródromo deportivo", según informó a DL, desde la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, el ingeniero Rafael Sosa, encargado de operaciones de la cueva. Tanto el arquitecto Marcos Barina, como el espeleólogo Domingo Abreu, aseguran que ese proyecto es posterior, pero este no representa nada de peligro para la cueva. "Más dañaría la carretera, que está bastante cerca", expresó Barina.
Para Domingo Abreu, "no tenía sentido relacionar el aeródromo con la cueva y bien pudo construirse por otro lado y más aún no es necesario una pista donde tienes el aeropuerto Las Américas en Santo Domingo, dos aeropuertos en La Romana; no creo que le vaya a ser de mucho servicio a la cueva, pero que le vaya a hacer daño, tampoco. Es una pista para avionetas, pero es un invento de alguien, que en realidad no le hace daño a la cueva".
Alfonso Quiñones



Alfonso Quiñones