“Cada vez hay más teatro físico y cada vez más danza teatralizada”

SANTO DOMINGO. Carmen Werner (España, 1953) es una de las principales figuras invitadas este año a Edanco, el Festival de Danza Contemporánea que, dirigido por Edmundo Poy, arriba a su XIII edición. Coreógrafa y bailarina, dirige la Compañía Provisional Danza de Madrid. A futuro tiene proyectos en Japón, Argentina, Uruguay. Trabajo tiene bastante. Ayer conversó con DL.

—Esta no es la primera vez que llega al festival.

El año pasado estuve bailando yo sola. Mi compañía viene el domingo y bailaremos el martes 26 de septiembre.

—¿Cuál es su propuesta con la compañía?

Una pieza que se llama Una mirada sutil. Que es una pieza de un solo auto, de 50 minutos. Somos cinco bailarines, y en la pieza se narra un asesinato. Se habla de la trama, de la complicidad, de un montón de cosas. Nada de dramatismo, hay bastante sentido del humor. Es interesante que la vena.

—La danza contemporánea es una de las artes donde más se mezclan, se fusionan otras manifestaciones, y ya uno no sabe donde están los límites de una cosa y otra.

¡Ay, eso es genial! A mí me parece una idea muy buena. Porque cada vez hay más teatro físico y cada vez más danza teatralizada. O por lo menos con dramaturgia.

—Eso a partir de determinado momento. Creo que en eso Pina Bausch influyó muchísimo, ¿cierto?

Sí. Hay un antes y un después. Para mí es lo que más ha marcado mi carrera artística. Eso desde luego. Antes de Pïna -fíjate que te estoy hablando de los años 70, imagínate- la danza tenía un sentido absolutamente visual. Y Pina lo tenía, y con una dramaturgia y un contenido muy importantes. Sobre todo en sus primeros años. Luego, a partir de los 90 la trama desapareció y tenía otro tipo de trama.

—¿Ahora parece haber más experimentación?

Sí.

—¿Quiénes son los nombres que más pesan en esa experimentación, llevándola hasta los límites, a las fronteras de la propia danza?

Hay una compañía muy interesante que es belga y se llama Peeping Tom, es un matrimonio que tiene la compañía. Es una maravilla ese trabajo. Usan la trama dramática y me gusta muchísimo.

En cambio hay otra que me encanta también que es Hoffer Shifer, que son israelitas que residen en Londres, que no tienen trama dramática en sí pero su material es bellísimo y su composición también.

También en España hay verdaderos coreógrafos estupendos. Hay mucha gente joven que está saliendo. Aunque ya por ejemplo, te cito Daniel Abreu es un coreógrafo consagrado, también tiene el premio nacional. Cada vez la danza va evolucionando a lo bruto, y además muy bien, me gusta mucho la trama que se está llevando a cabo ahora, tanto la parte abstracta como la parte concreta.

—Un ojo avizor como el suyo podía evaluar por arriba lo que ve aquí en la danza contemporánea.

No. Tengo poca experiencia, el año pasado vi el festival y tampoco completo. Ahora estoy trabajando con la Compañía Nacional que tiene muy buen nivel. No te puedo hablar de generalidades aquí; pero lo que sí es cierto es que el cuerpo de la gente de acá está súper bien dotado para la danza.

Alfonso Quiñones