Carmen Durán Jourdian: “Es necesario hacer una relectura y reescritura de la historia nacional”
A la historiadora se le dedica VII Feria del Libro de Historia, junto a sus colegas Mu Kien Sang Ben y Lusitania Martínez
Emilia Pereyra
La historiadora y académica Carmen Durán recibirá en estos días un buen homenaje a su larga y fructífera trayectoria como investigadora y docente, en el contexto de la celebración de la VII Feria del Libro de Historia, que realizará el Archivo General de la Nación y que también reconocerá los aportes de sus colegas Mu Kien Sang Ben y Lusitania Martínez.
La experimentada autora, quien no suele prodigarse bajo los focos, recibe con alegría este reconocimiento y con este motivo respondió varias preguntas a solicitud de Diario Libre.
En ese contexto, expresó que en el caso dominicano es necesario hacer una relectura y reescritura de la historia nacional y resaltar los aportes del movimiento feminista en sus diferentes etapas, así como la incorporación de la categoría género como herramienta de análisis.
¿Cómo recibió la noticia de que la VII Feria del Libro de Historia se la dedican también a usted, junto a dos destacadas colegas?
Me congratulo de formar parte del universo de las mujeres dominicanas. Recibo con alto sentido de humildad y agradecimiento el reconocimiento que junto a las distinguidas colegas Mu Kien Sang y Lusitania Martínez; de mi parte lo dedico a la memoria de las dominicanas que en el devenir del proceso de formación de la nación han hecho aportes esenciales y a las que hoy en este siglo XXI forjan la patria con su esfuerzo cotidiano.
Este año tiene especial significación dentro de las efemérides que marcan con sus nombres, con sus vidas y con su legado la historia de las mujeres. Me refiero a los doscientos años del nacimiento de Rosa Protomártir Duarte Diez y los sesenta años del asesinato de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal Reyes junto a su compañero de infortunio Rufino de la Cruz.
Esos nombres sirven de ejemplo a tu pregunta sobre el rol desempeñado por la mujer dominicana en la historia. Ellas representan cada etapa del liderazgo de mujeres dominicanas a las que les ha correspondido enfrentar los autoritarismos y despotismos y abrir con sus vidas los surcos de la democracia y de la libertad. Las veo como víctimas de la violencia política e intolerancia y como ejemplos luminosos para todas las dominicanas de todos los tiempos.
Es en el marco de ambas fechas notables que el Archivo General de la Nación honra a todas las dominicanas al dedicarles este año la IV Feria del Libro de Historia, institución modelo que resguarda y preserva la memoria histórica del pueblo dominicano.
A propósito de este evento, ¿se puede referir a papeles han tenido mujeres en la historia dominicana?
La historia dominicana tiene un capítulo obligado, el escrito por las mujeres. Si rastreamos la participación de la mujer dominicana es de rigor situarla desde la sociedad taína hasta nuestros días, para colocar en su justa dimensión sus aportes y participación.
En tanto sujetos sociales históricos, las mujeres hemos construido junto a los hombres la historia social de la humanidad, pero la historia tiene un marcado carácter patriarcal.
Afortunadamente la problemática de la invisibilidad de la mujer ha sido un motivo de preocupación dentro de la historiografía contemporánea. A ello ha contribuido la incorporación de un importante grupo de historiadoras egresadas de la Escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo.
En el caso de nuestra historia es necesario hacer una relectura y reescritura de la historia nacional. Es necesario resaltar los aportes del movimiento feminista en sus diferentes etapas, así como la incorporación de la categoría género como herramienta de análisis.
Como historiadora, ¿le ha resultado complicado avanzar en un área dominada por los hombres?
Para responder a tu pregunta sobre si he confrontado dificultades de cualquier tipo para desarrollar mis ideas y posiciones en el mundo masculino, te diré que desde mis años de adolescencia veía a los hombres como mis compañeros, tanto en la militancia política como en mis relaciones de amistad. Tuve la suerte de abrevar en las fuentes de los clásicos del marxismo y de militar en las ideas de la fraternidad socialista, de ahí vienen mis mejores años y mi actitud frente a la vida.
Ahora bien, entiendo que es necesario contribuir a un cambio de cultura y de paradigmas que permita a los masculinos entender que ese adefesio cultural que supone la superioridad y preeminencia del varón sobre la mujer debe cambiar para construir una sociedad cimentada en el respeto, la equidad y la valoración de las mujeres.
Debemos insistir en que es a través de la educación que se podrá alcanzar una sociedad más justa y humana. Es necesario incorporar una serie de propuestas y estrategias e innovaciones pedagógicas que contribuyan al fomento de una cultura de igualdad y que los sujetos históricos hombre y mujeres se empoderen de la historia como la única ciencia que hacemos los humanos y que somos los protagonistas de su desarrollo y transformación.
Emilia Pereyra
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