Cristina Báez: “Me han puesto como la villana”
La participante del Masterchef RD quedó en el Top 5 de la competencia
Daniela Pujols
En todos los concursos televisados siempre hay quienes se roban el corazón de la audiencia por sus conmovedoras historias y otros son vistos como los ‘Grinch’ o los malos. Sin embargo, detrás de lo que se muestra en la pantalla chica en muchas ocasiones hay una persona totalmente diferente.
Cristina Báez, de 32 años, es otra de los 18 concursantes del primer reality Masterchef celebrado en la República Dominicana. Ella considera tener la racha de haber cocinado más durante la competencia porque es la que más ha ido al reto de eliminación y ese reto hay que ganarlo cocinando.
Ella quedó en el top 5 del reality gastronómico y perdió su puesto el pasado domingo 2 de diciembre frente a Nikol Morillo en el reto de eliminación que consistió en replicar un plato del chef Leandro Díaz.
Aunque ha ganado buenos platos, es altamente conocida por sus comentarios sin filtro que se han emitido durante cada episodio, al punto de los televidentes y usuarios de las redes sociales considerarla “mala persona” y “elitista”.
En una conversación con Diario Libre, ella se abrió para desmontar ese mote y hacerle ver a la gente que como los demás ha luchado por destacarse y ha tratado de superar muchos traumas personales, como la pérdida de un hijo.
En Masterchef
“Mi familia me dijo -tú tienes que participar- debido a que a nosotros nos encanta cocinar. Fui a la audición y quedé entre los 120 que nos entregaron la cuchara de madera. Para el mandil hice un ‘pollo a la marsala con tomate’. Con ese pasé a la etapa de los 32 aspirantes y luego seguí escalando hasta entrar a la cocina de Masterchef República Dominicana”, cuenta Cristina Báez sobre su entrada al programa.
En los primeros episodios cometió un error que por poco la saca de la competencia. Tomó un ingrediente de la despensa después de haber concluido el tiempo reglamentario. “A mí se me ocurrió echarle Mamajuana a la creación y por poco me cuesta la eliminación sin haber cocinado”, recuerda.
Sobre su participación, tiene un récord de usar el mandil negro, que consiste en ir al reto de eliminación: “Creo que soy la que más he cocinado porque he ido a casi todos los retos de eliminación”.
Y de esos platos que ha disfrutado hacer menciona el arroz caldoso de pez León con piña caramelizada en soya. Este fue el plato que la inauguró en su primer reto de eliminación. “Preparar el pez León y que el juez de Masterchef Colombia Jorge Raush me diera el mejor plato fue para mí fue un gran honor”, destaca.
La diseñadora gráfica de 31 años menciona, además, el pudin de pan salado, la cochinita pibil, la lengua braseada al vino y el flan de café y naranja inspirado en su abuela.
El top
Para Cristina, ha sido muy difícil quedar en el Top 5, puesto que es un camino de altas y bajas. “Realmente la primera sorprendida soy yo”, confiesa.
Ella ha sentido el apoyo de los jueces, en especial de Saverio Stassi y la Chef Tita. “Saverio siempre me pregunta “¿Cristina, todo bien? y la Chef Tita es muy dulce. El trabajo que han hecho los jueces ha sido excepcional. Para ellos tratar de medir el nivel en la competencia no ha sido fácil. Los jueces cuando pueden se te acercan a darte palabras de aliento”, indica.
Polémicas por sus comentarios
A Cristina Báez se le ve como la mala y la grosera, algo que ella niega totalmente. “Yo he hecho muchos comentarios positivos y quieren ponerme negativa todo el tiempo. Me tocó la lotería de ser la villana. Me ha dado mucha tristeza ver los comentarios en que ellos (la producción del programa) han decidido enfocarse”, argumenta.
Alega también que “soy la primera en celebrar cuando alguien gana. La producción se ha enfocado en eso y la verdad es que es injusto para mí”.
Añade que quien la conoce de verdad sabe su verdadera forma de ser y de pensar. “Quien me sigue en mis redes sociales se da cuenta como soy. De hecho, soy muy amiga de mis compañeros y vivo subiendo fotos con ellos”.
La concursante Cristina Báez sostuvo que durante las grabaciones nunca ha tenido malas experiencias. Insiste en que “al parecer este fue el papel que la producción decidió asignarme. Yo en todo momento he hecho comentarios positivos de mis compañeros, pero se enfocan en uno negativo específico que yo respondí en torno a una pregunta que me hicieron en ese momento. Quieren ponerme como que yo soy una persona negativa todo el tiempo. Pero no es así. En mis redes sociales pueden darse cuenta”.
Comenta que le ha dado mucha pena verse de esa forma en televisión nacional. “Yo soy tan abierta que todo lo que pienso lo digo. Como yo no tengo filtro para lo positivo tampoco tengo para lo negativo”, declara.
Sobre el capítulo 17 del domingo 25 de noviembre, cuyo reto consistía en dividirse en dos equipos y prepararles una comida a los marines de la Armada Dominicana, su equipo azul fue el perdedor. El plato de ellos fue un estofado de calamares en salsa de almendras, arroz con puerro y arepitas de yuca. Mientras que el equipo rojo elaboró una caldereta de calamares con arroz con vegetales y yautía, que resultó ganador.
En ese momento, ella dijo que ese no era el público para ese plato: “Ellos no eran el público de esa comida. A mí me gusto más el plato del otro grupo por los ingredientes (tenia tocineta y tomate), frente al de nosotros que tenía leche de almendras... pero eso se tomó como elitista porque lo dije yo. Yo me hubiese comido el plato del otro equipo”.
Historia de vida
Cristina Báez, de 32 años, ha demostrado superar sus grandes caídas en la cocina. Por varios años padeció de obesidad mórbida a consecuencia de la muerte de su hijo. Pesaba 260 libras. Estaba medicada para la presión con 29 años. En 2016, narra, se hizo la manga gástrica y bajó 110 libras.
Sin embargo, lamenta que eso no se haya destacado en la televisión, al igual que otras vidas inspiradoras de otros participantes.
Ella cuenta su historia: “A finales del 2014 mi hijo falleció al nacer. Solo duró 10 minutos. Eso me dio depresión y aumenté de peso rápidamente. Luego de eso me divorcié y no tengo hijos.
A las 16 semanas de embarazo me dijeron que mi hijo no iba a sobrevivir, pero yo decidí continuar con mi embarazo y a las 25 semanas de gestación hubo que hacerme una cesárea de emergencia. Mi hijo no superó los 10 minutos fuera de mi vientre.
La muerte infantil neonatal es un tema tabú en el país. Yo he hablado abiertamente del tema y ha sido una forma de manejar el duelo.
Cuando era niña era muy mala comedora. Es más, era delgada. A partir de los 19 años comencé a engordar, pero solo era rellenita. La gente a veces entiende que el que es obeso se ‘jartó’ su vida entera de bizcocho y chocolates, pero no saben que hacerse una bariática no es ‘coger la vía fácil’. Eso es una herramienta médica que si uno no la usa correctamente no va a funcionar. Se debe acompañar de un estilo de vida saludable y muchísimo esfuerzo, como he estado haciendo”.
Para la exaspirante a MasterchefRD, que su historia se reflejara en la pantalla chica hubiera sido una manera de conectar con otras madres que hayan pasado por lo mismo.
Ahora continúa haciendo cambios en su vida, trabajando en diseño gráfico y combinando su cotidianidad con su otra pasión, la cocina, ese arte que ha sido clave para superar sus propios miedos.
Daniela Pujols
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