VIDEO | “Cuando pinto lo que hago es manifestar lo que aprendí de otros”
SANTO DOMINGO. El maestro de la pintura Lyonel Laurenceau no conoce de la joven pintura contemporánea dominicana, aunque sí a los pintores reconocidos de generaciones anteriores.
Nació hace 74 años en Haití, pero vive en Canadá hace 55 años. A finales de abril expondrá en una nueva galería que abrirá en la Atarazana con su muestra. George Nader lo invitó a dar los primeros pasos de esa nueva galería. La muestra aún no tiene título, faltan cinco semanas. pronto lo tendrá.
P: ¿La visión idílica de su obra se debe a un deseo suyo de tener un mundo así?
R. Eso refleja la naturaleza de mi alma y mi personalidad. Soy una persona muy optimista. No puedo decir tantos momentos que eso me ayudó en mi carrera, en mi vida personal, en todo. Hay quienes dicen que tengo mucha suerte. Pero aprendí algo en mi vida: “ayúdate, y el cielo te va a ayudar”... A veces pinto una mano abierta. Eso quiere decir que está abierta para dar, y abierta para recibir al mismo tiempo. Eso es lo que adopté para toda mi vida.
Tengo una manera de vivir muy especial. No salgo mucho. No quiero salir de mi casa. No parezco alguien que hace vida social, aunque soy muy amable, sobre todo con la gente sencilla de la calle. Hablo con ellos para saber cómo viven, cómo se sienten y ver qué aprendo de ellos.
P. ¿De dónde llega el colorido de sus obras? A veces el uso de los colores cálidos (el rojo en distintas gradaciones, por ejemplo) quiere decir algo especial con esto?
R. Completamente. El rojo da la fuerza de vivir, la fuerza del amor. Y también una calidad más alta que esta; así como los ojos. Al mismo tiempo pinto el azul del cielo. En Canadá eso no existe. Mucha gente me dice ¡Lyonel en los ojos de los niños de tus cuadros yo veo una luz! Lo noto en un país de luces como éste, como mira la gente. Esa luz sale del alma. En muchos países la gente tiene una manera de mirar, que no es la misma manera de mirar en países muy desarrollados. Me gusta pintar niños y ancianos, porque ambos viven una verdad interior. Ellos no juegan, no pasan la vida jugando. Sobreviven. No conocen otras maneras complicadas de la vida, con ellos aprendo mucho. Son un símbolo del futuro. Eso es lo que comparto. Eso es lo que pinto. Mi pintura es filosófica. La verdad es que cuando yo pinto lo que hago es manifestar lo que aprendí de otros.
P. ¿Qué significa para usted la mariposa?
R. Libertad. No hay cosa más bella. Aprendí eso de las mujeres. La mariposa es algo especial. Ayuda a la paz del espíritu, a la paz del alma. Por eso me gusta pintarlas.
P. Las transparencias forman parte de la esencia de su obra. ¿Por qué así?
R. Lo son porque yo vivo en ese tipo de transparencias. Significa que cuando veo algo presente, entiendo o puedo entender el pasado, ver el presente frente a mí, e imaginar el devenir de lo que tengo enfrente. Tiempo y espacio pinto. Porque vivo de esa manera. Cuando veo algo, comprendo por qué lo estoy viendo. Esa manera de vivir el espacio y el tiempo, hace que los pinte también. Son como un film, una secuencia de un film que está pasando.
P. ¿Qué piensa de la situación entre Haití y República Dominicana?
R. He sido emigrante durante casi 60 años. Desde hace 55 años. Cuando vivía en Haití oía siempre que decían “en la casa no se habla de política, porque desapareces”. Mi padre era un militar de carrera que llegó a ser general. Y ejerció su oficio de manera neutral. Siempre fui neutral como él. Yo nunca fui a votar en mi vida. Luego me fui a estudiar a Estados Unidos, Francia y otros países. La educación es de lo más importante para una persona. El problema de Haití es la educación. Sé que Dominicana ayudó a Haití con escuelas y una universidad. Nos tomará muchos años en arreglar eso.
Alfonso Quiñones




Alfonso Quiñones