Doce monumentos y sitios del patrimonio cultural en peligro, según el Icomos

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Con motivo de la conmemoración del Día Nacional del Patrimonio Cultural, el Comité Dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) presentó su listado de doce monumentos y sitios del patrimonio cultural dominicano que se encuentran en peligro, elegidos para el año 2020.

Durante una actividad encabezada por el abogado e historiador Edwin Espinal, que preside la organización, se informó que los sitios seleccionados son el puente sobre el río Camú, en La Vega, el edificio Armenteros, en San Pedro de Macorís, un almacén ubicado en el área del puerto de Puerto Plata, el hotel Hispaniola, en Santo Domingo, las cuevas del farallón del parque Mirador del Sur, en Santo Domingo, el Centro de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en Santo Domingo, y una casa situada en la avenida España.

Además, los ingenios Boca de Nigua y Diego Caballero, en San Cristóbal; la estación del campamento para las obras de la carrera Luperón, en Puerto Plata, la residencia Álvarez Perelló, en Santiago, y las antiguas viviendas de empleados del ingenio Consuelo, en Consuelo, San Pedro de Macorís, cuyas imágenes figuran además en el calendario para el 2020, como “permanente recordatorio de los numeroso factores que inciden negativamente en su conservación y puesta en valor”.

Espinal resaltó que dan cuenta del estado de esos inmuebles el abandono, el vandalismo, los fenómenos naturales, las ocupaciones ilegales, la falta de mantenimiento, de vigilancia y reparaciones, el deterioro avanzado, las ruinas y escombros, las intervenciones inadecuadas, la erosión, el posible colapso y la falta de gestión efectiva.

Llamado al Tribunal Constitucional

Espinal afirmó que el Icomos hace un llamado al Tribunal Constitucional para que se haga la revisión y actualización, de manera integral, de la normativa que versa sobre el patrimonio cultural de la nación, desde los parámetros y criterios vigentes para que un bien pertenezca a esa categoría hasta el establecimiento de manera inequívoca de posibles alternativas para su uso, a fin de que los propietarios de bienes patrimoniales puedan aprovecharlos, en el sentido de obtener una utilidad económica aún en presencia de las limitaciones que impone su declaratoria como patrimonio cultural y la función social que se de ella se desprende.

También expresó: “Deben desarrollarse actividades que resulten paliativos del deterioro del patrimonio cultural construido y que contribuyan a crear conciencia en la ciudadanía sobre su valor, al tiempo que es necesario promover el uso de inmuebles patrimoniales abandonados, en razón de que la falta de uso acelera su deterioro”.

Espinal manifestó que aspira a que el Ministerio de Cultura haga suyas esas propuestas, como autoridad competente para la preservación y protección del patrimonio cultural de la nación, tangible e intangible, y para el fomento de su conservación, rehabilitación y divulgación.

Emilia Pereyra