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Edificio CHM, Circa 1960

Texto: Omar Rancier | Video y Fotos actuales: Marvin del Cid | Fotos antiguas: AGN e Imágenes de Nuestra Historia.

Si Guillermo González abre y cierra el círculo de la modernidad en El Conde, José Manuel-Nani- Reyes y William Reid Cabral lo mantiene con una serie de edificios que van dándole el carácter moderno a esta antigua calle. Nani, graduado en los Estados Unidos y Don Billie, alumno, y posteriormente socio, de Guillermo González, quien se incorpora en los años 60 a la oficina de Reid. Estos arquitectos, González, Reid y Reyes, juntamente con Benigno Trueba constituye el grupo de diseñadores que marcaron, desde 1924 al 1970, la arquitectura de la calle El Conde. Uno de estos edificios, de carácter moderno es el CHM, de tres niveles más mezzanine, construido entre 1959 y 1960.

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Infografía
Vista del CHM en la actualidad. (MARVIN DEL CID)

Situado frente al edifico Copello, en la esquina sur oeste de la calle Sánchez, abre con este un diálogo sobre esa modernidad que se transforma: mientras el Copello es un edifico comercial y de oficinas, el CHM es comercial y habitacional.

Mientras el Copello, con sus ventanas alargadas responde a un moderno ortodoxo no preocupado por el contexto, el CHM y sus balcones en voladizo, presente una elegante propuesta de protección solar, con las losas quebradas sobre los balcones que aseguran una eficiente protección de los mismos, exquisita muestra de sensibilidad al clima.

Mostrando la tipología comercial de El Conde, el edifico de Reyes y Reid desarrolla el doble puntal en el piso comercial y recoge además la estrategia mostrada por primea vez en el edifico Cerame de las grandes vitrinas comerciales, esta vez combinada con una fina losa que separa la parte comercial en dos tiras corridas que le dan una base ligera a toda la edificación.

La esquina se resuelve dejando en la misma un vacío en voladizo, en la primera planta y con ventanas esquineras en las demás plantas y con un amplio panel vertical hacia la calle Sánchez donde se coloca el nombre en grandes letras de aluminio. En términos de diseño el CHM y el JAAR son edificaciones que comparten el mismo lenguaje, uno que nos habla de una modernidad contextualizada y sensible a nuestro clima.

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Infografía
Vista aérea de El Conde con Sánchez con el CHM a la izquierda y el Copello a la derecha. (MARVIN DEL CID)

Originalmente el sitio del edifico CHM lo ocupaban una serie de casas coloniales, consideradas en ese momento símbolo de atraso y muchas de ellas declaradas peligro público. Recordemos aquel dibujo de Bienvenido Gimbernard en la revista Cosmopolita de un anuncio de la inauguración del Cerame. En una de las antiguas fotos aéreas del Copello aparecen la línea de casas que sustituyó el Edificio CHM en su momento. Es apenas en 1966, con el documento del llamado Plan Esso, cuando se comienza a trabajar sistemáticamente el concepto del valor de las edificaciones históricas, casas, iglesias y ruinas.

Al edificio se accede por un amplio zaguán (de nuevo el zaguán como elemento común a los edificios de El Conde) desde la Sánchez, con la escalera al fondo que se ilumina con un sistema de bloques de vidrios en el techo de la misma, dejando el frente hacia El Conde totalmente comercial en primera planta. En esa fachada comercial, especialmente, es que el CHM ha sufrido las mayores transformaciones y cambios de usos. En el piso comercial, donde originalmente estaba la tienda de ropa La Parisien, una de las más exclusivas de la calle, actualmente se ubican comercios de comida rápida, casas de cambio y comercios de dudosa reputación

Los apartamentos, contrario a los del Jaar, son pequeños, aproximadamente 110 metros cuadrados de superficie, de dos habitaciones y dos baños y una cocina con área de lavado y un reducido balcón. En total son 15 apartamentos, 7 por nivel y uno en el mezzanine comercial. Tres de estos apartamentos son apartamento tipo estudio, de una sola habitación que han sido ocupados por artistas. La ventilación se resuelve con dos estrechos patios a los que dan las habitaciones de los apartamentos del centro, A pesar de las agresivas intervenciones, las vitrinas se mantienen aún en el edificio, lamentablemente la inclusión, sin ninguna sensibilidad, de los letreros le ha restado ligereza a la base comercial del CHM.

El CHM es un bello edifico y el diálogo que entabla con el Copello es un buen ejemplo de que la modernidad no es homogénea.