El Museo Memorial de la Resistencia muestra el genocidio en varios países

SANTO DOMINGO. El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD) inauguró la exposición Genocide Project del español Eduardo Gómez Ballesteros.

El genocidio que han sufrido países como Sri Lanka, Camboya y Ruanda muestra a los visitantes su reflexión sobre la violencia política transnacional y procura acercarlos a la memoria colectiva y a desarrollar una forma distante de hacer un monumento, “como iconos de la representación de la muerte en nuestros tiempos”, refiere Bellesteros, quien tiene un doctorado en bellas artes.

“Hemos traído a la República Dominicana una exposición que cuenta con proyección y que es una primicia. Hablamos de obras que presentan el baño de sangre de países como el Líbano, Camboya y Ruanda; éste último un video pensado para teatralizar la experiencia del espectador a través de la proyección de 15 imágenes sobre un genocidio que se llevó un millón de personas”, recordó.

Una instalación forma parte de la iniciativa que estará abierta al público hasta el 6 de agosto de este año.

Las piezas de la instalación flotan a nivel individual y van creando una sinergia. “Se plantea la visión de la guerra como sociedad del espectáculo, como un elemento mercantil. Esto genera mucho movimiento, pero siempre poniendo a la víctima en primer término”, refirió el destacado artista.

Una marca

Ballesteros ha sido testigo de conflictos y ha hecho el levantamiento de las imágenes en el sitio, en otros se ha servido de los archivos. “Todos los fondos con los que trabajo los he tomado yo siempre. La única forma de comprender lo que ha pasado es visitando los sitios, hablar con la gente, ver las víctimas. Eso desgasta de tanto mirar y escuchar”.

Ballesteros es artista. Esa es su principal motivación y entiende que a través de la creatividad se puede hacer un planteamiento a la humanidad de lo que acontece en estos genocidios. “El campo que más puede aportar son precisamente los genocidios en donde se producen acciones de violencia contra gente que está desarmada. El arte puede abrir una ventana a la tripa para que la gente pueda comprender de manera más visceral que le permita entender a las víctimas”.

¿Por qué el MMRD?

Eduardo Gómez Ballesteros conoció el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana a través de su portal en la web. Se acercó a sus directivos porque se identificó con la labor que allí se desarrolla e inició un proceso para que el país se inscriba entre los más de 60 países a los que ha llevado sus exposiciones.

“Siempre quiero exponer en sitios que están haciendo un buen trabajo de memoria... Y vengo de un país (España) donde eso no se está haciendo. Esto me ha llevado a lugares donde se hace un trabajo sincero, Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Estados Unidos Brasil, Alemania, Japón, Portugal, entre otros. Aquí hemos tenido una excelente experiencia...”, contó Ballesteros.

La redefinición de las artes visuales

Las artes plásticas atraviesan por una situación compleja, según Ballesteros. La presencia de las redes sociales obligará a los artistas visuales a introducir cambios para atraer a un nuevo público.

“Las artes plásticas hicieron una revolución en el siglo XX, pero hoy existe un nuevo lenguaje. Los artistas deben trabajar para intentar llegar a los milenials, una generación que consume imágenes de una manera salvaje. No se detienen a reflexionar sobre una imagen”, observó.

Como profesor trabaja con sus estudiantes involucrando los videojuegos, en cine experimental.

“Por ejemplo, la pieza que exhibo aquí de Ruanda procura eso. Trato de articular un canal para que ellos consuman, sino lo logramos hemos perdido esa generación”, expresa preocupado.

Experimentos

“Yo estoy experimentando con jóvenes a los que meto en un contenedor para ver una instalación de manera individual y allí permanecen trancados por un tiempo. Busco con eso generar una experiencia, es brutal, pero hasta ahora va dejando sus frutos”, confiesa el artista español.

“Han permanecido dentro de un contenedor colocado en medio del sol por un minuto... Y al poco tiempo constatan que allí se ha generado algo distinto, porque el consumo de imágenes no va al ritmo que ellos quieren”, concluyó.

Severo Rivera