Esta puede ser la mejor exposición del año
El Dibujo en colecciones dominicanas
Inés Aizpún
Tiene vocación de ser la mejor exposición del año. La Escuela Nacional de Artes Visuales acoge una selección de obras de colecciones privadas y algún museo, piezas que se asoman al público muy raramente y que compendian la historia de las artes plásticas dominicanas.
La selección lograda por Alonso Cuevas y Rosalba Hernández para la muestra El Dibujo en colecciones Dominicanas es extraordinaria. Y el ciclo de conferencias que acompaña la muestra (abierta al público hasta el 8 de diciembre) le otorga un peso particularmente interesante.
Los delicados dibujos de Celeste Woss y Gil, la riqueza de los grises en líneas de Théodore Chassériau, la asombrosa composición y detalle de Virgilio Méndez... Obras que son atesoradas por coleccionistas enamorados de las mejores épocas del arte dominicano. Y alguna sorpresa, como los magníficos dibujos de Mariano Eckert, lejos de los bodegones que le dieron tanta y justificada fama.
Todo empieza en el dibujo aunque luego éste desaparezca en deconstrucciones más expresionistas o movimientos rompedores. Desde el grafismo de las cerámicas taínas, también expuestas, hasta la complejidad de quemarlo a cuatro fuegos para lograr las imponentes cerámicas de Giudicelli o Thimo Pimentel. Un artista que no pueda dibujar nunca alcanzará el nivel de expresividad que el verdadero arte transmite.
Alonso Cuevas, artista dominicano afincado en París, ha querido aprovechar la cita para rendir un homenaje a la escultura con obras de Prats Ventós, Martínez Richiez, Domingo Liz, Gaspar Mario Cruz...
Y excelente lugar para mostrar esta colección de obras privadas: los estudiantes de la escuela de Bellas Artes pueden recibir en su casa una lección magistral de los artistas que les antecedieron.
Inés Aizpún
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