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Historia dominicana
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Estrella Ureña, deshonrado y destruido por el implacable dictador Trujillo

La historiadora Quisqueya Lora presentó el libro de Rafael Darío Herrera sobre el político santiaguero

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Estrella Ureña, deshonrado y destruido por el implacable dictador Trujillo
La historiadora Quisqueya Lora durante su exposición. En la mesa de honor José del Castillo, Adriano Miguel Tejada y Rafael Darío Herrera. Foto: Karina Valentín.

SANTO DOMINGO. La historiadora Quisqueya Lora expresó que el político santiaguero Rafael Estrella Ureña es un derrotado histórico y que su apuesta por el poder quedó destrozada entre las patas de un caballo de Troya, en la era de Trujillo.

Durante la presentación de la obra La agitada vida de Rafael Estrella Ureña, la primera biografía del político escrita por el historiador Rafael Darío Herrera, en la Academia Dominicana de la Historia, Lora dijo que Estrella Ureña fue el político típico que conoció el país entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

“Poco en él es especialmente destacable, por un tiempo fue como la promesa que cada político, del pasado y del presente, lleva en sí y sobre sí. Promesa que, como en el pasado y en el presente, casi nunca llega a concretarse. Es justamente lo ordinario de Rafael Estrella Ureña la que resulta de interés y que constituye un aporte al conocimiento histórico de ese período histórico (la era de Trujillo) tan examinado y diseccionado al extremo por la historia nacional y por eso Rafael Darío claramente no entra en el detalle de la acción conspirativa del 23 de febrero para poder concentrarse en el personaje que muy a menudo se pierde en la acción política del 30”, afirmó.

Dijo que Herrera asume un enfoque desde la periferia del gran relato de la tiranía y en cuanto a Estrella ejemplifica muy bien los dilemas e inconsistencias de los políticos y letrados de las primeras décadas del siglo XX.

“... Aunque era percibido como un hombre apasionado e impulsivo, y el autor lo define varias veces así, desde mi punto de vista Rafael Estrella Ureña se muestra incapaz o desinteresado en reaccionar con contundencia frente a las acciones más crueles, pero sin duda cosecha los frutos de estas acciones. Parecería que lo mueve el cálculo político y en base a él reaccionó o no en cada momento”, argumentó.

Indicó que no hay forma de explicar el origen de la dictadura de Trujillo sin referir el papel de Estrella Ureña, pero que aun así hasta ahora no había resultado su figura del suficiente interés para merecer una monografía.

Afirmó que una virtud que tiene el trabajo de Rafael Darío Herrera es que su estudio resistió la tentación de la grandilocuencia, de exagerar las virtudes o logros del biografiado y de demoler al personaje, que pocas veces estuvo a la altura de los acontecimientos.

“Estrella Ureña emerge de este libro como lo que probablemente fue, un político modesto, que jugó un papel determinante, en un momento determinante pero que a mediano y largo plazo tuvo modestas influencias”, agregó.

Expresó que la actividad política de Estrella Ureña puede prácticamente concentrarse entre 1916 y 1930 y que parecería que el oprobio de la primera invasión norteamericana sacó lo mejor de una generación joven y especialmente en Rafael Estrella Ureña.

“Este es el primer momento de Estrella Ureña. Su intenso accionar nacionalista lo llevó a compartir tribuna con personajes de la talla de un Américo Lugo, Rafael César Tolentino, Emiliano Tejera y Ercilia Pepín, entre otros. Fue el momento en que se vinculó a sectores obreros representado el país en el Congreso Panamericano de Obreros junto al pionero del sindicalismo dominicano José Eugenio Kunhardt”, dijo.

No obstante, Lora indicó que los planes de desocupación “mostraron lo que según el autor (Herrera) sería una marca distintiva de su personalidad: la inconsistencia”.

“De haber estado entre los radicales de la ‘pura y simple’ nuestro biografiado pasa a sumarse al partido horacista que se había plegado a los términos del Plan Hughes-Peynado y de esta forma aseguraba su participación en las elecciones planteadas para 1924. A partir de aquí se desarrolla el segundo momento: Citando a Rafael Darío, esta decisión ‘laceró sensiblemente su liderazgo’ y según Rafael César Tolentino ‘le restó energía moral’. Si lo hizo sería para el balance histórico retrospectivo, pues aun así su liderazgo salió a flote y fue una figura central en los 6 años que transcurren entre la desocupación de 1924 al 1930”, añadió.

Manifestó que por lo visto los grandes ideales de Estrella Ureña siempre sucumbieron ante la inmediatez del posible acceso a los beneficios tangibles del poder político: ya fuera encontrar un espacio en el gobierno que resultaría de la ocupación, ya fuera un cargo diplomático, ya fuera la posibilidad de la vicepresidencia o finalmente la mera subsistencia.

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Trujillo mientras encabezaba una ceremonia, junto a Estrella Ureña a principio de la dictadura. Foto: Archivo General de la Nación.

Estrella Ureña, Trujillo y la deshonra

En cuanto a la relación del biografiado y el tirano, recordó que la fórmula Trujillo-Estrella Ureña ganó las elecciones sin dificultad en el 1930, pero recordó que su vicepresidencia fue parte de una negociación todavía prudente por parte de Trujillo, ya que al fin de cuentas el santiaguero había sido la cara visible del Movimiento Cívico.

“La ruptura era cuestión de tiempo. Estrella Ureña quedó virtualmente marginado de la dinámica del poder. Consciente de lo que venía, salió del país en agosto de 1931, habiendo cumplido apenas un año como vicepresidente. Esta parte de la historia sigue teniendo grandes misterios y Rafael Darío Herrera así claramente lo establece. Sobre su partida solo hay teorías”, manifestó.

Dijo que la resistencia como exiliado y opositor de Estrella Ureña dejó mucho que desear, y que tan solo cuatro años después de su salida del país, fracasado un intento de expedición armada, pasó al otro extremo del accionar político, iniciando conversaciones con agentes de la dictadura para retornar a República Dominicana.

“Estrella Ureña parece incapaz de aquilatar la situación, pretende negociar con ellos y hasta hacer exigencias. Los invito a leer el proceso asombroso de negociación llevado a cabo con los enviados del régimen. Estrella Ureña se presenta como extremadamente ingenuo o poseedor de una seguridad que le impide comprender que va camino a las fauces del lobo. Su falta de lucidez es inexplicable”, añadió.

Expresó que, en la primera reunión en junio de 1935, Estrella Ureña todavía exige cosas como libertad inmediata de los presos políticos, libertad absoluta de prensa y alternabilidad en el poder. “Cuatro años después un Rafael Estrella Ureña ahogado económicamente, sin un proyecto político visible, se reúne con Trujillo en Miami, y allí prácticamente sin ninguna exigencia, en una actitud que puede considerarse desesperada, zanjó sus diferencias y acuerda retornar al país en diciembre 1939”, indicó.

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“Lo que se inició allí es la más absoluta deshonra. Las patéticas expresiones de adulación llegaron al extremo de reconocer a Trujillo como la cuarta columna de la libertad y el honor de la República junto a Duarte, Sánchez y Mella. A pesar de sus estrambóticas expresiones de lisonja el régimen será implacable. Desarrolló una despiadada persecución que solo terminó con su muerte por enfermedad en 1945. Como tantos otros su muerte está envuelta en un velo de misterio y el autor nos señala que hay indicios de que hubo intervención oficial en su fallecimiento”, indicó.

La historiadora dijo que fue un final triste para una figura que en algún momento fue considerado “legítima y orgullosa esperanza de la patria”.

“Rafael Estrella Ureña forma parte de esa larga línea de caudillos políticos que poblaron las vicisitudes históricas dominicanas en el siglo XIX y XX. Reitero mi agradecimiento a Rafael Darío Herrera por la distinción que me otorga, pero al mismo tiempo por la oportunidad de reflexionar sobre este personaje en particular, conocer su fascinante zigzagueo vital, pero sobre todo repensar una época y un mundo cuyas opciones han marcado y marcan irremediablemente nuestro presente”, expresó Lora.

El historiador Rafael Darío Herrera, investigador y miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Historia, agradeció a Quisqueya Lora la presentación de su obra y expresó que le interesó indagar sobre la figura de Estrella Ureña, un político que no dejó escrito su pensamiento, y del que no se había hecho antes una biografía.

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