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Historia dominicana
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Francis Pou revela la articulación en el exilio de la gesta del 14 de junio

Relata el impulso que le dieron los gobiernos venezolano y cubano a la iniciativa contra la dictadura trujillista

Acciones de Fidel Castro

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 Francis Pou revela la articulación en el exilio de la gesta del 14 de junio
La investigadora Francis Pou de García. (KARINA VALENTÍN/ACADEMIA DOMINICANA DE LA HISTORIA )

SANTO DOMINGO. La investigadora Francis Pou de García reveló la forma que en que fue articulado el movimiento de exiliados políticos que impulsó la expedición patriótica del 14 de junio de 1959, cuyo 59 aniversario fue conmemorado ayer.

Durante un coloquio efectuado en la Academia Dominicana de la Historia sobre la temática, la socióloga explicó que apenas tres días después del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en enero de 1958, en Venezuela, un grupo de dominicanos residentes en ese país suramericano se reunieron en la casa de Rinaldo Sintjago Pou, con el objetivo de dar inicio a la constitución de una organización no partidista para luchar contra la dictadura de Rafael Trujillo.

Indicó que allí se acordó celebrar en la Asociación Venezolana de Periodistas, el día 2 de febrero de 1958, la Asamblea Constitutiva de la Unión Patriótica Dominicana, cuya junta directiva estaba integrada por el doctor Francisco Castellanos Ortega, en calidad de secretario general, Rinaldo Sintjago y los doctores Rafael Moore Garrido, Francisco Canto, Miguel Ángel Gómez Rodríguez, Nicanor Saleta Arias, Francisco Grullón y Eduardo Vicioso.

Dijo que esta junta procedió al día siguiente a informar sobre su formal constitución y, de este modo, dar inicio a su decidido plan de buscar la solidaridad del gobierno provisional venezolano, presidido por el contralmirante Wolfgang Larrazábal.

Expresó que la unidad del exilio antitrujillista era la prioridad y agregó que en otras ciudades que congregaban una significativa colonia de dominicanos se fueron constituyendo la Unión Patriótica Dominicana de los Estados Unidos, con sede en Nueva York, y la de Cuba con sede en La Habana.

Señaló que, además, en Puerto Rico y en Nueva York una parte de los exiliados se agruparon en el Frente Unido Dominicano, mientras que en Venezuela existió un pequeño grupo de exiliados, congregados en el Frente Democrático Independiente Dominicano.

“El grupo de dominicanos residentes en Venezuela, agrupados en la Unión Patriótica Dominicana, decidieron estratégicamente brindar su apoyo a la expedición armada cubana que había salido desde territorio mexicano con destino a Cuba, comandada por Fidel Castro, junto a un grupo de valientes combatientes dispuestos a derrocar la dictadura de Fulgencio Batista, creando un foco guerrillero en Sierra Maestra, y con el apoyo de un frente interno en diferentes regiones de la isla lograron el triunfo el 1° de enero de 1959”, agregó.

Dijo que, motivada por alcanzar en su momento, un triunfo similar al de los cubanos, la Unión Patriótica Dominicana en Venezuela se sumó a la causa cubana al realizar una venta de bonos para recaudar fondos, así como aportar armas que, a su vez, habían recibido de amigos venezolanos aliados a la lucha de los dominicanos, entre los que mencionó al doctor Marcelino Madriz, al capitán Héctor Abdelnour y al ingeniero Gastón Carvallo.

“Para los dominicanos de la UPD el apoyo a la guerrilla cubana era una vía para alcanzar un respaldo seguro de Cuba. Estas contribuciones monetarias y las armas fueron entregadas personalmente al propio doctor Manuel Urrutia Lleó, quien se encontraba en esos momentos en Caracas, y ya había sido designado en el exilio, presidente de la Cuba Libre”, puntualizó.

A seguidas agregó: “En un avión que llevaría a Cuba estas armas, la Unión Patriótica de Venezuela mandó a Enrique Jiménez Moya, que había sido seleccionado como la persona idónea para llevar un documento-compromiso a ser entregado personalmente a Fidel Castro, mediante el cual se exponía y se acordaba un concreto proyecto de solidaridad revolucionaria entre los cubanos y los dominicanos en el exilio”.

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Infografía
Francis Pou de García. (KARINA VALENTÍN/ACADEMIA DOMINICANA DE LA HISTORIA)

Dijo que “ese documento-acuerdo hacia la causa dominicana estaba firmado en nombre del Comité de Acción de la Unión Patriótica de Venezuela, por el doctor Francisco Castellanos, Rinaldo Sintjago Pou, Cecilio Grullón y el doctor Miguel Ángel Gómez Rodríguez”.

Señaló que a raíz de este viaje a Cuba es que Enrique Jiménez Moya se integra a las milicias guerrilleras en Sierra Maestra, donde alcanza el grado de capitán del Estado Mayor del Ejército Rebelde, cayendo herido en combate, condición que le hizo ganar mayor respeto y profundizar su amistad con el comandante Fidel Castro, que se había iniciado en Cayo Confites en 1947.

Dijo que en demostración de que la unidad entre cubanos y dominicanos ya se había sellado, a los pocos días del triunfo de los cubanos, Fidel Castro y una comitiva viajaron a Venezuela, un 23 de enero, en compañía del dominicano Rinaldo Sintjago, quien se encontraba en Cuba desde el 2 de enero, para ultimar detalles referentes a la colaboración del gobierno revolucionario cubano con la causa dominicana.

Afirmó que en Caracas tuvo lugar la histórica reunión en la embajada de Cuba, donde participaron los principales dirigentes de la UPD, los doctores Francisco Castellanos, Francisco Canto, Miguel Ángel Gómez Rodríguez, Juan Isidro Jiménez Grullón, así como Rinaldo Sintjago, Nicanor Saleta y Poncio Pou.

Sostuvo que en esta reunión se confirmaron los acuerdos previamente establecidos, lo que a su juicio era lógico que así sucediera porque Fidel Castro ya antes, en 1947, había mostrado su solidaridad con la lucha antitrujillista al enrolarse en el fracasado proyecto expedicionario de Cayo Confites, e incluso donde había conocido y compartido con Rinaldo Sintjago, al igual que con José Horacio Rodríguez, entre otros más que formaron parte del Ejército de Liberación Dominicana (ELD).

“Según rememoraba Pou Saleta de ese encuentro, Fidel Castro llegó a expresar que, a diferencia de Cayo Confites, en esta ocasión la mayor parte de los expedicionarios debían ser dominicanos, al tiempo que exhortaba para que los voluntarios volaran a Cuba cuanto antes con la finalidad de iniciar el entrenamiento militar”, dijo.

Indicó que, para llevar a cabo estos propósitos de manera inmediata, en ese mismo mes Rinaldo, José Horacio Rodríguez y Poncio Pou viajaron a Cuba a fin de dar inicio al proceso de reclutamiento y organización de los campamentos de entrenamiento.

Dijo que, dada la condición de exiliados políticos de estos dominicanos, y previendo la realización de frecuentes viajes, el gobierno revolucionario cubano expidió pasaportes a cada uno de estos dirigentes.

Pou de García, quien es descendiente de Poncio Pou Saleta, uno de los héroes de la gesta, disertó en presencia de don Delio Gómez Ocho, otro de los titanes de la expedición del 14 de junio de 1959.

Luego de su exposición, en la que Pou de García mostró fotos y documentos de los expedicionarios. El licenciado Rafael Pérez Modesto, miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Historia, habló sobre el impacto que la gesta causó en la juventud dominicana de la época. También el comandante Gómez Ocho tuvo una intervención sobre sus recuerdos de la expedición.

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Infografía
Delio Gómez Ochoa, Francis Pou de García y Rafael Pérez Modesto. (KARINA VALENTÍN/ACADEMIA DOMINICANA DE LA HISTORIA)
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