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Historiador Edward Paulino analiza migración dominicana hacia Estados Unidos

El investigador disertó en la Academia Dominicana de la Historia

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Historiador Edward Paulino analiza migración dominicana hacia Estados Unidos
El historiador Edward Paulino, hijo de inmigrantes dominicanos. Foto: John Escalante.

SANTO DOMINGO. El historiador Edward Paulino expresó que aunque la inmigración de dominicanos a los Estados Unidos aumentó significativamente tras la revolución de 1965, comenzó antes, pues en el siglo XVII se había asentado en Manhattan Juan Rodríguez, un negro libre procedente del Santo Domingo colonial.

Al disertar sobre “La historia dominicana vista por la diáspora”, en la Academia Dominicana de la Historia, el doctor Paulino, hijo de inmigrantes criollos y profesor asistente del Departamento de Historia de John Jay Collage Cuny, analizó los contextos epocales en que naturales de la República Dominicana se arraigaron en los Estados Unidos.

Expresó que después de la Revolución de Abril se incrementó la inmigración de dominicanos a los Estados Unidos, país que entonces aumentó las cuotas de visados.

Al inicio de su conferencia, enriquecida con fotos de inmigrantes y momentos históricos significativos, el investigador manifestó que trataría de responder a una pregunta que le hizo el pasado año la doctora Mu-Kien Sang Ben, presidenta de la Academia Dominicana de la Historia, acerca del porqué los intelectuales de la diáspora están “excesivamente” interesados en el tema de la identidad.

Tras ser presentado por Adriano Miguel Tejeda, vicepresidente de la academia, Paulino explicó que la pregunta era aparentemente simple, pero que nunca se le había presentado la necesidad de responder a ella de manera formal.

Agregó que en la diáspora y entre muchos de sus estudiosos la respuesta es conflictiva y dijo que creció leyendo libros y artículos del reconocido intelectual Silvio Torres-Saillant, que responden preguntas que se hacen hijos de inmigrantes dominicanos en los Estados Unidos.

Expresó que gracias a la beca Fulbright puede llegar a apreciar la pregunta de Sang Ben y entender por qué los estudiosos dominicanos residentes en el país ven a estudiosos de la diáspora como “intensos” y “combativos” en su “interpretación y análisis de la historia dominicana”.

Indicó que para entender el fenómeno es importante conocer cómo llegaron a los Estados Unidos los inmigrantes dominicanos y explicó que luego de la caída de la brutal dictadura de Trujillo, la República Dominicana, “ansiosa y vulnerable”, buscó un cambio democrático.

Dijo que después del golpe de Estado al presidente Juan Bosch, del Triunvirato y la Revolución de Abril, Estados Unidos invadió por segunda vez a la República Dominicana en 1965.

Manifestó que a menudo se olvida que, aunque los dominicanos trataban de darle sentido a su vida caótica en el país, en la década de los años 60 aun estaban vinculados a las maquinaciones políticas y a los intereses de los Estados Unidos.

Afirmó que el saldo de la invasión de los Estados Unidos de 1965 fue muy sangriento, ya que causó más de tres mil dominicanos asesinados y heridos y que 31 soldados estadounidense murieron.

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Infografía

Manifestó que el pretexto de Estados Unidos para invadir a la República Dominicana era salvar vidas estadounidenses, pese a que su real interés era evitar otra revolución comunista en el Caribe en plena guerra fría.

Rememorando los crímenes políticos ocurridos en los gobiernos de los doce años de Balaguer y los actos terroristas de entonces, dijo que ahora esa etapa de la vida dominicana parece casi surrealista.

Recordó en esa época fue envenenado en Bruselas el líder del movimiento maoísta guerrillero, Maximiliano (El Moreno) Gómez, asesinato que también le luce surrealista.

“Y mientras tanto ¿qué hacían los dominicanos, además de combatir en las calles contra leales conservadores y soldados estadounidenses, cuya presencia militar también fue creciendo en Vietnan? Ojo: ¡viajar a los Estados Unidos!”, agregó.

No obstante, aseguró que los habitantes de lo que hoy es la República Dominicano no eran ajenos a América del Norte y que de acuerdo a investigaciones realizadas por el Instituto de Estudios Dominicanos en New York el primer residente no nativo en Manhattan fue un hombre negro libre, procedente del Santo Domingo Colonial, llamado Juan Rodríguez, que llegó a Estados Unidos en una embarcación a principios del siglo XVII.

Agregó que la migración dominicana no se detuvo y que posteriormente en el siglo XIX se establecieron dominicanos en la zona del Atlántico, en los Estados Unidos.

Afirmó que uno de los dominicanos más reconocido como símbolo de la inmigración dominicana a los Estados Unidos, antes del 1930 y del 1965, es Pedro Henríquez Ureña, el intelectual criollo más influyente del siglo XX.

Recordó que Henríquez Ureña no se hallaba solo en New York en ese momento, pues según la profesora Victoria Núñez se sabe que también estaban en esa urbe un expresidente dominicano, Tulio Manuel Cesteros y otros intelectuales y exfuncionarios.

Dijo que como historiador le gustaría saber qué comían en esos dominicanos, cómo se relacionaban y si alguno tomó notas acerca de la vida cotidiana de esos exiliados y viajeros.

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