Irreverentes y controversiales
“El hijo de puta del sombrero” nos cuenta la historia de un grupo muy peculiar e intenso

Santo Domingo. Con un título que nos impacta tan pronto lo escuchamos, este montaje tiene el reto de seguir impresionándonos. Por suerte, tanto sus protagonistas como el director de “El Hijo de Puta del Sombrero” están conscientes del desafío. En los ensayos del montaje tomaron un receso para conversar con Tiempo Libre sobre lo que el público puede esperar de la obra. El guión original es del dramaturgo Stephen Adly Guirgis, y ha sido adaptado al lenguaje dominicano y a nuestra idiosincrasia. Pero, ¿de qué va “El Hijo de Puta del Sombrero”? Pues nos cuenta la historia de Johnny (Pepe), un tipo que ama perdidamente a Verónica (Nashla), su novia, con quien se une luego de salir de prisión. Johnny tiene el firme propósito de encauzar su vida, pero Veronica no se lo pone fácil y tienen un padrino que deja mucho que desear (Kenny). La convivencia es complicada, pero parece que nada podría interponerse entre ellos. Nada, salvo un extraño sombrero que aparece en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
LA FICHABellas Artes, Sala Máximo Avilés Blonda. En cartelera. 8:30 p.m. Desde RD$900 p/p.
—¿Con tanto tiempo en las tablas, que te ha sorprendido en esta ocasión? De mi carrera, este ha sido uno de los personajes más interesantes que me ha tocado. Ralph es un exalcohólico que se propone rehabilitar a otros exadictos, pero es un manipulador. Un personaje que dice muchas verdades. A nosotros nos duele la verdad, no estamos acostumbrados, no estamos preparados, es de los personajes más honestos de la obra. Es muy interesante y me lo pienso disfrutar muchísimo en el escenario.
—¿Crees que el público dominicano está preparado? El público está ávido de este tipo de trabajo. La gente disfruta de estos temas oscuros, de la controversia del ser humano. Los personajes son grises, pero muy graciosos. No tiene desperdicio.

—¿Cuál es el personaje que interpretas? Soy Johnny, el personaje en torno al cual gira el conflicto central de la obra. Es un tipo que estaba preso y cuando regresa a su vida cotidiana encuentra un lío muy feo armado.
—¿Piensa que impactará en la audiencia? Claro que sí. Habla de pasión, pero es una obra cómica, y que retrata bajezas de la Humanidad.
—¿Crees que será demasiado fuerte? Creo que al final la gente se va a identificar mucho con lo que va a pasar en el escenario.
—¿Cuál ha sido el mayor reto? La enorme cantidad de texto para memorizar. Estoy prácticamente en todas las escenas y es mucho texto. Lo bueno es que estoy junto a grandes actores que me facilitan mucho el trabajo.

—¿Qué te hace volver al teatro? El guión y la gente que está involucrada. El hecho de que es una obra que la vi hace mucho tiempo y me enamoré de ella por su acidez y su forma tan interesante de manipular la psicología humana dentro de un escenario moderno. Me atrapó la historia, y que venga a RD y me tomen en cuenta, es algo especial para mi.
—¿Qué te ha regalado este personaje? Esto ha sido como una liberación, una catarsis. Podrías pensar que es una mujer descontrolada y agresiva, pero Verónica es una mujer muy vulnerable que ha tenido que mantener esa coraza para defenderse. Es una mujer muy débil con muchos temas pendientes. La obra es muy cómica, pero también bastante fuerte. Tiene cosas profundas que te dejan pensando mucho.

—Háblanos de tu papel... Interpreto a Julio, quien es el intermediario entre todos los personajes. Es el personaje que más fluye, el relajado frente a los momentos de tensión. Parece el más evolucionado. Coge las cosas más suave y ha aprendido a valorar las cosas importantes de la vida.
—¿Cuál es el elemento que distingue a este de otros personajes realizados? Creo que la obra nos pone en lugares diferentes. Puede que tenga cierto parecido con la personalidad de otros personajes, pero la verdad es que no se parece a nada que yo haya hecho.
—¿Qué te motivó a participar en la obra? El equipo y el guión. La obra es un conflicto constante, pero la gente se va a reír mucho y va a disfrutar, y cada quien sacará sus propias conclusiones en base a sus necesidades.
Rocío Figueroa

Rocío Figueroa