Repensar la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo
Alfonso Quiñones
La recién finalizada Feria Internacional del Libro de Santo Domingo tuvo sus momentos más altos y venerables bajo techo, como la Feria del Libro de Colección, las charlas de Leonardo Padura, los encuentros con Raúl Zurita y las actividades sobre Paraguay y René del Risco.
Hay un exceso de triunfalismo en las palabras finales del ministro Pedro Vergés, porque esta feria debe haber sido un fiasco rotundo en cuanto a valores económicos se trata. Un editor de libros decía en las redes que sus pérdidas habían sido superiores a los 300 mil pesos. Tanta agua debe haber puesto a pensar a los organizadores en la posibilidad de hacer la feria en otra fecha y otro lugar.
La feria que cerró el 1ro de mayo como ha dicho el ministro condecorado por el Congreso de Paraguay, no es la feria de la Cultura, debe repensarse.
Si es de austeridad que hablamos, si blandimos como un éxito bajar los presupuestos de 140 millones en cuatro años a 70 millones, pues sigamos siendo austeros y pongámonos a soñar.
Este país no soporta una Feria Internacional del Libro, a secas, sin más aditamento que libros, sin mas propuestas que libros y literatura, que aquí los que consumimos la literatura tal y como el ministro aspira, no somos tantos.
Visto así, la feria deberíarealizarse en un lugar bajo techo (Sans Soucí, Hotel Dominican Fiesta o El Jaragua, o el mismísimo Palacio de Bellas Artes), debería durar cuatro días (de jueves a domingo), para poder concentrar su intensidad e impacto. Invitar un escritor internacional bien importante, una serie de buenas conferencias, y presentaciones de libros y entrega de los premios de la feria.
Imagino que el costo total puede andar por los 20 millones. Así quienes lleguen podrán ser contados científicamente y no con un contador de personas, como el ministro ha criticado. Y será una feria de libros, eso sí, solo de libros.
alfonsoquinones@gmail.com
Alfonso Quiñones
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