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“Me gusta contar historias que han fermentado en mi memoria”

Guillermo Piña-Contreras

El autor y diplomático no pretende ser un innovador y dice que sólo le gusta contar historias de manera natural y simple como se le cuenta un cuento a un niño.

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“Me gusta contar historias que han fermentado en mi memoria”
El escritor dominicano Guillermo Piña-Contreras, autor de la novela La reina de Santomé. (JHON ESCALANTE )

Lea la entrevista completa

en diariolibre.com

—¿Qué tan fiel es el Guillú narrador-personaje de la novela al adolescente Guillermo Piña-Contreras que vivió en San Juan de la Maguana, influenciado por algunas figuras tutelares?

—En literatura hay que ser auténtico y para eso tenía que no temerle a que pensaran que el personaje narrador, Guillú, y el autor son una misma persona. Si alguien lo ve así creo que he tenido éxito, porque Guillú no existe fuera del mundo imaginario de La reina de Santomé y de las pocas personas que me llaman por ese sobrenombre.

—Sin sus vivencias personales en San Juan de la Maguana, ¿existiría La reina de Santomé?

—¡Claro! En la Era de Trujillo todo era posible. Si coronó a su hija reina de la Paz en medio de un régimen dictatorial viejo de 25 años, ¿por qué no?

—¿Cuáles considera que son sus influencias literarias en la narrativa y por qué?

—Siempre he sido un gran devorador de novelas, pero mi obra de ficción le debe mucho a Alain Robbe-Grillet, líder del nouveau roman francés. Mi novela, La casa de Leonor, que escribí a partir de unos dibujos de Inés Tolentino, se me ocurrió luego de leer La bella cautiva de Robbe-Grillet que se basa en obras del pintor surrealista belga René Magritte. También me marcó mucho la lectura de Marcel Proust que es el punto de partida de la novela moderna. Con el nouveau roman me di cuenta de que la novela es al mismo tiempo que la escritura de una aventura, la aventura de una escritura y que para obtener eso hay que explotar todas las posibilidades que nos permite el idioma (español en nuestro caso) y para lograrlo hay que conocerlo, dominarlo, y escribir lo más correctamente posible. De Proust aprendí que la novela no es ya la que escribía Balzac y los autotres anteriores al siglo XIX, que se puede narrar en primera persona sin que la obra sea autobiográfica, a pesar de que muchos lectores consideran En busca del tiempo perdido como la autobiografía de Marcel Proust. Al no considerarla novela André Gide la rechazó cuando Marcel Proust la envió a la editora Gallimard a principios del siglo XX. No pretendo ser un innovador, sólo me gusta contar historias que han fermentado en mi memoria y hacerlo de manera natural y simple como se le cuenta un cuento a un niño.

—Aunque ha publicado otras novelas, como Fantasma de una lejana fantasía (1995) y La casa de Leonor (2007), se le conoce más como ensayista y especialista en la obra de Juan Bosch que como novelista. ¿Por qué?

—No soy especialista de la obra de Bosch, aunque dirigí la edición de sus Obras completas (40 tomos), pero me halaga que se me asocie siempre con Juan Bosch. Aprendí mucho con su obra, en particular a conocer nuestra lengua, escribir correctamente y narrar de manera sencilla, sin fórmulas rebuscadas. Bosch es el dominicano más sobresaliente del siglo XX y me siento muy orgulloso de haber sido su amigo y haber gozado de su aprecio. Espero que La reina de Santomé cambie la visión que se tiene de mi producción literaria.

—¿Cuál cree que es el aporte de su novela a la narrativa dominicana?

—Es muy temprano para saberlo.

—¿Qué le ha aportado el ejercicio del periodismo a su carrera literaria?

—Sólo he trabajado de planta en Diario Libre en donde formé parte del equipo fundador en 2001. Una experiencia enriquecedora porque aprendí a concentrarme y poder escribir en medio del bullicio de una sala de redacción. Siempre quise ser periodista pues los admiraba mucho y me impresionaba que pudieran escribir todos los días de manera correcta. Me refiero a los buenos periodistas. Antes de formar parte de la mancheta de Diario Libre había sido columnista de Última Hora, de El Siglo y Rumbo; luego de El Caribe. Esa experiencia me enseñó a pensar la actualidad y ser un poco más rápido escribiendo, pero cuando se trata de mi obra literaria (ensayo o ficción) me tomo mi tiempo, por eso he publicado sólo tres novelas. El ensayo y la crítica son menos exigentes. Me da mucho trabajo escribir, porque creo que un escritor dominicano, además de escribir correcta y elegantemente, debe dominar su lengua que es el español o castellano como dicen los sudamericanos, catalanes, valencianos, vascos y gallegos.

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