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Elfriede Jelinek significa sorpresa de Premio Nobel

La AcademiaSueca de losNobel volvióa sorprender

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Elfriede Jelinek significa sorpresa de Premio Nobel
La autora, ayer, en Austria.
Santo Domingo. El nombre de Elfriede Jelinek sonó ayer en los oídos de muchos escritores y lectores, por primera vez en sus vidas, al conocerse la noticia de que la Academia Sueca le había adjudicado el tan ansiado Premio Nóbel de Literatura.

Muchos escritores de reconocidos aportes a las letras mundiales murieron sin haber recibido el premio de mayor prestigio del mundo. Otros galardonados han pasado a las páginas del olvido.

¿Alguien recuerda quiénes fueron Sully Prudhomme o Theodor Mommsen? Ambos fueron ganadores del premio en los años 1901 y 1902, respectivamente. El italiano Giosue Carducci lo obtuvo en 1906, el alemán Paul Von Heyse cuatro años más tarde, como en el 1912 su compatriota Gerhart Hauptmann y el suizo Carl Spittler en 1919, todos perfectos olvidados, por solamente poner unos pocos ejemplos.

El Premio Nóbel de Literatura, que no fue concedido a nadie durante los años 1914, 1918, 1935 y desde 1940 al 43 (debido a la Segunda Guerra Mundial) se ha pasado con fichas -para utilizar un término del dominó- con autores como Franz Kafka, Virginia Wolf, James Joyce, Anna Ajmátova, Alejo Carpentier, o Jorge Luis Borges, por sólo poner tres ejemplos, quienes lo merecían con creces por sus importantes aportes a la literatura mundial.

La influencia de la música

Según EFE, sumamente tímida, aunque expresando mucha convicción en sus palabras y en su tono de voz, Jelinek dice que "no esperaba el Nóbel" y "tampoco estoy segura de que lo merezca", a la vez que aseguró que no irá a recoger el premio a Estocolmo, no porque esté enferma, sino porque "no puedo soportar esas ceremonias, verme observada por tanta gente, así que irá un representante en mi nombre". Su nombre no estaba ni en las quinielas de sus propios editores.

La propia escritora Elfriede Jelinek declaró ayer, al saberse ganadora, que sus obras "son casi imposibles de traducir", según EFE, y mencionó como su obra más destacada a "Die Kinder der Toten" (1995) (Los hijos de los muertos), que aún no ha sido traducida al castellano.

La influencia de sus estudios musicales "es muy fuerte, trabajo con sonidos, con el tono, la entonación de las palabras, y también con el carácter ideológico del habla", aseguró. Reconoció, asimismo, que su ambición como escritora es "dejar a las palabras decir su verdad, la verdad escondida, no interpretada, dejar que se expresen" sin mediación.

Rosca izquierda

La escritora declaró no sentir amor por Austria. "No puedo decir que tenga un gran sentido patriótico". Aclaró que sólo la une a su país el amor a sus amigos y "algunos parajes de Estiria", la zona donde nació.

En el ámbito político se definió de tajantemente opuesta a la coalición de centro derecha formada por el Partido Popular Austríaco y los liberales. "Mi actitud es de oposición vehemente contra el actual Gobierno".

Por su parte, los austríacos se han divididos en los que aplauden el galardón, sobre todo la izquierda y los que la menosprecian, preferentemente sectores conservadores. El populista Joerg Haider la describió como "un pájaro que ensucia su propio nido".

Miguel Sáenz, traductor de las obras de Günter Grass al español y de una obra de la propia Jelinek, señaló en Madrid que "el Premio Nobel le viene grande", a la vez que admitió que "es autora de una obra interesante", a al vez que calificó su literatura de "desigual" y dijo que había escrito algunas obras de teatro "detestables".

Sólo la lectura de sus obras nos dirá quién tiene la razón. La autora y sus críticos o los que dan los Nóbel.

Elfriede Jelinek (Austria, 1946)

Controvertida y polémica, feminista, defensora de ideas de izquierda, fue ganadora en 1998 del premio Georg Büchner —la más alta distinción de la lengua alemana—, entre sus novelas figuran Los Amantes, Los Excluídos, El Ansia y La Pianista, cuya versión cinematográfica —dirigida por Michael Haneke—obtuvo el Gran Premio del Jurado en Cannes 2001.

Lo que pasó cuando Nora dejó a su marido o Los pilares de las sociedades, su primera obra teatral, fue publicada en 1977. Entre sus preocupaciones figuran la crítica social, el análisis de la condición de la mujer y el desarrollo de un lenguaje propio, muchas veces devenido en verdadero protagonista de sus obras.

"Soy elogiada como autora dramática, cuando en realidad yo no sé nada de teatro. Escribo contra el teatro. No me imagino nada más absurdo que personas vivas en un escenario".