Elton John, el mago llega a chavón
Altos de Chavón ha visto desfilar por sus piedras a algunos de los mejores artistas de la música popular. El recinto lleva abierto tres décadas, comenzó a andar con Sinatra y Santana, y el próximo 28 de febrero recibe al mismísimo Elton John, un músico superlativo que lleva medio siglo asombrando a sus audiencias con su talento y dominio escénico. Las boletas no son precisamente baratas: RD$6,000 la general, RD$10,000 la VIP, RD$13,760 la Special Guest y RD$21,500 las de Front Stage, donde puede distinguirse sin problemas el sudor que perla la frente del británico.
Aunque haya moderado las dimensiones de sus lentes coloristas y no brinque por el escenario como antaño, la energía que despliega Sir Elton en sus presentaciones sigue intacta. Se trata sin duda de una de las últimas figuras del arte cuya dimensión es compleja de medir: pertenece al club de los creadores e intérpretes superdotados, capaces de manejar los sentimientos de sus incondicionales con un leve gesto o un compás acelerado. ¿Divo? Sí. ¿Con un carácter difícil? Eso dicen quienes le conocen bien. ¿Genial? Desde la punta del zapato a la última hebra de su regenerada cabellera.
La calidad del show que ofrece a día de hoy Reginald Dwight no ha bajado un ápice con el paso del tiempo: a sus 66 años, con un tono algo más grave y el caudal de voz intacto, Elton sigue haciendo magia al piano cada vez que acomete la mejores piezas de su gigantesco repertorio. Puede con todo: soul, country, pop beatle, rock progresivo, baladas... bucear en su trayectoria supone sorprenderse una y otra vez con su increíble versatilidad. Hijo de un trompetista, empezó a tocar el piano con 4 años, ganó una beca completa en la Royal Academy of Music con 11 y a los 14 ya tocaba en su primera banda, Bluesology, con la que llegó a girar por toda Inglaterra como banda de apoyo de combos estadounidenses en gira.
Aparece míster Taupin
Conocer a Bernie Taupin en 1967, tras una serie de audiciones fallidas en grupos, fue crucial para su carrera. El letrista responsable de buena parte de los éxitos futuros de Reginald [ya rebautizado como Elton John] se convirtió en su pareja de baile compositora en la cuadra de Dick James en 1968. Taupin era un genio, además de increíblemente prolífico, cualidades gemelas a las de su colega. Trabajaron para otros durante un tiempo hasta que empezaron a probar con temas para el propio Elton; tras varios sencillos bien acogidos pero no tan bien vendido, llegó el primer disco, "Empty Sky" [1969], que tampoco arrasó en ventas. El segundo fue otra cosa: tras un debut americano en el mítico Troubador de Los Ángeles, que impresionó a Quincy Jones, el tema "Your Song" empezó a escalar en las listas. El siguiente disco llegó enseguida: "Tumbleweed Connection" hizo ruido, que consolidarían "Madman Across The Water" y, sobre todo, "Honky Chateau" [1972], que contenía "Rocket Man" y que le valió el calificativo de estrella.
En el siguiente lustro, Elton y Taupin no paraban de facturar éxitos y números uno, contratos de ocho cifras e hitos notables, como su colaboración con John Lennon en el sencillo "Whatever Gets You Through the Night"; también apareció actuando en la ópera rock fílmica "Tommy", de The Who, en la que ponía música a la alucinada escena del mago ciego del pinball encarnado por Roger Daltrey. Entonces llegó el escándalo: en 1976, Elton confesó su bisexualidad a la revista "Rolling Stone". Una declaración que cayó como una bomba en la época, y que se revelaría después como una media verdad para ocultar su homosexualidad. Muchos fans renegaron de su ídolo, las ventas bajaron y Elton redujo su ritmo de actividad, parando las giras y limitando las grabaciones. Con Taupin también surgieron problemas cuando éste comenzó a trabajar para otros artistas con frecuencia. El dúo arregló sus diferencias con la llegada de los ochenta, y Elton vivió otra racha de exitazos, desde "Nikita" [1986] a "Candle in the Wind" [1987] o "I Don't Want to Go on with You Like That" [1988].
La vida de la megastrella, sin embargo, era convulsa. Un matrimonio que olía a ‘fake' -con la ingeniera Renate Blauel- y que duró cuatro años, además de varias adicciones y comportamientos rayanos en lo megalomaníaco complicaban el panorama. No obstante, el artista británico salió adelante, firmó un contrato millonario con Warner junto a Taupin y compuso el tema "Can You Feel The Love Tonight" para "El rey león". En el 97 reaccionó a la muerte de la princesa Diana, su amiga, regrabando "Candle in The Wind" [originalmente inspirada en Marilyn Monroe] y donando todos los millonarios beneficios a las obras de caridad que sostenía la fallecida.
En los primeros años del siglo XXI, su actividad ha sido incensante en lo referente a discos, colaboraciones, musicales y largas estancias artísticas en Las Vegas. En 2012 publicó la autobiografía "Love is The Cure" y hace cuatro meses sacó un nuevo álbum, "The Diving Board", producido por T-Bone Burnett. En lo personal, aparenta vivir una existencia idílica: lleva veinte años junto al director de cine canadiense David Furnish, con quien se casó en 2005. La pareja tiene dos hijos nacidos de vientres de alquiler, Zach [de tres años] y Elijah [acaba de cumplir uno]. La música le sigue cautivando como el primer día; quizá es por eso que sigue extendiendo la magia entre incondicionales y nuevos acólitos... y Chavón es aún mejor que Hogwarts para cristalizar ese tipo de encantamiento.
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