Eros Ramazzotti cantó por primera vez en Altos de Chavón
Con 'Alas y raíces' demostró que más allá del pop es un rockero nato

SANTO DOMINGO. Con "Música es", así en vivo, en un Altos de Chavón lleno, lamentablemente, solo hasta un poco más de la mitad, Eros Luciano Walter Ramazzotti demostró el por qué tiene seguidores en toda Hispanoamérica.
Se trata de un tema con pasajes pianísimos, y unos coros que fueron los mejores montajes de voces de la noche, en lo que sin dudas es una canción complicada, una especie de recorrido por los amplios gustos musicales del también compositor, criado junto a los estudios de Cinecittá, en Roma.
Claro que no fue lo único que cantó, sino unos 18 temas que duraron unas dos horas, con la ya imprescindible pantalla led que con su discurso visual apoya lo que sucede en escena.
Antes de Ramazzotti, un muy digno Marel Alemany se cantó cuatro temas muy aplaudidos, concluyendo con "Carne" y "Animal", en ese orden, aunque "Carne" es su gran éxito y debió ser el último.
El concierto Alas y Raíces, de Ramazzotti, devolvió a un Eros que tuvo -según especialistas- su primera presencia en el país hace unos 15 años.
Abrió con "Apuntes y notas" acompañado de su banda compuesta, entre otros por un trío de mujeres bellísimas y excelentes voces, y un saxofonista que más parece un jugador de Grandes Ligas, pero que es un instrumentista brillante.
Una masa compacta de féminas atadas a cámaras fotográficas y BB's, que nunca dejaron de ser casi un muro de Berlín al cual Eros lanzaba besos o daba la mano de vez en vez, le acompañó junto al escenario. Evenpro produjo bien el concierto patrocinado por Claro y Miller, entre otras empresas.
Ser humano, el artista
De todo, sin embargo, lo importante fue el ser humano cálido que había impactado a la prensa en el encuentro, días atrás.
El italiano se cantó "Donde hay música", "Un segundo de paz", "Cuanto amor me das", "Estrella gemela", "Tierra prometida (de su segundo sencillo en 1984), "Una historia importante" ( de su primer álbum Almas Rebeldes", que sólo en Francia vendió un millón de copias), que unió a "Ahora tú", para llegar hasta la muy coreada "Si basta un par de canciones", dedicada para los que están abandonados, que incluyó un diálogo efectivo entre la guitarra prima de Eros y el saxofón, y concluyó con un solo de prima como para chuparse los dedos.
Le siguieron "Fábula" y "Una emoción para siempre", donde el saxofonista tocó un clarinete para derretir Alaska, tanto así que Eros dijo "clásico, clásico perfecto" y fue muy aplaudido.
Con 'I belong to you' hizo brillar a sus coristas Sarah, Ciara y Romina, y demostrar por qué les asistía el derecho de estar en escena, más allá de la belleza que blasonan. Entonces salió de escena, creó ambiente para algo especial y regresó con "Música es", para luego dejar que la banda cogiera un diez, y él sólo hacer con guitarra tradicional "Amor en contra"; otra muy aplaudida "Otra como tú" (a piano) y "Por tí me casaré".
Ya en los límites del crescendo, Eros hizo "La sombra del gigante", y con el público de pie "Cosas de la vida"; regaló "Fuego en el fuego", "Un show inmenso", "Dímelo a mí" (ya con t-shirt rojo y gorra negra que enseguida regaló) y cerró con "Las cosa más bella". Reverencia y ciao, bambino!
Se trata de un tema con pasajes pianísimos, y unos coros que fueron los mejores montajes de voces de la noche, en lo que sin dudas es una canción complicada, una especie de recorrido por los amplios gustos musicales del también compositor, criado junto a los estudios de Cinecittá, en Roma.
Claro que no fue lo único que cantó, sino unos 18 temas que duraron unas dos horas, con la ya imprescindible pantalla led que con su discurso visual apoya lo que sucede en escena.
Antes de Ramazzotti, un muy digno Marel Alemany se cantó cuatro temas muy aplaudidos, concluyendo con "Carne" y "Animal", en ese orden, aunque "Carne" es su gran éxito y debió ser el último.
El concierto Alas y Raíces, de Ramazzotti, devolvió a un Eros que tuvo -según especialistas- su primera presencia en el país hace unos 15 años.
Abrió con "Apuntes y notas" acompañado de su banda compuesta, entre otros por un trío de mujeres bellísimas y excelentes voces, y un saxofonista que más parece un jugador de Grandes Ligas, pero que es un instrumentista brillante.
Una masa compacta de féminas atadas a cámaras fotográficas y BB's, que nunca dejaron de ser casi un muro de Berlín al cual Eros lanzaba besos o daba la mano de vez en vez, le acompañó junto al escenario. Evenpro produjo bien el concierto patrocinado por Claro y Miller, entre otras empresas.
Ser humano, el artista
De todo, sin embargo, lo importante fue el ser humano cálido que había impactado a la prensa en el encuentro, días atrás.
El italiano se cantó "Donde hay música", "Un segundo de paz", "Cuanto amor me das", "Estrella gemela", "Tierra prometida (de su segundo sencillo en 1984), "Una historia importante" ( de su primer álbum Almas Rebeldes", que sólo en Francia vendió un millón de copias), que unió a "Ahora tú", para llegar hasta la muy coreada "Si basta un par de canciones", dedicada para los que están abandonados, que incluyó un diálogo efectivo entre la guitarra prima de Eros y el saxofón, y concluyó con un solo de prima como para chuparse los dedos.
Le siguieron "Fábula" y "Una emoción para siempre", donde el saxofonista tocó un clarinete para derretir Alaska, tanto así que Eros dijo "clásico, clásico perfecto" y fue muy aplaudido.
Con 'I belong to you' hizo brillar a sus coristas Sarah, Ciara y Romina, y demostrar por qué les asistía el derecho de estar en escena, más allá de la belleza que blasonan. Entonces salió de escena, creó ambiente para algo especial y regresó con "Música es", para luego dejar que la banda cogiera un diez, y él sólo hacer con guitarra tradicional "Amor en contra"; otra muy aplaudida "Otra como tú" (a piano) y "Por tí me casaré".
Ya en los límites del crescendo, Eros hizo "La sombra del gigante", y con el público de pie "Cosas de la vida"; regaló "Fuego en el fuego", "Un show inmenso", "Dímelo a mí" (ya con t-shirt rojo y gorra negra que enseguida regaló) y cerró con "Las cosa más bella". Reverencia y ciao, bambino!
Alfonso Quiñones
Alfonso Quiñones