Familias españolas donan la sangre de cordón umbilical
Esta sangre es requerida mayormente en casos de leucemias agudas, hemopatías malignas, entre otros problemas.

Madrid. Más de nueve mil familias españolas han enviado este año sangre de cordón umbilical de sus hijos a otros países, sin contar con las muestras que han quedado depositadas en España, según la media docena de bancos privados dedicados a la conservación de este material biológico, consultados por EFE.
En lo que va del año, se han hecho cerca de diez mil extracciones, de las cuales sólo trescientas "como máximo" se han almacenado en el país, ha declarado a EFE el director general de Secuvita, Santiago Luengo.
Actualmente se ha constatado una "creciente" demanda de criopreservar (congelar en unas condiciones específicas) en el extranjero, por la posibilidad de conservar "la titularidad y la privacidad de su muestra", han indicado a EFE fuentes de la empresa Smart Cells.
En contraposición, el presidente y fundador de Vidacord, Ángel Álvarez, disiente de esta opinión ya que, según su criterio, la tendencia de dejarla en España está aumentando.
De acuerdo al Real Decreto de 10 de noviembre de 2006, los padres tienen la obligación de ceder la sangre de cordón umbilical almacenada en los bancos de España, si algún niño -que no es el titular de la muestra genética- la necesitara.
La directora médica del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña, Marta Torrabadella de Reynoso, ha indicado que sólo nueve de cada veinte mil nacimientos necesitará usar esta técnica.
En cuanto a su utilización, la sangre de cordón umbilical es requerida mayormente en casos de leucemias agudas, hemopatías malignas, aplasias medulares, inmunodeficiencias congénitas y errores congénitos del metabolismo.
Aunque actualmente, según el director médico de Secuvita, Jaime Pérez de Oteyza, existen nuevas aplicaciones entre las que destacan los trasplantes en la enfermedad de Wolman, el uso autólogo y la medicina regenerativa y la transfusional.
A raíz de la decisión de los Príncipes de Asturias de congelar la sangre del cordón umbilical de su primogénita en un banco privado de Estados Unidos, se ha desarrollado un debate mediático que ha derivado en un alza de donaciones y una mayor demanda de información y conservación de dicho material genético por parte de la sociedad.
En lo que va del año, se han hecho cerca de diez mil extracciones, de las cuales sólo trescientas "como máximo" se han almacenado en el país, ha declarado a EFE el director general de Secuvita, Santiago Luengo.
Actualmente se ha constatado una "creciente" demanda de criopreservar (congelar en unas condiciones específicas) en el extranjero, por la posibilidad de conservar "la titularidad y la privacidad de su muestra", han indicado a EFE fuentes de la empresa Smart Cells.
En contraposición, el presidente y fundador de Vidacord, Ángel Álvarez, disiente de esta opinión ya que, según su criterio, la tendencia de dejarla en España está aumentando.
De acuerdo al Real Decreto de 10 de noviembre de 2006, los padres tienen la obligación de ceder la sangre de cordón umbilical almacenada en los bancos de España, si algún niño -que no es el titular de la muestra genética- la necesitara.
La directora médica del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña, Marta Torrabadella de Reynoso, ha indicado que sólo nueve de cada veinte mil nacimientos necesitará usar esta técnica.
En cuanto a su utilización, la sangre de cordón umbilical es requerida mayormente en casos de leucemias agudas, hemopatías malignas, aplasias medulares, inmunodeficiencias congénitas y errores congénitos del metabolismo.
Aunque actualmente, según el director médico de Secuvita, Jaime Pérez de Oteyza, existen nuevas aplicaciones entre las que destacan los trasplantes en la enfermedad de Wolman, el uso autólogo y la medicina regenerativa y la transfusional.
A raíz de la decisión de los Príncipes de Asturias de congelar la sangre del cordón umbilical de su primogénita en un banco privado de Estados Unidos, se ha desarrollado un debate mediático que ha derivado en un alza de donaciones y una mayor demanda de información y conservación de dicho material genético por parte de la sociedad.
Diario Libre
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