Franco Lodato, diseñador industrial

Un celular inspirado en un camarón, una piqueta de hielo inspirada en el pájaro carpintero. Franco Lodato ejerce el diseño industrial y aplica lo que la naturaleza le proporciona a los productos más inimaginables.

Había pasado mucho tiempo desde que no escuchaba mencionar la palabra "biónica". El amor por la ciencia ficción que siempre ha cobijado el corazón de esta humilde cronista, habían inmortalizado esta palabra en el podio de mis recuerdos, con la fuerza y velocidad sobrehumana de Lee Majors y Lindsay Wagner.

Me bajé de esa nube, cuando tuve que enterarme que también consistía en el estudio de la mecánica y las funciones biológicas, y la aplicación de las mismas al diseño de máquinas.

Franco Lodato es diseñador industrial por oficio y ha dirigido su trayectoria en el principio del diseño biónico aplicándolo en los productos más variados, desde rasuradoras, Gillette Mach 3, cuyo diseño está basado en la mano, a piquetas de hielo, inspiradas en la mecánica del pájaro carpintero, hasta uno de sus diseños más admirados, el Maserati Birdcage 75, basado en un tiburón y en el que trabajó junto al diseñador italiano Paolo Pinifarina, cuya familia ha sido responsable, por más de cincuenta años, del diseño de los carros deportivos Ferrari. El Maserati ganó el premio al Mejor Prototipo en marzo del 2005 en el Salón de Ginebra y, cinco meses más tarde, el Concourse d’eleganze en Pebble Beach, Estados Unidos.

Desde hace poco más de un año, es vicepresidente de diseño, exploración y desarrollo de Herman Miller, una de las compañías fabricantes de mobiliario de oficina y residencial más grandes y laureadas de los Estados Unidos. Para que tengan una pequeña idea, de acuerdo a la página web, las ganancias netas del año fiscal 2006, para Herman Miller, fueron de US$1.74 billones.

En el libro "Bionics in Actions: The Design Work of Franco Lodato" (Biónicas en Acciones: La obra de diseño de Franco Lodato) uno de sus autores, Jens Bersen, reconocido escritor y estratega de diseño, dice lo siguiente: "Escribir este libro fue un regalo. Franco Lodato es único como diseñador porque está entregado a la idea de utilizar los diseños de la naturaleza–física, química y eléctrica- como fuente de sus diseños, en vez de rendirle homenaje a la idea. Lodato es al mundo del diseño lo que Santiago Calatrava y Renzo Piano son al mundo de la arquitectura." Con semejante analogía, cualquiera muere encomiado, pero lo más asombroso, y lo que dejaría boquiabierto hasta al más apático, es el hecho que Lodato nació en Caracas, Venezuela y es hijo de un artesano que confeccionaba calzados de vestir.

Las personas que lo inspiraron a convertirse en diseñador industrial, ¿llegaron temprano a su vida, o fue un proceso de descubrimiento que se desarrolló a través de sus años adolescentes?

Siempre tuve el ejemplo y sentí la pasión. Mi padre nunca estudió diseño, sin embargo su trabajo consistía en hacer zapatos de vestir, calzados finos. Era un diseñador que estaba muy enlazado a su trabajo, e ir a su taller me intrigaba, (él) era capaz de dibujar un zapato, conciliar los pedazos de piel, y hacer un prototipo. Estaba tan conectado a su profesión, que me impresionó de por vida.

¿Qué es diseño biónico?

En términos simples, es el proceso de observar y comprender cómo la naturaleza resuelve los problemas estructurales y funcionales. Yo transfiero estos a materiales, conceptos, principios, y al mismo proceso de diseño de un producto, la naturaleza siempre será la mejor base de datos. Son más las cosas que todavía esperan por descubrirse en el mundo, que las que se van a inventar.

En la naturaleza, la función y la estética se encuentran en constante comunicación, el diseño biónico aplica la filosofía de diseño de los elementos que encontramos en la naturaleza, al diseño de un producto, haciéndolo funcional y eficiente, y también estético.

¿Me puede dar otro ejemplo, aparte del pájaro carpintero?

La serie de teléfonos móviles que se diseñaron para Motorola y Nextel. Si recuerdas, los primeros teléfonos parecían ladrillos. Los móviles que diseñamos, representaban un estilo de vida al aire libre, el ladrillo original estaba totalmente divorciado de ese concepto. Nos dirigimos a la naturaleza, tratando de ver qué organismo se conectaba con ese producto, después de un análisis profundo de crustáceos y animales marinos (la idea era envolver la tecnología) diseñamos los teléfonos basándonos en un camarón.

Habiendo sido comparado con Calatrava y Renzo Piano, ¿qué piensa usted de sus diseños?

Trato de ver mis diseños como elementos complejos. Siempre los veo como algo que no está terminado, son una expresión del momento… pero tengo que decir que cada uno tiene una historia, y trato de volver a aprender algo de cada uno de ellos. La piqueta de hielo fue uno de mis primeros diseños después de graduarme, joven soñador al fin, trataba de convertir mi pasión en arte y me sumergí en un proceso único (diseño biónico) basando mi diseño en el pájaro carpintero. No trato de ver mis diseños como piezas sencillas, pero sí como elementos que tienen vida propia y que son instructivos.

¿Sus diseños están enfocados a un público específico o están dirigidos a una tribu universal?

No creo en el diseño universal, es una gran ment ira. El diseño tiene que aprender a adaptarse, en la naturaleza nada es idéntico, es similar. Los diseños de la naturaleza tienen el propósito de evolucionar. La mutación te lleva a la evolución; y la evolución, brinda el mejor paradigma para la innovación.

Está claro que no pertenece a la escuela de forma sobre función ni a la de función sobre forma…

Van juntas y nunca podrán ser separadas, y para probarlo, sólo hay que ver la naturaleza. ¡Te puedo dar cientos de ejemplos!