Joven vegana no se amilanó tras sufrir accidente que casi le costó la vida
Indira Marielis Ramos Solis ahora incursiona con gran proyección en los negocios
Edward Fernández
LA VEGA. El trágico accidente de tránsito que casi le cobra la vida a Indira Marielis Ramos Solis, de 24 años de edad, ocurrido el 11 de agosto de 2013 en la carretera Sosúa-Cabarete, no la limitó para emprender sus metas.
La joven vegana aprovechó sus días de convalecencia, de un año, para crear una mezcla de diversos elementos para hacer un shampoo que le ayudara a crecer el pelo que le habían cortado en la Unidad de Cuidados Intensivos de un centro de salud privado de Santiago, lugar donde permaneció un mes en condiciones críticas.
El producto, denominado Hair Plus y que hoy se comercializa en varios países del mundo, llevó a Ramos Solis a ganar el premio Nacional de la Juventud en el renglón Desarrollo Empresarial representando esta provincia, el pasado 31 de enero de este año.
“El shampoo surge por la necesidad que tenía luego de sufrir el accidente para hacer crecer mi cabello. Intenté con varios productos y ninguno me funcionó, pues, me puse a leer libros y a buscar en la internet y fue ahí que surgió una mezcla de sábila, miel, cebolla y romero, que en tres meses me ayudó a crecer el pelo”, contó a reporteros de Diario Libre.
Fue entonces cuando Indira Marielis se interesó por prepararse en el área de cosmético y crear su propia marca que hoy día cuenta con más de 60 empleados en todo el territorio nacional.
Una vez logró recuperar sus habilidades físicas tras el accidente, la joven empresaria viajó a Argentina donde estudió química cosmética y actualmente es estudiante de término de la carrera de administración de empresas en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), recinto La Vega.
Además del shampoo que le dio notoriedad en el mundo del cosmético, Hair Plus cuenta con una variedad de productos como lo son jabón artesanal, mascarillas y otros.
Tras las vicisitudes que ha tenido que superar, Ramos Solís contó que tiene como objetivo, a través de su testimonio de vida, impulsar a otros jóvenes dominicanos para que persistan en sus planes de superación personal.
“Lo principal es poner todo en las manos de Dios, luchar sin detenerse por las limitaciones, ni por la edad ni los recursos económicos. Yo inicié esta empresa con mil 200 pesos y eso no me detuvo”, subrayó la joven ganadora del premio de la juventud.
Aseguró que “la adversidad es la mejor escuela para crecer como seres humanos”.
Edward Fernández
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