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La cultura "light", como la comida light, sin esencia, sin sustancia, sin contenido

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La cultura light, como la comida light, sin esencia, sin sustancia, sin contenido
Un estilo de vida orientado al placer, hacia aquello que se pueda conseguir en base a la ley del menor esfuerzo
El hombre y la mujer "light" surgen de una sociedad caracterizada por una cultura light. Una cultura que arroja individuos carentes de referentes, con un vacío moral, siempre insatisfechos, aún teniéndolo todo.

En este tipo de cultura, que predomina hoy, no se da un verdadero progreso humano porque no se trabaja en la parte moral, sólo en la material. En lo que aparenta ser y no es. En la fachada.

¿Cómo se desarrolla? Primero viene lo que se llama una subcultura, que es un grupo pequeño de personas que comienza a emitir ciertos patrones de comportamiento y poco a poco esos patrones de comportamiento se van unificando, se van sumando más gente hasta convertirse en algo significativo como sucede en la sociedad actual.

"No es que la gente se pone de acuerdo, ni se realiza una asamblea para tales fines. Son hábitos, comportamientos, patrones de pensamiento, ideas, sentimientos que se van juntando en un momento determinado y va encontrando adeptos, practicantes y así comienzan las llamadas subculturas, entonces llega un momento en que son tantos los adeptos que llega a convertirse en una cultura", explica Luis Vergés, psicólogo, al ser abordado sobre el tema.

Qué la caracteriza. Dice que esta cultura light se caracteriza por un estilo de vida orientado hacia el placer, hacia aquello que se pueda conseguir en base a la ley del menor esfuerzo con un perfil de responsabilidad bajo, la mayor parte de las veces.

Son personas que tienden a no asumir con facilidad las consecuencias de sus acciones y esto se aúna a un patrón de consumismo, porque es un elemento que contribuye a lo que es una vida placentera.

Hay también una demanda de las cosas que se obtienen con el menor tiempo y el menor esfuerzo. Esos son algunos de los rasgos. "Es algo, pues, que poco a poco va creciendo y se va convirtiendo en toda una cultura que arropa a hombres y mujeres por igual".

Consecuencias. Como consecuencia trae consigo muchos detalles sobre todo a nivel de lo que son los valores tradicionales.

"Se crea una crisis de valores porque son cosas para la cual no fuimos educados a nivel de la familia sobretodo", dice el experto en el tema.

Para formar la familia y para lograr con ella lo que se necesita en una sociedad, se requiere de una serie de esfuerzos, sacrificios, de inversiones, de tiempo, que chocan con esta mentalidad light que ahora se está impulsando.

No en vano, una de las instituciones que más ha sufrido, como fruto de esta subcultura que ha ido ganando terreno, es precisamente la institución familiar.

Inmadurez emocional. Como consecuencia de esa vida light, los vínculos que se establecen entre las personas no son tan duraderos.

Precisamente porque formar una familia implica responsabilidad y trabajo; lidiar con los retos de un matrimonio es sinónimo de sacrificios, paciencia, esfuerzo, lucha y, sobre todo madurez.

"Al individuo de la cultura light, todo lo que le implica un mínimo de esfuerzo, de sacrificio, de lucha y de trabajo, lo abandona", sostiene Vergés.

Estos individuos suelen tener un acentuado grado de inmadurez, que no es más que su incapacidad de aprender a partir de sus propias experiencias, de sus fracasos y de asumir sus propias vidas con las consecuencias que esto implica.

En el fondo estas personas evaden lo que son los verdaderos retos de la vida.

No puede haber madurez si constantemente están evadiendo los retos que le pone la vida.

Es una nueva inmadurez que va creciendo en estos sujetos, cada vez más vulnerables, cada vez más alejados de todo lo que signifique compromiso existencial.

Son hombres y mujeres sin rumbo, desorientados, perdidos en si mismos, no son felices, aún teniéndolo todo.

Proyectos de vida. Normalmente sus proyectos de vida están sin definir de manera clara porque son personas que viven un tiempo: el ahora y el presente. "El proyecto de vida – a nivel personal- depende mucho de la capacidad que tiene la persona para proyectar en futuro como quiere que sea su vida. Ellos sostienen la teoría de que la vida es una y hay que gozarla ahora por si acaso no hay algo más."



Un bombardeo

La cultura light es algo que se viene bombardeando desde la adolescencia. "Lo que tenemos hoy de adultez no es más que el producto de un defecto de socialización que se inicia desde la misma niñez y comienza a explotar en la adolescencia", abunda.

La cultura light arroja individuos lights que obviamente son fruto de un problema de socialización que se está dando como consecuencia de que la familia no puede asumir o no ha estado asumiendo el papel que le corresponde en la sociedad.

En el caso de República Dominicana –explica el psicólogo- el fenómeno tiene mucho de aprendido, de imitado.

Nuestra cultura ha sido matizada por valores muy tradicionales y los valores tradicionales siempre privilegiaron el fortalecimiento institucional de la familia.

"Fruto de procesos migratorios que se dieron hace unos 40 años, del campo a la ciudad y viceversa, la familia se fue fraccionando y la transculturación nos fue envolviendo en la subcultura del consumismo."

Hace referencia al proceso de explosión de los medios de comunicación –hace ya tiempo- que comenzaron a difundir necesidades superficiales, como si esas necesidades fueran las necesidades auténticas y genuinas del dominicano.

"Y fueron difundiendo la idea de que la persona es en la medida que proyecta o aparente ser." Eso contribuyó, en gran medida, a la ya difundida cultura light.