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"Los bailarines de danza contemporánea son intelectuales"

Prepara el espectáculo "En el jardín de mis pesadillas"

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Los bailarines de danza contemporánea son intelectuales
Karol Marenco se propone mover ideas desde la danza.
SANTO DOMINGO. Desde que Isadora Duncan pusiera los pies desnudos en escena, la danza contemporánea ha sido una de las manifestaciones artísticas que más ha evolucionado.

Karol Marenco, una costarricense empecinada en tratar de expresar su arte desde República Dominicana, tratará de demostrarlo en un espectáculo que incluye seis obras de su creación bajo el título general de "En el jardín de mis pesadillas". Eso ocurrirá el 12 de junio a las 8:30 de la noche en la Sala Manuel Rueda del Teatro Nacional.

El espectáculo incluye "Diálogos", "Monólogos", "Marionetas", "Ladrones oprimidos", "Crack" y "En el jardín de mis pesadillas", todas de su creación.

¿Cómo caracterizaría usted al bailarín de danza contemporánea hoy día?

El bailarín de danza contemporánea necesita ser más intelectual, experimental y vanguardista, renovarse día a día. Se trata de bailar trabajos que tienen un mensaje actual y detrás de los cuales hay una investigación para un lenguaje de movimientos actualizado. Se necesita mucho trabajo de investigación para poner en escena una obra, tanto desde el punto de vista del tema, como de los movimientos seleccionados, para que estos digan lo que tú quieres. Es necesario conjugar todos los recursos escénicos con que se cuenta: iluminación, vestuario, diseño escénico, etc.

Hay quienes tratan de enfrentar a los bailarines clásicos con los de danza contemporánea...

Me entero ahora de eso. Yo respeto profundamente todos los tipos de danza. Es algo que aquí no lo he sentido. En este país he encontrado una gran gama de tipos de danza. Hay quienes hacen ballet clásico, jazz, danza-teatro, hip-hop y respeto mucho a esa gente. Todos esos trabajos son necesarios para poder confrontarnos como artista.

Si usted mirara cien años atrás, ¿cómo evaluaría la vigencia de Isadora Duncan?

Isadora Duncan nunca ha dejado de ser una referencia por su valentía como artista, por la tremenda carga social que asumió, pues lo que ella hizo tuvo significado social. No fue por antojo, sino porque tenía que expresar algo de su época. El bailarín contemporáneo tiene el principio de la libertad que ella impuso. El bailarín de danza contemporánea tiene la responsabilidad de decir un mensaje a través de sus obras. Los caminos de la danza contemporánea se sitúan actualmente en una encrucijada donde coinciden culturas, tendencias estéticas nuevas, ritmos, músicos, etc.

¿Además de la labor como directora de su compañía, qué otras labores realiza?

Además de dirigir mi grupo y crear coreografías, imparto docencia en la Escuela Nacional de Danza, que ha llegado a ser como mi segunda casa. Allí imparto clases y, además, me han dado el apoyo necesario para que mi grupo funcione.

¿Existe una danza contemporánea dominicana?

Creo que sí. No existen muchos grupos o personas dedicadas ahora mismo a la danza contemporánea, pero los que hay tienen un trabajo valioso, sacrificado y con muchísimo amor por el arte, que van hacia los elementos necesarios para una danza dominicana.

¿Por qué una sola función del espectáculo el 12 de junio?

Quiero reunir todas las energías posibles. El público para danza contemporánea es difícil. Yo me propongo con este proyecto unirme a los esfuerzos que se hacen en la Escuela de Danza Nacional como formadora de criterios.

[b]La artista[/b]

Es licenciada en Danza Contemporánea como bailarina y coreógrafo de la Universidad Nacional de Costa Rica. Desde los seis años de edad estudió ballet. Formó parte de diversos colectivos danzarios, como los grupos Danza UNA, Danza Libre, Fantasía Folclórica. Ha actuado en Inglaterra, Estados Unidos, México, Guatemala, Panamá, El Salvador, entre otros países. Es autora de nueve coreografías.