Los locos también piensan, una cinta honesta y digna
Actores de trayectoria y debutantes se unen en pantalla
Santo Domingo. ¿Qué es para usted un buen guión? Es la pregunta que da sentido a la producción dominicana "Los locos también piensan", interrogante que uno de los personajes elabora y que la misma película intenta responder. Sin duda, es una apuesta arriesgada, ya que implica cierto modo de entender la cinematografía, lo cual conlleva una suerte de declaración de principios. Si además Luisito Martí, funge como guionista, productor y actor múltiple en el filme, entendemos que estamos ante el todo o nada.
En primer lugar, consideramos que es una película honesta y muy digna. Se trata de un proyecto que arrancó con los pies en la tierra, teniendo muy claro sus objetivos artísticos y comerciales.
Su punto de partida es el conocimiento de la cultura urbana dominicana y su particular sentido del humor, que asigna a la frase ingeniosa el lugar más relevante. En ello destaca el personaje Balbuena, que encarna al "tíguere" de barrio que se las busca honestamente sacando partido a su capacidad de improvisación. Hay en este personaje la mejor tradición de la comedia latinoamericana (¨Cantinflas¨ y ¨Tres patines¨), que tiene su origen en la novela picaresca española. Genera además este personaje una natural complicidad con el espectador, aspecto fundamental en la credibilidad del relato; sin duda posee elementos de identidad que van más allá del propio filme.
La historia
La historia es sencilla y novedosa. Balbuena tiene un primo dramaturgo que sufre de trastornos mentales y no le interesa ni la fama ni el dinero. Balbuena le propone llevar al cine uno de sus guiones; para ello, utiliza las relaciones que ha establecido como tramoyista en una casa productora, ¨picoteo¨ que realiza al margen de su oficio como albañil. Rechazado el guión, el primo se obsesiona en demostrar que su idea era buena y para ello no duda en asaltar un banco. Hay en el guión original un aporte concreto, ya que difícil es encontrar argumentos que no hayan sido antes utilizados en otras producciones.
Ahora bien, cinematográficamente hablando la película es discreta, el gran peso de la información se lo lleva el libreto, es decir, lo que los actores hablan; se nota en ello la influencia del teatro y de cierto estilo más cercano a la televisión que al cine. Los recursos propios del arte cinematográfico quedan limitados al montaje de acciones paralelas, a elipsis de tiempo sencillas y a escenas en que aparecen simultáneamente los tres personajes que Martí interpreta.
En cuanto al relato mismo, la estructura narrativa elegida resulta un tanto compleja, ya que se establecen tres líneas argumentales paralelas: Balbuena, el primo y su guión; un coronel de la policía y su familia, interpretado por Felipe Polanco; y una suerte de comentario sobre situaciones urbanas que el personaje Casimiro realiza en paralelo. Las tres historias no cuajan del todo y quedan algunos cabos sueltos, lo cual le resta contundencia al relato.
La realización
Se nota en la puesta en escena una adecuada dirección de actores, el trabajo con los personajes secundarios es bastante sólido y funciona bien la mezcla de experimentados en las tablas con nóveles talentos. La producción logra, con sencillos escenarios y evidente bajo presupuesto, un ambiente realista y acorde con el estilo del relato. Hay en la música momentos bien logrados, especialmente en las escenas de acción, que aportan dinamismo a la historia.
Con sus aciertos y debilidades esta producción funciona bien para el gran público y constituye además un paso adelante en la cinematografía local, que amplía el campo de una constante que podría denominarse neocriollismo, ya presente en "Perico Ripiao" y "Nueva Yol". Se comprueba de paso que la apuesta por la comedia y la identidad dominicana es correcta. Recomendable para todo espectador que desee mirarse sin prejuicios en el espejo del cine dominicano.
Los locos también piensan
República Dominicana, 2005 92 minutos.
Dirección: Humberto "Che" Castellanos
Guión: Luisito Martí y Robert Luis Martí
Música: Pengbian Sang
Fotografía: Mauro de Vita
Intérpretes:
Luisito Martí
Felipe Polanco
Celinés Toribio
Iván García
Robert Luis Martí
Franklin Domínguez
Andy Montañez
Fausto Mata
En primer lugar, consideramos que es una película honesta y muy digna. Se trata de un proyecto que arrancó con los pies en la tierra, teniendo muy claro sus objetivos artísticos y comerciales.
Su punto de partida es el conocimiento de la cultura urbana dominicana y su particular sentido del humor, que asigna a la frase ingeniosa el lugar más relevante. En ello destaca el personaje Balbuena, que encarna al "tíguere" de barrio que se las busca honestamente sacando partido a su capacidad de improvisación. Hay en este personaje la mejor tradición de la comedia latinoamericana (¨Cantinflas¨ y ¨Tres patines¨), que tiene su origen en la novela picaresca española. Genera además este personaje una natural complicidad con el espectador, aspecto fundamental en la credibilidad del relato; sin duda posee elementos de identidad que van más allá del propio filme.
La historia
La historia es sencilla y novedosa. Balbuena tiene un primo dramaturgo que sufre de trastornos mentales y no le interesa ni la fama ni el dinero. Balbuena le propone llevar al cine uno de sus guiones; para ello, utiliza las relaciones que ha establecido como tramoyista en una casa productora, ¨picoteo¨ que realiza al margen de su oficio como albañil. Rechazado el guión, el primo se obsesiona en demostrar que su idea era buena y para ello no duda en asaltar un banco. Hay en el guión original un aporte concreto, ya que difícil es encontrar argumentos que no hayan sido antes utilizados en otras producciones.
Ahora bien, cinematográficamente hablando la película es discreta, el gran peso de la información se lo lleva el libreto, es decir, lo que los actores hablan; se nota en ello la influencia del teatro y de cierto estilo más cercano a la televisión que al cine. Los recursos propios del arte cinematográfico quedan limitados al montaje de acciones paralelas, a elipsis de tiempo sencillas y a escenas en que aparecen simultáneamente los tres personajes que Martí interpreta.
En cuanto al relato mismo, la estructura narrativa elegida resulta un tanto compleja, ya que se establecen tres líneas argumentales paralelas: Balbuena, el primo y su guión; un coronel de la policía y su familia, interpretado por Felipe Polanco; y una suerte de comentario sobre situaciones urbanas que el personaje Casimiro realiza en paralelo. Las tres historias no cuajan del todo y quedan algunos cabos sueltos, lo cual le resta contundencia al relato.
La realización
Se nota en la puesta en escena una adecuada dirección de actores, el trabajo con los personajes secundarios es bastante sólido y funciona bien la mezcla de experimentados en las tablas con nóveles talentos. La producción logra, con sencillos escenarios y evidente bajo presupuesto, un ambiente realista y acorde con el estilo del relato. Hay en la música momentos bien logrados, especialmente en las escenas de acción, que aportan dinamismo a la historia.
Con sus aciertos y debilidades esta producción funciona bien para el gran público y constituye además un paso adelante en la cinematografía local, que amplía el campo de una constante que podría denominarse neocriollismo, ya presente en "Perico Ripiao" y "Nueva Yol". Se comprueba de paso que la apuesta por la comedia y la identidad dominicana es correcta. Recomendable para todo espectador que desee mirarse sin prejuicios en el espejo del cine dominicano.
Los locos también piensan
República Dominicana, 2005 92 minutos.
Dirección: Humberto "Che" Castellanos
Guión: Luisito Martí y Robert Luis Martí
Música: Pengbian Sang
Fotografía: Mauro de Vita
Intérpretes:
Luisito Martí
Felipe Polanco
Celinés Toribio
Iván García
Robert Luis Martí
Franklin Domínguez
Andy Montañez
Fausto Mata
Mario Núñez Muñoz

Mario Núñez Muñoz