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Mayra Montero

"Después del reggaeton tiene que venir una edad de la inocencia"



Llegó a la entrevista con cuerpo y mente trasnochados. Había compartido confidencias y nostalgias con su buen amigo Freddy Ginebra. Mayra Montero se define como una mujer anfibio, pasa del periodismo a la literatura sin ni siquiera pensarlo y es algo que le divierte… muchísimo.


Nacida en Cuba, siendo una adolescente se fue a vivir a Puerto Rico donde ha desarrollado su labor como escritora y periodista. Está bastante harta de la etiqueta de "escritora erótica" pero no le importa hablar de sexo y de una de sus pasiones: criar pavos reales.Con su última novela "Son de Almendra" entra a formar parte del sello Alfaguara. Una historia que comienza: "El mismo día que mataron a Umberto Anastasia en Nueva York, escapó un hipopótamo del Zoológico de La Habana".


¿Te engancha?


¿Fue difícil abandonar Cuba?

Sí, tenía 17 años, y en ese momento (1970) uno se iba de Cuba para siempre. Recuerdo que estuve llorando como una semana en Méjico. Fue duro, pero dentro del desarraigo tuve la suerte de llegar a un país como Puerto Rico, también caribeño y en seguida me integré. Hice mis amigos, empecé a escribir, fui a un taller literario que dirigía un escritor muy importante, Emilio Díaz Valcárcel, donde conocí a otra gente con mis mismas inquietudes, empezamos a escribir, de ahí salió mi primer libro, "Veintitrés y una tortuga".

Ese amor por las palabras, ¿de dónde le viene?

Mi padre era guionista de televisión, era humorista, y desde que nací lo recuerdo escribiendo delante de la maquinilla. Me críe pensando que ese era el oficio y me entró en el sistema desde que era una niña, ya desde entonces hacía cuentos.

Ha afirmado que para la seducción hace falta imaginación, ¿cómo se rescata en este mundo tan computarizado?

Creo que no hay que rescatarla, se tiene imaginación o no se tiene. Y en cuanto a la tecnología, antiguamente cuando se tenía que hacer una investigación sobre algo se sufría, creo que la tecnología nos ha ayudado mucho a investigar, sobre todo el internet, pones una clave y te salen maravillas. No soy muy tampoco muy forofa de la tecnología, es un instrumento y la utilizo muy moderadamente.

Pero, siente que las nuevas generaciones pierden en el camino esa imaginación…

La tecnología mata bastante esa imaginación, se están perdiendo de muchas cosas, y uno no tiene ni idea cómo van a salir estos muchachos, a mí me asusta.

Esos niños pegados a los juegos electrónicos, como autómatas, que los está criando una máquina o un televisor, me parece horrible. Se están perdiendo de unas experiencias tremendas, cierto que tendrán otras que nosotros ni comprendemos ni imaginamos.

PARODIA Y SEXO

Cuando decide escribir novela erótica en su interior busca excitar, despertar sentimientos dormidos…

Siempre he trabajado la novela erótica un poco como una parodia, con mucho humor, burlándome de los clichés que tiene la gente sobre el sexo, sobre todo en el Caribe, con los negros, con la cuestión racial. He parodiado un poco todo eso, me he acercado al erotismo desde el humor, que creo que es una manera bastante segura de hacerlo porque los demás son terrenos muy movedizos.

Mencionó una vez que "el erotismo es el preservativo de la pornografía"…

¿Yo dije eso? No me acuerdo, a lo mejor me lo inventé, no le encuentro tanto sentido ahora, me parece hasta medio cursi, uno dice muchos disparates…

¿Cómo se investiga para hacer una novela erótica?

No se investiga lo que es el erotismo, por ejemplo, en "Púrpura profundo" hice una investigación tremenda con los músicos y los instrumentos musicales. Pero el erotismo, la gente hace el amor de una sola manera, claro, con muchas variantes.

¿Qué le gusta que los alumnos de sus talleres aprendan? Algo básico para usted.

He dado talleres de creación y de periodismo, pero en realidad creo que soy muy mala maestra, no me gusta enseñar. Las cosas que creo y cultivo no se puedan enseñar. Puedes dar unos consejos, lo mismo que el periodismo, nadie sale de una escuela de periodismo como periodista, sales con herramientas básicas, te conviertes en periodista en el día a día. Además tienes intuición e instinto o no los tienes, punto.

VOLVER A CUBA

Cuando uno lee de qué trata "Son de Almendra" piensa que está frente a una historia de detectives, pero al final te encuentras una crónica de época…

No creo que sea una novela policíaca, hay una investigación policíaca, pero son dos historias de amor imposible con el telón de fondo de una investigación que fue la que yo hice, y que hace el personaje de Joaquín.

En sus agradecimientos menciona que una de sus fuentes le dijo: "qué mafiosa mas floja me ha salido"…

Ese fue un hombre que no se quiso identificar, porque es ahijado de uno de los mafiosos. Sobre todo en la cuestión de los casinos, yo era totalmente ignorante, y él me decía "eso no es así, qué mafiosa más floja me has salido".

El estaba metido en ese mundo desde los 16 años, tendrá cerca de los 70 años, es muy jovial, muy cariñoso, pero no quiso que se le identificara porque se podía interpretar que cierta información que yo tenía de estos capos mafiosos me la había dado él y no es así.

Reggaeton nada inocente

"El reggaeton es un género nacido en Puerto Rico y ha llegado a niveles que ya no se puede hacer más nada, ya no se puede "chupar", "desgarrar", introducir… Ellos lo han dicho todo ya. Hay algunos autores muy buenos como Daddy Yankee, Tego Calderón y Residente Calle 13.

El caso es que todo el mundo habla de sexo en el reggaeton, y la manera en que lo bailan que prácticamente copulan. Pienso que después de esto tiene que haber una ola de inocencia, porque se tienen que hastiar. Es como en las películas pornográficas que ves tanto el órgano entrando y saliendo que llega un momento en que te aburres.

Para estos muchachos, después de toda esa hemorragia de sexo, no hay más nada que decir ni que inventar con los cuerpos y tiene que venir una edad de la inocencia.

Al son de la almendra

La vida nocturna de La Habana, el periodismo investigativo, el crimen organizado, el amor imposible… Todos estos elementos conforman "Son de Almendra" la última novela de Mayra Montero que presentó en junio en nuestro país. La trama lleva a Joaquín, un joven periodista, a investigar la muerte del capo mafioso Umberto Anastacia, corre el año 1957 y el escenario en La Habana. Esta historia aparentemente policíaca sirve de palestra para que la autora haga un recorrido por la sociedad cubana de esa época y de manera un poco nostálgica volver a su país natal aunque sea a través de la ficción.

Mayra Montero ha escrito ocho novelas, y ganó el premio "La Sonrisa Vertical" por su libro "Púrpura Profundo" en 2000. Periodista, vive desde hace 33 años en Puerto Rico y entre sus trabajos podemos mencionar, "La última noche que pasé contigo" (1991), "Tú, la oscuridad" (1995), y "El capitán de los dormidos" (2002).

Tiene una columna semanal, "Antes de que llegue el lunes" en el periódico El Nuevo Día.