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Mirna Pichardo

"Es momento de bajar el ritmo"

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Mirna Pichardo
Mirna Pichardo
¿En qué etapa se encuentra Mirna Pichardo? De mucha agitación, porque cada día me veo con más responsabilidades. Ahora mismo siento el deseo de bajar un poco el ritmo, porque grabar todos los días un programa de televisión, sea "Qué tal" o "La vida misma", además de tantas situaciones en la compañía, Comunicaciones y Eventos, es demasiado. Actualmente tenemos muchos proyectos y estoy trabajando intensamente, lo mismo que César.

Estoy loca porque lleguen las vacaciones, necesito como un respiro, seé que va a ser muy corto, quizá 15 días, me iría a mediados de julio, para mi cumpleaños, me voy a llevar los niños a un campamento.


¿Qué te gustaría hacer?

Necesito, bueno me encantaría, ir a un spa, pero no sé si lo voy a poder aceptar porque al final sale la naturaleza de la vida que uno lleva. Vivo con un ritmo tan agitado que sólo imaginarme descansando, que las horas pasen sin tener nada que hacer… pienso que eso me va a estresar. La verdad que siempre he soñado con un spa pero ahora mismo no sé si sería oportuno hacer algo con lo que me voy a sentir más inquieta. Pero, por lo menos cambiar de lugar por unos días.

Entonces, profesionalmente ¿en qué estás implicada?

Estoy muy entusiasmada, las cosas están marchando muy bien en mi vida, realmente. Veo que cada día se posiciona más mi programa, que a la gente le gusta nuestro trabajo, sobre todo el que estamos haciendo en "La vida misma". Es un programa que requiere de mucho equilibrio y de mucha objetividad porque estás continuamente exponiendo la vida de la gente, sus problemas, traumas, malas experiencias, en fin, las miserias humanas.

Pienso que uno tiene que ser responsable como persona y como ente social para tomar un caso de la vida real y llevarlo a la pantalla. Es como tratar de poner en el mercado una buena oferta para el consumo masivo donde cuanta más sangre, sensacionalismo o más cargado de emotividad sea el tema, más le gusta a la gente.

Pero tengo el miedo de dañar a la gente, últimamente estoy muy reflexiva con eso, pienso que uno tiene una responsabilidad social, cada cosa que dices y denuncias tiene consecuencias.

¿Cómo crees que se logra ese equilibrio del que hablas?

Hace poco estaba viendo un programa de transformación de belleza y uno no sabe hasta dónde nos van a llevar. Estaban haciendo un blanqueamiento anal, y yo me preguntaba cómo podían tratar ese tema con tanta naturalidad.

¡Hasta dónde va a llegar la obsesión por la belleza! Es una carrera loca y los medios jugamos un papel preponderante en ese sentido, sobre todo con la gente joven, tú la moldeas, la cambias… Nadie puede tener arrugas, chichos, y todo el mundo tiene que ser perfecto. Y es verdad que es un recurso, llegada a determinada edad te ayuda, pero hay una obsesión en el mundo, y no importa los pocos recursos económicos que tengas es un dinero que la mujer destina para su belleza.

¿Estás o no a favor de la cirugía plástica?

Cuando es necesaria, pero pienso que todo lo que puedes trabajar con tu cuerpo es mejor. Esa ha sido la experiencia de mi vida, hago gimnasia casi todos los días, si no puedo caminar entre semana lo hago los domingos en el Mirador, y por lo menos voy tres veces a la semana al gimnasio. Pero eso es algo que me viene de familia, de mis padres.

Trato de aguantar hasta donde más pueda la visita a un cirujano, sé que voy a hacerme la cirugía de los ojos cuando lo necesite porque mi trabajo me lo demanda, pero trato de prolongarlo y además no es algo que me obsesione. En lo que sí invierto mucho es en cremas, sobre todo en la parte facial porque me maquillo mucho. Me hago la oxigenación, pero no soy obsesiva con eso, lo hago y lo disfruto, y si es necesario invierto, pero tampoco es que no me alcance el dinero por invertirlo en esta faceta.

Hablábamos de equilibrio, ¿cómo se alcanza en un programa como el tuyo que habla de realidades?

Por suerte yo tengo siempre a César que en cierta forma es como un consejero, confío mucho en la objetividad de su criterio cuando tengo temas muy difíciles de tratar.

Pero también hay una parte que es mi sensibilidad, mi decisión, que siempre la respeta. Y es verdad que uno se involucra mucho y a la vez haces introspecciones contigo misma: cuánta maldad, cómo es posible que un señor viole a una anciana y por qué la justicia ha sido tan benigna.

Pero imagínate lo que es tomar la vida de una persona en tus manos, y tratar de hacer un trabajo periodístico en el que primero debes estar convencido, pero a la vez sabes que cualquier cosa va a permear en la opinión publica o en la justicia porque uno tiene acceso a ciertos estamentos. Esas cosas me las tomo muy en serio y trato de no hacer daño gratuitamente.

¿Tus hijos ven tu programa?

En ocasiones los he sentado conmigo para que los vean, me preguntan muchas cosas sobre la gente, cómo pudiste hacer eso crees que es así como lo presentas, mami ten cuidado. Tienen 15,14 y 13. Normalmente no les interesa ver nuestros programas porque les quitan parte del tiempo de sus padres.

Pero a veces los siento conmigo, por ejemplo, cuando hice el trabajo de las pandillas juveniles, les expliqué lo que eran y la necesidad de reconocer a esos muchachos que pueden ser un mal ejemplo para ellos. Incluso la situación se puso tan difícil que me fui varias veces con ellos y me puse como si fuera una policía a ver la actitud de los jóvenes. Mis hijos a veces me reclaman, mamá te estás implicando demasiado, pero yo trato de que vean los programas que pueden tener algo de repercusión en su formación.

Más a largo plazo ¿qué proyectos tienes?

Vienen cambios en mi programa diario "Que tal", donde voy a tener menos presencia para ir descargándome un poco. Vamos a retomar la idea inicial de hacerla más una revista de variedades, grabar temas en exteriores que no voy a conducir yo. Además, repetir parte de los programas que hace el equipo, reproducir algunas cosas buenas que muchas veces no se pudieron apreciar.

En cuanto a proyectos, dedicarme más tiempo a la oficina, como ya tenemos cinco programas, "El poder de la tarde", "Hoy mismo", "Hola matinal", "Qué tal" y "La vida misma", participar más en las relaciones de negocio, en las ventas. Ya estoy cansada de maquillaje, de ropa y de que me vean, quiero estar en mi casa con mis hijos, hacer esas relaciones públicas y estar un poco más en la oficina, que me necesitan. Ese es el plan.

Cuando me vine a dar cuenta estaba en televisión todos los días, de lunes a sábado, y tampoco eso es bueno.

Quisiera tener las tardes libres, para dedicársela a mis hijos, pero todavía es el tiempo de la productividad, me esperan unos años más, no con el mismo nivel de intensidad.

A nivel personal ¿cómo estás?

También he pensado que, aparte de todo, me paso la vida trabajando y mis amigas me reclaman, no fuiste a tal fiesta o aniversario, y esa parte de mi vida también quiero recuperarla. No estar en la calle, porque esa no es mi naturaleza, pero sí cumplir un poco más, creo que he dejado de cumplir en los últimos tiempos por tanta agenda complicada.

¿Y con tu pareja?

Me encantaría convencerle de que los viajes son muy importantes, pero César no se puede despegar de aquí. Tengo un tiempo tratando de que entienda que se tiene que salir un poco de la televisión, que a veces las cosas están muy tensas y muy duras y él no tiene que ser el redentor de este país. Me encantaría que me complazca y se vaya 15 días conmigo. Estamos los dos necesitados de tiempo de pareja.

Pienso que uno tiene que ser responsable como persona y como ente social para tomar un caso de la vida real y llevarlo a la pantalla.

Mis hijos a veces me reclaman, mamá te estás implicando demasiado.