Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
música sacra
música sacra

Música sacra sin más, para vivir esta semana

Sugerencias para los que se animen a escuchar música sacra en esta Semana Santa

Expandir imagen
Música sacra sin más, para vivir esta semana
Sugerencias para los que se animen a escuchar música sacra en la Semana Mayor. (SHUTTERSTOCK)

Para estos días de la Semana Mayor me voy a permitir algunas sugerencias para los que se animen a escuchar música sacra. Los días llaman a este género, donde el ritmo para algunos es diferente y nos invitan a rendirnos ante estas composiciones.   

Están los réquiems (misas de difuntos) de Giuseppe Verdi, W. A. Mozart y el Réquiem Alemán de Johannes Brahms, los más conocidos y exquisitamente hermosos.

Si de réquiems hablamos, no podemos dejar de lado el Réquiem del compositor francés Gabriel Fauré, completamente diferente a los anteriores. Fauré no tenía creencias religiosas claras. La esencia de la obra es más humanista que religiosa. En lugar de la naturaleza sombría de otros réquiems, Fauré nos regala una música serena, apacible. Encontramos consuelo musical en una composición que se enfoca en la naturaleza tranquila y libre de miedo a la muerte, evocando un suave consuelo. La obra ha sido llamada una canción de cuna de la muerte.

Como no podemos escoger toda la música de J.S. Bach, escrita en su totalidad para la gloria de Dios, recomiendo dos. La primera, La Pasión según San Juan, es una obra bellísima, calificada como una de las mejores piezas musicales jamás escritas. Es considerada como un tesoro de innovación, incansablemente sorprendente en sus combinaciones de estilos musicales de la época y envuelta en misticismo.   

Y la segunda, la Misa en Sí menor, la gran misa católica de un luterano. Bach consideraba la composición de una misa completa como la cumbre del trabajo musical, y quería ubicarse en la línea centenaria de maestros cuyas obras más ambiciosas eran arreglos para misas. La misa constituye un rito religioso completo, además de una plataforma universal para examinar las dualidades de vida y muerte, alegría y sufrimiento, pecado y redención, sujeto y objeto. Bach respondió al desafío con un rebosante universo musical de luz y oscuridad, mezclando todos los estilos y géneros que conocía, arcaicos y actuales, en una creación asombrosa. Ya al final de su vida, nos legó una contribución trascendente desde la misma liturgia católica, sin olvidar que era luterano.

Hay muchas obras que representan la escena de la Virgen María a los pies de la Cruz. El Stabat Mater (De pie la Madre) es una de ellas. Es una plegaria compuesta en el Siglo XIII y cuyas palabras han sido musicalizadas. Una de las más bellas es la de Il Prete Rosso -el Monje Rojo-, de Antonio Vivaldi.  El compositor es mejor conocido por su obra para cuerdas, Las Cuatro Estaciones. Este Sabat Mater nos habla de la riqueza y versatilidad del sacerdote italiano Fue escrita para voz de castrati o falsetto o la voz que hoy en día conocemos como contratenor.

Misa en do menor K.427 de W.A. Mozart (kroningsmesse). Mozart escribió esta misa en la primavera de 1779 para las celebraciones de Pascua, y al igual que toda la música compuesta en este periodo muestra su madurez como compositor, esta es su decimosexta misa. En general la música en esta misa, aunque solemne, se manifiesta brillante, lujosa y se ha convertido en la más popular de entre las compuestas por Mozart y las composiciones de su género. Parece ser que el sobrenombre de esta misa, “Misa de Coronación”, se debe a que fue interpretada en Viena durante las celebraciones de la coronación de Leopoldo II, en 1791.

Que tengan una Semana Santa llena de paz y que disfruten de estos días de descanso.  

TEMAS -

Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.