Beethoven une mundo en su 250 aniversario
Es el compositor más interpretado
También se escuchará en Santo Domingo
Carmen Rita Malagón
En este 2020 el mundo celebra el 250 aniversario del nacimiento de quien muchos llaman el más grande de los compositores, y no están alejados de la verdad.
No creo necesario ahondar en la vida del compositor, que de una manera u otra forma todos conocemos. ¿Quién no ha escuchado su Sinfonía No. 9? La Oda a la Alegría es un canto de esperanza basado en un poema del alemán Friedrich von Schiller.
La cara de Beethoven la conocemos; su busto o su retrato, con el ceño fruncido y cara de pocos amigos, preside la mayoría de las salas de conciertos del mundo.
En este 250 aniversario, el estado alemán ha destinado 42 millones de euros y se han programado más de mil conciertos en toda Alemania. En Bonn, ciudad de su nacimiento, habrá exposiciones y conciertos durante todo el 2020. El 28 de abril se estrenará en esa ciudad la sinfonía de la que dejó solo bosquejos, la No. 10, y que ha sido completada íntegramente mediante el uso de inteligencia artificial.
Vida
En 1792 Beethoven se traslada a Viena donde es alumno por poco tiempo de Josep Hydn. Es en Viena donde desarrolla su monumental y extensa obra. Allí fallece y está enterrado en una tumba donde solo se lee “Beethoven”.
Las celebraciones en Viena serán muchas. Por primera vez el archiconocido Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, incluyó una obra del compositor. En todas las salas de concierto del mundo y todas las orquestas, se celebra en 2020 este importante aniversario.
Beethoven marca la transición entre el clasicismo y el romanticismo. Pero, dejemos de lado al semidios y hablemos un poco del hombre atormentado por una niñez desgraciada, un adulto con una salud llena de enfermedades crónicas que lo atormentaban, sufrido, solitario, sordo casi desde los 30 años e incapaz de encontrar el amor de una mujer. Todo ese sufrimiento fue transformado en la monumental obra musical que legó. Beethoven permanece vivo en la historia para recordarnos de lo que es capaz la humanidad.
Beethoven nos dejó 9 sinfonías, de las cuales 5 están entre las doce sinfonías más grandes de la historia; 5 conciertos para piano y orquesta; un concierto para violín y orquesta; 16 cuartetos de cuerdas; 32 sonatas para piano; dos misas; 10 overturas,10 sonatas para violín y piano, 5 sonatas para cello y piano, mucha música para otros instrumentos y una sola opera que es, como todas sus composiciones, una obra maestra.
La vida de Beethoven puede dividirse en tres periodos: juventud, de 1792 a 1803; media, de 1803 a 1817; y la madurez de 1817 a 1827.
En este último período trasciende toda la música anterior volando a los planos más elevados que la imaginación humana puede alcanzar.
Disfrutar a Beethoven
Para escuchar a Beethoven, aquellos que se quieren iniciar, estas son mis recomendaciones:
Iniciar con las sinfonía No. 3, Eroica, (La Heroica, en español) en la que dicen los expertos que Beethoven rompió las reglas básicas de la escritura sinfónica de todos los tiempos. Luego la No. 5, la 7 o la Apoteosis de la Danza. También les recomiendo la grabación de Carlos Kleiber, con la Filarmónica de Viena en 1976, sin olvidar por supuesto la Novena Sinfonía, en la grabación que se hizo en 1951 en el Festival de Bayreuth con William Furtwangler.
Los conciertos de piano el No. 4 y el 5, el famoso Emperador, aunque prefiero el No. 4, busquen las grabaciones de Alfred Brendel o Daniel Barenboim En música de Cámara El Cuarteto de Cuerdas No. 13 y el sexteto para vientos y cuerdas.
Las sonatas para piano son maravillosas todas, pero para iniciar hay que escoger, para mi gusto La Patética, Claro de Luna, Appasionatta y La Tempestad, grabadas por Daniel Baremboin, Claudio Arrau o Mauricio Pollini.
El Triple concierto para piano, violín, cello y orquesta, hay maravillosas grabaciones y es ligero y hermoso. No podemos dejar a su única opera Fidelio ni la Missa Solemnis.
Llenemos el 2020 de Beethoven. Los tapones serán más ligeros, nuestra alma se llenará del héroe que superó todas sus tragedias y nos regaló esta música celestial que al escucharla por un momento nos hace mejores personas.
Carmen Rita MalagónEstudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.
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