El bufeo de Lápiz Conciente, ¿por qué se llama el cuarto maestro de la Escuela de la Sospecha?

SANTO DOMINGO. “Me considero el cuarto maestro de la sospecha del movimiento urbano”, dijo Lápiz Conciente en el Streaming Libre realizado en la redacción de Diario Libre este miércoles.

A la afirmación le siguió una carcajada. Y luego la expresión de que era una broma.

Muchos se preguntaron qué quiso decir el Papá del Rap Dominicano con eso de ser el cuarto maestro de la Escuela de la Sospecha.

Si hay un artista controversial dentro del movimiento urbano es el Lápiz Conciente. Su abuela Palín con 95 años de edad, y una salud física y mental que Dios se la bendiga, fue la encargada de criar al Lápiz, quien aunque reside actualmente en una zona de alto standing de la capital dominicana, pasa la mayor parte de su tiempo en Los Mina, el barrio donde sigue residiendo Palín, quien no se ha querido mudar, pues allí ella es ella, una filósofa natural. Y de la casta le viene al galgo.

Lápiz, cuyo verdadero nombre es Avelino Junior Figueroa Rodríguez, tiene 35 años y una cultura que deben envidiar la mayoría de los artistas urbanos dominicanos. Por estos días promueve el tema Tamo heavy de su próximo disco para Sony Latin Music: Cicatrices.

Pues bien, la Escuela de la Sospecha fue una expresión creada por el filósofo y antropólogo francés Paul Ricoeur, quien en su libro Freud: una interpretación de la cultura, estableció que dicha escuela la integran Karl Marx, Frederich Nietzsche y Sigmund Freud, quienes consideran que la conciencia en su conjunto es falsa, pues el primero la ve falseada por los intereses económicos, el segundo por el resentimiento del débil, y el tercero por la represión del inconsciente.

“...los tres comienzan por la sospecha con respecto a las ilusiones de la conciencia y continúan por el ardid del desciframiento; los tres, finalmente, lejos de ser detractores de la “conciencia”, apuntan a una extensión de la misma. Lo que quiere Marx es liberar la praxis por el conocimiento de la necesidad; pero esta liberación es inseperable de una toma de conciencia que responde victoriosamente a las mistificaciones de la conciencia falsa. Lo que quiere Nietzsche es el aumento de la potencia del hombre, la restauración de su fuerza;... Lo que quiere Freud es que el analizado, haciendo suyo el sentido que le era ajeno, amplíe su campo de conciencia, viva mejor y finalmente sea un poco más libre, y de ser posible, un poco más feliz”, propone Ricoeur en las páginas 34 y 35 de su libro. Haciendo un interesante símil, Lápiz Conciente en tono jocoso expresó que se considera el cuarto maestro de la Escuela de la Sospecha, gracias a sus lecturas y capacidad para manejar temas filosóficos y sociales del barrio y de la realidad urbana, dentro del rap.

Alfonso Quiñones