“En la música hay muchos engaños y promesas”

SANTO DOMINGO. Con Nathalie hablamos de todo; de los retos que enfrentan las mujeres en una industria tan competitiva como la música, de sus proyectos, del acoso, la política y hasta del amor, durante su visita a las instalaciones de Diario Libre.

—¿Te ha sido difícil hacer música en la República Dominicana?

Sumamente difícil, pero todo en la vida lo es. Lo que tiene que tener una persona para destacarse, en la balada o cualquier otro género, es amor por lo que haces y creer en ti mismo. La música en general tiene muchos altibajos. Hay muchos sacrificios, pero eso me da más fuerzas de querer hacer más. Para hacer música en la República Dominicana hay que ponerse una coraza. Siempre habrá gente derrotista que quiere que seas igual; además hay mucho engaño, muchas promesas incumplidas, y definitivamente no tienes tiempo para ti.

—Para la mujer puede ser más difícil desarrollarse en la música, y más en la balada. ¿Cómo ha sido tu experiencia?

Es más difícil porque tienes abiertos dos frentes: ser baladista y mujer. Romper la primera barrera para mí fue fácil, que fue la del género musical, porque cuando empecé a cantar, lo hice en el género que gustaba, independientemente de los consejos que me dio la gente. No lo hice buscando una notoriedad inmediata, porque sé que todo lleva su tiempo. Lo hice buscando hacer algo que me gustara y con lo que me sintiera identificada. Lo segundo, el hecho de ser mujer ya es complicado en nuestro país, como en el resto de los países latinoamericanos donde impera el machismo, que sin querer nos pone como minoría. Me siento muy bien siendo mujer, y creo que el hombre y la mujer se completan, no podemos ser extremistas.

—¿Cómo fue pasar “Inmigrante” de una balada a un ‘remix’ urbano?

Yo amo la música en general. La gente dirá: “Eres baladistas, tú no debes cantar reguetón”, pero me gusta escuchar todo tipo de géneros. Por esa apertura musical no me dio ninguna molestia. No me cierro, no me limito. Se puede experimentar con respeto y cuidado. Esas fusiones y colaboraciones nos hacen crecer a todos. Usualmente se hacen para que otro tipo de público escuche artistas de otros géneros. Si está bien hecho no restar.

—¿Te ves trabajando tu carrera radicada fuera del país?

Por ahora desarrollaré mi carrera desde mi país, porque me gusta y tengo mucha gente que amo, pero sí duraré temporadas más largas en otros países. Me voy a Miami, Nueva York, Colombia, México y Ecuador, porque tengo presentaciones pautadas. Quiero captar corazones y si para eso tengo que salir del país, lo haré. Lo que quiero es que el mundo conozca mi música y mi bandera.

—¿Cómo te va en el mercado internacional?

Me sorprende mucho el recibimiento que tiene mi música en Sudamérica. He llegado a ocupar los primeros lugares en Colombia. Ellos tienen deseo de seguir escuchando mi propuesta.

—¿Qué se necesita para expandir el oído musical?

Crear escuelas de música en los sectores vulnerables o aislados. He tenido la oportunidad de ver como jóvenes de esos sectores disfrutan y cantan mis canciones, pero es necesario que empresas públicas y privadas inviertan en la educación musical de los jóvenes.

—¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Un video de la canción “No me daba cuenta”. Conciertos en Santiago y Santo Domingo, luego vamos a Colombia y Ecuador en septiembre; seguimos con México y Estados Unidos. Seguiré trabajando en pro de la música.

Sobre otros temas

—¿Crees que la música impacta en el accionar de las personas?

Definitivamente, para bien y mal. Cuando escuchas una música estruendosa te sientes exaltado, pero al mismo tiempo una canción una canción con una buena melodía te ayuda a tener un mejor día. La música educa para bien o educa para mal de acuerdo al mensaje que envié. Si en la radio lo que ponen-que la mayoría es internacional- con mensaje violento, como quieren que actúen las personas que la escuchan.

—En la actualidad se ha destapado una serie de denuncias sobre actrices y cantantes que han sido acosadas dentro de la industria. ¿Cómo ves este auge de denuncias y si has sufrido acoso sexual en su carrera?

Pienso que es bueno que actualmente nosotras estamos siendo escuchadas, porque antes era como un tema tabú. Muchas mujeres sufrieron calladas al no poder expresarse al respecto, incluso existen muchas que aún siguen padeciendo esta situación, llegando hasta ser abusadas y maltratadas, hay más libertad para hablar esos casos; pero al mismo tiempo, no todo es acoso. Un buen piropo no quiere decir que sea acoso, sin embargo no quiere decir que a mí me agrade, esas son dos cosas distintas. Un gesto o piropo bonito si yo lo recibo o te doy la señal de que quiero recibirlo lo hago y si no me voy y se acabó.

Nosotras las mujeres tenemos un problema que por ser mujeres ya el hombre entiende que puede decir lo que quiere. Eso no está bien, porque estoy seguro que si a un hombre le hablaran como lo hacen a una mujer no se sentiría nada cómodo.

En la industria trato de estar siempre acompañada, porque es sabido que los poderosos por su condición piensan que tienen carta blanca de hacer y decir lo que quieran, y como yo no permito esa situación, prefiero andar acompañada.

—¿Aceptarías un cargo político o aportarías de otra manera a la sociedad?

No aceptaría un cargo político, me siento mejor aportando como lo estoy haciendo ahora, con mi música. El concepto de un político es trabajar para el pueblo, pero aquí se ha desvirtuado mucho ese concepto, por eso prefiero ayudar si puedo desde mi realidad como artista. Educar, alegrar y emocionar a quien escucha mis canciones. Por eso canto al amor, al enamoramiento que dura seis meses, como tal, pero que después hay que trabajar para que se mantenga.

—¿Entonces el amor es una decisión?

El amor no es solamente emocional, es un trabajo, es por etapa, pero algo te tiene que gustar de esa persona, pero definitivamente es una decisión. Tú decides amar a otra persona, porque te gustó, pero tiene que ser una decisión de quedarte ahí, porque si no vas a estar saltando de aquí para allá.

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Jeury Frías