“Jesucristo Superstar”, una nueva versión moderna y espiritual
La pieza se despide este domingo 28 a las 6:30 p.m. en el Teatro Nacional
Daniela Pujols
Hace 16 años el maestro Amaury Sánchez montó por primera vez el musical “Jesucristo Superstar”, teniendo al polifacético Carlos Alfredo Fatule encarnando a Jesús de Nazaret.
La nueva producción de Amaury Sánchez con la dirección artística de Waddys Jáquez con tres únicas funciones en el Teatro Nacional fue totalmente diferente a la primera.
Nuevamente se destacaron los talentos emergentes formados por Sánchez y se presentó una pieza de altura conjugando la veteranía de Carlos Alfredo Fatule como un magistral Pilatos, Kenny Grullón hizo de un divertido y loco Rey Herodes, Checho Lora como el temido Caifás y Carolina Rivas fue la dulce María Magdalena, cuyos bíblicos papeles se complementaron con los roles estelares de Javier Grullón en la piel de Jesús de Nazaret, un rebelde JJ Sánchez como Judas Iscariote que mereció aplausos de pie, así como Alejandro Espino en el rol de Anás, Alejandro Moss como Simón Zelotes y Luis Armando encarnando a Pedro.
La pieza es una ópera rock con música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, que primero surgió como álbum conceptual en 1970 y luego dio un salto a Broadway y después hacia el mundo. Lo representado este fin de semana en el Teatro Nacional fue totalmente musical.
La pieza en escena
En dos horas de la obra de teatro musical se interpretaron 25 canciones divididas en dos actos. Pese a tener en escena una magistral banda en vivo dirigida por el maestro Amaury Sánchez que sonó espectacular, aunque muy alta en ocasiones, el sonido y las voces de los actores tuvieron varios fallos principalmente en el primer acto; las canciones no se entendían en la mayoría de los personajes, el que más sufrió esta situación fue JJ Sánchez, sin embargo, logró una actuación aplaudida, con buenos desplazamientos y coreografía y junto a Javier Grullón escenificaron las partes más dramáticas de la noche, demostrando su complicidad en escena.
La situación mejoró en el segundo tiempo. Tal cual se ha descrito en la Biblia Javier fue físicamente fiel a ese Jesús rebosante de paz y de perdón y logró altos registros vocales.
Las intervenciones cortas de los actores Carlos Alfredo Fatule, quien vocalmente fue lo mejor de la noche, Kenny Grullón y Checho Lora no tuvieron desperdicios. Carolina Rivas reflejó el amor y admiración que siente por el hijo de Dios y cantó en solitario los temas “Todo ya está bien” y “Empezar de nuevo” con notas altas.
Los cambios de vestimentas completamente modernas fueron también ejecutados que transportaron la historia al 2019; Waddys Jáquez recreó un set de circo durante la escena del Rey Herodes que se impuso como el retrato del “pan y circo” al pueblo, lo que hicieron finalmente con Jesús, según la historia.
La perversión que vio Jesús al llegar al templo fue retratada con una alusión al sexo por toda la compañía. El montaje, que constó en tres palcos movibles, se sintió peligroso en ocasiones porque algunos personajes en medio del baile podían pisar en falso.
El suicidio de JJ Sánchez como Judas luego de haber vendido a Jesús fue la parte más memorable, y literalmente quedó suspendido varios segundos en el aire.
El momento de la pasión y muerte de Jesucristo elevó a Javier Grullón como actor y dejó un buen sabor en la obra gracias a todos los elementos presentados a la par con cada uno de los talentos que cantaron, bailaron y actuaron en la pieza.
Al finalizar la función del viernes, Amaury Sánchez valoró “hacer esta representación con un elenco tan fabuloso y numeroso”, asimismo le agradeció a los talentos con especial mención a Waddys Jáquez porque creó todo el concepto artístico presenciado en el montaje.
Daniela PujolsApasionada del arte, la cultura, el turismo y la radio. Escribe para la sección Revista de Diario Libre. Egresada de Comunicación Social por la UASD y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa por la UNIR.
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