La Traviata en Santo Domingo

Considerada por muchos la más popular de todas las óperas. ¿Quién de nosotros no ha escuchado el famoso Brindis del primer acto? Les aseguro que quedaremos hechizados por la magia de esta obra, envuelta en la arrebatadora partitura de Verdi.

Disfrutaremos en vivo de un montaje estupendo, orquesta, coro y ballet. Hace ya cinco años que no se presenta una ópera en nuestro Teatro Nacional, una pena, porque el teatro es ideal para estas presentaciones. Ojalá que pudiéramos tener por lo menos una presentación al año, un disfrute completamente diferente a verla en el cine, por más calidad que la transmisión tenga.

La obra de Verdi con libreto de Franceso María Piave, se inspiró en la obra La Dame aux Camélias (La Dama de las Camelias) de Alejandro Dumas (hijo) y fue estrenada en La Fenice el 6 de marzo de 1853. La Traviata que veremos en abril está ambientada en nuestra ciudad en los años 50, atrevida apuesta y para mi, ganadora. Cada acto nos traerá un lugar emblemático de esos años.

La ópera descansa en tres roles principales: Violetta Valery (soprano), una bella mujer de vida alegre: Alfredo Germont (tenor), un joven de provincias locamente enamorado de Violetta, y el padre de Alfredo, Giorgio Germont (barítono), quien trata de impedir el romance de Violetta y Alfredo por el honor y el buen nombre de su familia. Se turnarán en el papel de Violetta Valery la soprano mexicana, Maria Katzarava, y nuestra Nathalie Peña Comas, en su debut en un rol principal en nuestro país. Ambas nos van a conquistar. Si hay un rol que obliga a la soprano a poseer una voz polifacética, ese es el papel de Violetta.

Alfredo Germont será el joven tenor costarricense radicado en España, David Astorga, y su padre Giorgio Germont el barítono venezolano Pedro Carrillo, radicado en Florencia. Voces todas que estoy segura nos van a encantar. Con ellos estarán nuestros más destacados cantantes líricos, la Orquesta Sinfónica Nacional y Coro y Ballet de La Traviata.

La dirección musical está a cargo del Maestro José Antonio Molina, la producción general y escenografía es de Fidel López, poseedor de exquisito gusto, y como director escénico tenemos a Eduardo Villanueva, completando un trío con experiencia que trabaja siempre buscando la excelencia.

La ópera narra la historia de Violetta, una joven mujer, de vida alegre. Violetta ocupa un lugar privilegiado en la historia de la ópera, que la eleva a la categoría de mito atemporal. Exceso, sacrificio y muerte, esas podrían ser las palabras con que podemos resumir cada uno de los tres actos de esta obra. Violetta, su enamorado Alfredo, el padre de Alfredo, nos irán narrando la historia, la vida disipada de Violetta, su amor por Alfredo, la felicidad siempre efímera.

Se inicia con un bello y triste preludio. De inmediato la música se alegra y nos encontramos en una divertida fiesta, donde nuestra heroína, alegremente celebra su vuelta a la vida social, después de una temporada de enfermedad. Entre los invitados se encuentra un joven, Alfredo Germont, que acaba de llegar de las provincias y se enamora perdidamente de Violetta. Ella lo rechaza pero piensa en lo feliz que podría ser disfrutando de un verdadero amor. En el segundo acto Violetta y Alfredo viven juntos y felices en el campo, Violetta ha dejado su vida disipada por Alfredo.

El padre de Alfredo, Giorgio, le pide a Violetta que deje a su hijo, lo que ella rechaza. Pero entonces se arrepiente y su generosidad y nobleza, la llevan a decidir sacrificar su amor por Alfredo y complacer a Giorgio. Violetta sabe que pronto morirá y decide partir con el corazón roto, diciéndole las palabras “ámame, Alfredo, tanto como yo te amo”.

En una fiesta, donde Flora es la anfitriona, todos los invitados comentan la separación de Violetta y Alfredo. El llega con ganas de vengarse de su amada que llega cogida del brazo de Douphol. Alfredo finge indiferencia mientras continúa jugando y ganando dinero, lanzando comentarios comprometidos sobre Violetta y el barón. Alfredo, consumido por la rabia, insulta públicamente a Violetta. Ella abandona la estancia destrozada al tiempo que los allí presentes, incluido su padre, condenan la conducta de Alfredo.

En el tercer acto, Violetta está en una cama en el hospital. El doctor Grenvil intenta consolarla pero sabe que está muriendo. Alfredo llega y la abraza, abrumado por la emoción y, por un momento, contemplan un futuro juntos. Violetta se levanta para partir con Alfredo, pero la cruel realidad le recuerda que no puede casi moverse, a pesar de que nunca había tenido más ganas de vivir. El aria de Violetta, Addio del passato, en este acto podría ser considerada una especie de canto del cisne, ese canto de tristeza que el elegante animal entona cuando predice la llegada cercana del final de su vida. Por un instante los signos de la enfermedad cesan y Violetta experimenta un insólito vigor durante unos segundos, tras los cuales cae al suelo, inerte.

Disfrutemos de la historia de amor de Violetta y Alfredo, lloremos de emoción y permitamos que las exquisitas voces y la maravillosa música de Verdi nos llegue al corazón

Carmen Rita Malagón

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Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.