Llega la versión contemporánea del Lago de los Cisnes

Cuando Serguei Diaghilev sale de Rusia con sus míticos Ballets Rusos en 1909, se enamora del glamour del pequeño principado de Mónaco y allí se establece, sembrando la semilla del amor por la danza. Los Ballets Rusos desaparecen con el fallecimiento de su fundador. En el Principado se hacen varios intentos de establecer compañías de ballet, sin resultado hasta que en 1985, la Princesa Carolina de Hannover siguiendo los deseos de su madre la Princesa Grace, funda Les Ballets de Montecarlo. La compañía, bajo la dirección de Jean Christophe Maillot, es un ejemplo de modernidad bien entendida (si hablamos de ballet clásico), con un lenguaje que parte de lo académico para buscar un acento nuevo.

Les Ballets de Montecarlo se presentarán los días 21, 22 y 23 de febrero en el Teatro Nacional Eduardo Brito, gracias a las gestiones de la Cónsul Honoraria de Mónaco en República Dominicana, Sonia Villanueva de Brouwer, acompañada en esta aventura por Mónika Despradel, bailarina y empresaria, que hace ya muchos años trajo a la compañía con una inolvidable puesta en escena de Romeo y Julieta. Hace tiempo que no teníamos en el país una propuesta de estas dimensiones y reconocimiento mundial.

Les Ballets de Montecarlo presentarán la obra “LAC” (lago) basada en uno de los títulos más populares y amados del repertorio del ballet clásico, El lago de los cisnes” acompañado por la legendaria y hermosa partitura de Tchaikovsky. Maillot propone una personalísima versión de El lago de los Cisnes. Trabajando con el escritor Jean Rouaud, Premio Goncourt 1990, han adaptado la historia eterna de Sigfrido y Odette, logrando una versión “valiente, provocadora y moderna” de este clásico ballet, que lo hace mucho más cercana al siglo actual.

LAC nos trae un montaje futurista que domina la escena en la que predominan el blanco y el negro, con escenas de colores que asombran por su contraste. Maillot da una vuelta genial al cuento, toma lo que le conviene y modifica lo que quiere, para lograr una coreografía atractiva, inquietante y equilibrada en la luz y la oscuridad.

Es tal la belleza de la coreografía y la potencia de la música, que el cuento prácticamente desaparece. LAC es un ballet para ser contemplado sin importar lo que se diga. El público ya no necesita interpretar lo que ve, sino tan solo abandonarse a la estética pura del ballet y a la belleza del movimiento.

La obra se aparta de convencionalismos del ballet clásico y da paso a movimientos perfectos e inesperados, sentimientos profundos, y una clara diferencia en el vestuario, siempre basándose en la esencia del Lago de los Cisnes. Maillot opina sobre LAC: “se puede llegar a ver originalidad. Mucha gente dice que no es posible; yo les digo que vengan a ver. La danza académica necesita renovarse y en estos momentos tenemos que llegar al público joven, a todos los públicos”.

Carmen Rita Malagón

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Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.