Un Pablo minimalista debuta en Anfiteatro de Puerto Plata

PUERTO PLATA. Pablo Milanés está de regreso de todo. Cuando tenía 40 años comenzó a grabar Años, una saga de tres discos que homenajeaba a la trova tradicional cubana en la persona de varios de los que por entonces andaban por la edad que él tiene ahora.

Podría decirse que la voz más crítica dentro de la intelectualidad cubana dentro del país se ha ido convirtiendo en un ser cada vez más ético y cada vez más de esencias. Por eso y sabe Dios qué otras causas, ahora viaja con un trío: siempre Miguelito Núñez al frente, con el piano-orquestaensímismo-, el percusionista Osmani Sánchez y el bajista Sergio Raveiro (El Indio).

Sí, se trata de un Pablo cada vez más minimalista en el formato de su grupo, aunque su música siga teniendo ese barroquismo tropical con el regusto cada vez más marcado por la música renacentista.

El público estaba ávido de canciones que han formado parte del diseño musical de sus vidas.

“De todos los rincones del mundo que visito, donde tengo más amigos es en República Dominicana. De mis 54 discos haré varias canciones...”, aseguró: pura poesía. “Quiero pasar una noche maravillosa entre amigos”. Redondeó e hizo Amor de otoño, de su más reciente disco Renacimiento. Antes había arrancado con Marginal luego fue En saco roto, La felicidad donde Miguelito demostró su monstruosa capacidad para crear ambientes nostálgicos: “Te he visto pasando del brazo de un hombre...” decía Pablo.

El concierto continuó con Si ella me faltara alguna vez, Canción (poema de Nicolás Guillén), Cual si fuera a morir esta mañana. Siguió con una de esas canciones rescatadas del viejo almacén de otros discos y poco conocida: Hay y Homenaje al Changüí. Luego Comienzo y final de una verde mañana. Regaló Nostalgias, Días de gloria (muy popular). Y un Canto a La Habana, desconocido acá. Ámame como soy la dedicó a los cubanos presentes, previa para animar al público con Para vivir, Yolanda y El breve espacio en que no estás (falso final).

La ñapa fue con Amo esta isla (solo de bajo y de batería maravillosos) y Yo no te pido, con vocación de permanencia, como la voz de este hombre que tiene un riñón que le donó Nancy, su esposa, rodilla y cadera artificiales y un amor infinito por la poesía de la humanidad.

Apoyos y respaldos

El empresario puertoplateño Elvis Peralta, fue el “culpable” del debut de Pablo en el nuevo destino artístico del país.

El respaldo de ron Macorix y del Ministerio de Turismo, así como de José Vaquer, general manager del Presidencial Suites del Lifestyle Holidays Resort en Punta Cana, por su apoyo a parte de la prensa y al grupo de Pablo Milanés, hicieron posible este concierto.

Alfonso Quiñones