Olga Bucarelli, animal teatral
Dirigida por Elvira Taveras, presenta "Las penas saben nadar", de Abelardo Estorino
Alfonso Quiñones
SANTO DOMINGO. Con Olga Bucarrelli tienen mis colegas de Acroarte la posibilidad de otorgar cuando menos un Casandra al Mérito, a quien es una de las figuras emblemáticas del teatro dominicano.
Actriz de una fuerza interpretativa arrolladora, perteneciente por línea directa al linaje de Stanislavsky, la Bucarelli acaba de dar dos marcadas lecciones de actuación. Una, hace tres semanas en "Jaque Mate", la película de José María Cabral que inauguró el Festival de Cine de Funglode y ahora, este jueves, con el estreno de "Las penas saben nadar", un monólogo del dramaturgo cubano Abelardo Estorino, escrito para la recientemente desaparecida primera actriz del teatro cubano, Adria Santana.
Olga Bucarelli es un animal de teatro, pero más que eso es una Artista, así con mayúsculas, completa. Convincente desde las entrañas también en radio, cine o tv, asume el monólogo de Estorino de manera creativa. Por eso se recibe bien, el hecho de que el monólogo -tal y como lo dicta su propia naturaleza, en el original-, sea adaptado localmente con claras referencias por ejemplo al personaje de la película Andrea o al Círculo de Cine, del finado Arturo Rodríguez o la referencia al teatro dominicano de Cristóbal de Llerena a Franklin Domínguez.
Ernesto López en el diseño de luces y Jean Carlos Saleta por la banda sonora, hicieron un trabajo eficiente.
La intertextualidad en los múltiples intentos de iniciar el monólogo de Cocteau, permite acercamientos a Dostoievsky, Chejov, Pirandello y al también cubano Virgilio Piñera.
Pero quien tuvo la oportunidad de ver en escena a Adria Santana, sabe que Bucarelli pertenece a su misma estirpe. Por eso esas transiciones tan transparentes, de ahí esas profundidades que va alcanzando, como si fuesen capas que va develando, en una auto-bisección, hasta escalar una desnudez artística, una invalidez total ante el hecho artístico, allá arriba, muy en el clímax de la obra, para arrancar aplausos verdaderos.
Aplausos, dicho sea de paso, que se vieron mermados, opacados, cuando Hony Estrella y Juancito Rodríguez llamaron a escena a Monina Solá y a María Castillo, para homenajear a esta última. Homenaje muy merecido, indiscutiblemente, que pudo haber sido mejor en la última función, pero no en esa donde todos los aplausos debieron ser solamente para Olga. Y las flores, sin las cuales salió al final del escenario.
Ya en la calle, los asistentes seguimos aplaudiendo en el alma su versión de "Las penas...", seguros que desde algún rinconcito del cielo, Adria Santana aplaudía con nosotros.
Ficha Técnica
Obra: Las penas saben nadar
Autor:
Abelardo Estorino
Productor general:
Juancito Rodríguez
Dirección:
Elvira Taveras
Producción ejecutiva:
Hony Estrella
Asistencia de dirección: Fausto Grullón
Intérprete: Olga Bucarelli
Aparición: Fausto Grullón
Lugar: Sala Ravelo del Teatro Nacional
Horario: sábado, 8:30 p.m; domingo 6:30 p.m.
Boletas: RD$400
Actriz de una fuerza interpretativa arrolladora, perteneciente por línea directa al linaje de Stanislavsky, la Bucarelli acaba de dar dos marcadas lecciones de actuación. Una, hace tres semanas en "Jaque Mate", la película de José María Cabral que inauguró el Festival de Cine de Funglode y ahora, este jueves, con el estreno de "Las penas saben nadar", un monólogo del dramaturgo cubano Abelardo Estorino, escrito para la recientemente desaparecida primera actriz del teatro cubano, Adria Santana.
Olga Bucarelli es un animal de teatro, pero más que eso es una Artista, así con mayúsculas, completa. Convincente desde las entrañas también en radio, cine o tv, asume el monólogo de Estorino de manera creativa. Por eso se recibe bien, el hecho de que el monólogo -tal y como lo dicta su propia naturaleza, en el original-, sea adaptado localmente con claras referencias por ejemplo al personaje de la película Andrea o al Círculo de Cine, del finado Arturo Rodríguez o la referencia al teatro dominicano de Cristóbal de Llerena a Franklin Domínguez.
Ernesto López en el diseño de luces y Jean Carlos Saleta por la banda sonora, hicieron un trabajo eficiente.
La intertextualidad en los múltiples intentos de iniciar el monólogo de Cocteau, permite acercamientos a Dostoievsky, Chejov, Pirandello y al también cubano Virgilio Piñera.
Pero quien tuvo la oportunidad de ver en escena a Adria Santana, sabe que Bucarelli pertenece a su misma estirpe. Por eso esas transiciones tan transparentes, de ahí esas profundidades que va alcanzando, como si fuesen capas que va develando, en una auto-bisección, hasta escalar una desnudez artística, una invalidez total ante el hecho artístico, allá arriba, muy en el clímax de la obra, para arrancar aplausos verdaderos.
Aplausos, dicho sea de paso, que se vieron mermados, opacados, cuando Hony Estrella y Juancito Rodríguez llamaron a escena a Monina Solá y a María Castillo, para homenajear a esta última. Homenaje muy merecido, indiscutiblemente, que pudo haber sido mejor en la última función, pero no en esa donde todos los aplausos debieron ser solamente para Olga. Y las flores, sin las cuales salió al final del escenario.
Ya en la calle, los asistentes seguimos aplaudiendo en el alma su versión de "Las penas...", seguros que desde algún rinconcito del cielo, Adria Santana aplaudía con nosotros.
Ficha Técnica
Obra: Las penas saben nadar
Autor:
Abelardo Estorino
Productor general:
Juancito Rodríguez
Dirección:
Elvira Taveras
Producción ejecutiva:
Hony Estrella
Asistencia de dirección: Fausto Grullón
Intérprete: Olga Bucarelli
Aparición: Fausto Grullón
Lugar: Sala Ravelo del Teatro Nacional
Horario: sábado, 8:30 p.m; domingo 6:30 p.m.
Boletas: RD$400
Alfonso Quiñones
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