Pasión, azar y creatividad en la familia de los Azar
Aquiles x 3 se expone en Casa de Chavón hasta el 15
Santo Domingo. El azar concurrente, que dijera José Lezama Lima, adquiere aquí otra connotación. En este caso el azar es cuestión de familia. Aquiles Azar García es el padre de Aquiles Azar Billini y de José Ignacio Azar. Por primera vez se logra que los tres estén reunidos al mismo nivel.
Anteriormente el padre había invitado a ambos hijos en muestras suyas personales. Pero ahora es diferente. A la sombra de ese ciruelo en flor que es Casa de Chavón, y gracias a la dulce persistencia de Zaidy Rijo Zouain, los tres se pusieron de acuerdo y por fin se hizo realidad Azar x 3. La selección la hizo cada uno, las palabras del catálogo las escribió Amable López Meléndez.
Está también, silenciosa y triste, la presencia de un cuarto Azar, Octavio, el hijo menor del maestro, fallecido el 7 de marzo del 2002. Había sido estudiante de Altos de Chavón un año antes y sus cuadros enseñan que ahí quedó tronchada una carrera que pudo ser como la de sus dos hermanos.
Chavón es también parte de ese azar, ya que el padre fue uno de los primeros artistas en exponer en la Galería de Altos de Chavón y en participar en el Programa de Artistas en Residencia. Aquiles hijo y José fueron egresados de la prestigiosa Escuela de Diseño.
El azar, siempre el azar, hizo que el mismo premio que ganara el padre hace treinta años en el Concurso Eduardo León Jimenes, lo ganara uno de sus hijos en el mismo género.
Herencias
Es indiscutible que la obra de Aquiles Azar García, ocupa un sitio de relevancia en la plástica dominicana y que su maestría en el dominio de la línea y de los trazos, desde aquellas águilas de hace años, hasta los rasgos japoneses, pasando por las botellas, son madres -como bien apuntara un asistente a la inauguración que para nada es crítico de arte- de la línea que José Ignacio domina a la perfección y de los trazos con los que se expresa Aquiles Azar Billini. Y es que la génesis de ambas expresiones está en el viejo Azar, que bastón en mano y mirada de águila sabe que el día que se vaya de esta vida, que ojalá sea dentro de muchos años, dejará mucho más que su propia obra.
Lo abstracto
Aquiles Azar, a los 40 años, es pastor protestante y su obra, en grandes formatos puede ser mal interpretada a veces. Hay quienes la han tildado de garabatos. Sin embargo, detrás de cada una de ellas hay, además de un discurso propio que lo diferencia de los demás artistas dominicanos, un nivel de abstracción que para nada es gratuito. Lo interesante es que de él se esperaría que siendo como es ministro de una iglesia, y dueño por tanto de un pensamiento más estructurado y convencional, fuese más figurativo.
La figuración de la línea
José Ignacio Azar, 38 años, diseñador, acaba de tener su primera exposición individual "Ataduras", de ella algunas de las obras que aquí expone. Su obra "Lavado de cerebro", en 12 dibujos y "Los siete pecados capitales" son de los más depurados dibujos de los últimos tiempos. Cada uno posee dos niveles de lectura, una vista de lejos y otra a nivel de detalles, donde parece residir un universo en el cual realmente parece basar su propuesta.
Azar x 3 es una retrospectiva familiar, un canto al amor filial y una muestra de tres mundos admirados desde algún sitio de la eternidad por un hermano que ya no está y agradece un espacio para el recuerdo.
Huella familiar
Según el crítico Amable López Meléndez: "En el recuento inefable del arte dominicano contemporáneo, en el "libro de oro" de la imaginación popular" el caso de la familia Azar "ocuparía una de sus páginas maravillosas y memorables".
Anteriormente el padre había invitado a ambos hijos en muestras suyas personales. Pero ahora es diferente. A la sombra de ese ciruelo en flor que es Casa de Chavón, y gracias a la dulce persistencia de Zaidy Rijo Zouain, los tres se pusieron de acuerdo y por fin se hizo realidad Azar x 3. La selección la hizo cada uno, las palabras del catálogo las escribió Amable López Meléndez.
Está también, silenciosa y triste, la presencia de un cuarto Azar, Octavio, el hijo menor del maestro, fallecido el 7 de marzo del 2002. Había sido estudiante de Altos de Chavón un año antes y sus cuadros enseñan que ahí quedó tronchada una carrera que pudo ser como la de sus dos hermanos.
Chavón es también parte de ese azar, ya que el padre fue uno de los primeros artistas en exponer en la Galería de Altos de Chavón y en participar en el Programa de Artistas en Residencia. Aquiles hijo y José fueron egresados de la prestigiosa Escuela de Diseño.
El azar, siempre el azar, hizo que el mismo premio que ganara el padre hace treinta años en el Concurso Eduardo León Jimenes, lo ganara uno de sus hijos en el mismo género.
Herencias
Es indiscutible que la obra de Aquiles Azar García, ocupa un sitio de relevancia en la plástica dominicana y que su maestría en el dominio de la línea y de los trazos, desde aquellas águilas de hace años, hasta los rasgos japoneses, pasando por las botellas, son madres -como bien apuntara un asistente a la inauguración que para nada es crítico de arte- de la línea que José Ignacio domina a la perfección y de los trazos con los que se expresa Aquiles Azar Billini. Y es que la génesis de ambas expresiones está en el viejo Azar, que bastón en mano y mirada de águila sabe que el día que se vaya de esta vida, que ojalá sea dentro de muchos años, dejará mucho más que su propia obra.
Lo abstracto
Aquiles Azar, a los 40 años, es pastor protestante y su obra, en grandes formatos puede ser mal interpretada a veces. Hay quienes la han tildado de garabatos. Sin embargo, detrás de cada una de ellas hay, además de un discurso propio que lo diferencia de los demás artistas dominicanos, un nivel de abstracción que para nada es gratuito. Lo interesante es que de él se esperaría que siendo como es ministro de una iglesia, y dueño por tanto de un pensamiento más estructurado y convencional, fuese más figurativo.
La figuración de la línea
José Ignacio Azar, 38 años, diseñador, acaba de tener su primera exposición individual "Ataduras", de ella algunas de las obras que aquí expone. Su obra "Lavado de cerebro", en 12 dibujos y "Los siete pecados capitales" son de los más depurados dibujos de los últimos tiempos. Cada uno posee dos niveles de lectura, una vista de lejos y otra a nivel de detalles, donde parece residir un universo en el cual realmente parece basar su propuesta.
Azar x 3 es una retrospectiva familiar, un canto al amor filial y una muestra de tres mundos admirados desde algún sitio de la eternidad por un hermano que ya no está y agradece un espacio para el recuerdo.
Huella familiar
Según el crítico Amable López Meléndez: "En el recuento inefable del arte dominicano contemporáneo, en el "libro de oro" de la imaginación popular" el caso de la familia Azar "ocuparía una de sus páginas maravillosas y memorables".
Alfonso Quiñones


Alfonso Quiñones