Problemas de aprendizaje
Muchos niños en edad escolar tienen problemas para aprender a leer, escribir o calcular y esto no necesariamente indica falta de inteligencia; puede tratarse de problemas de aprendizaje como
Diario Libre
Los problemas de aprendizaje se definen como desórdenes que pueden afectar la habilidad de una persona para adquirir, entender, organizar, almacenar o usar información oral y no oral. Afectan tanto a niños como adultos y con mayor frecuencia a los varones. Un niño con problemas específicos de aprendizaje no puede hacer lo mismo que otros con el mismo nivel de inteligencia.
Detectar si el niño tiene problemas no es una tarea difícil si los padres y también los maestros están atentos. Hay señales frecuentes que indican la existencia de problemas de aprendizaje:
1. El niño presenta dificultad para entender y seguir tareas o instrucciones.
2. Tiene dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir y evidencia problemas con la lectura, deletreo, escritura y matemáticas.
3. Presenta dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda.
4. No identifica palabras y tiene tendencia a escribir las letras, palabras o números al revés.
5. Falta de coordinación en actividades sencillas como agarrar (tomar) un lápiz o amarrarse las trenzas (cordones) de los zapatos.
6. Presenta facilidad para perder o extraviar su material escolar.
7. Tiene dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiendo el ayer con el hoy y/o mañana.
8. Manifiesta irritación o excitación con facilidad.
No se debe confundir los problemas de aprendizaje con otro tipo de problemas como retraso mental, autismo, problemas de audición, visión o emocionales, falta de motivación o trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
El origen
Sobre las causas que producen los problemas de aprendizaje no hay mucho consenso y en muchos casos se desconocen. Los expertos opinan que son el resultado de una anomalía en la estructura y funcionamiento del cerebro o del sistema nervioso central. Se han detectado algunos factores que influyen en estas anomalías como la herencia o genética, problemas durante el embarazo y el parto (enfermedades o lesiones durante o antes del nacimiento, uso de drogas o alcohol, parto prematuro o largo, carencia de oxígeno o bajo peso al nacer) y problemas después del nacimiento (malnutrición, lesiones en la cabeza y maltratos infantiles)
¡Identifícalos!
Los problemas de aprendizaje varían y no todos tienen la misma gravedad, algunos afectan al lenguaje, la motricidad (dificultad de manipular objetos pequeños, sentido pobre del equilibrio y torpeza), la parte social del individuo (dificultad en la forma de relacionarse socialmente, cambios de humor) y el aspecto cognitivo (dificultad de entender conceptos básicos como tamaño, forma y colores y deficiente habilidad para organizarse).
Dislexia
La Organización Mundial de la Salud define la dislexia como la dificultad para leer y escribir con fluidez, aunque existen otras definiciones más complejas como la de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria que la describe como una deficiencia de la lectura, la escritura y el aprendizaje cuya causa es la alteración de las zonas cerebrales que controlan el lenguaje.
Se manifiesta de diversas maneras y depende de la intensidad del trastorno y de la edad del niño ya que puede afectar funciones relacionadas con la memoria, el vocabulario, la áreas motrices y el habla. Afecta a niños de entre 7 a 9 años pero en la etapa preescolar es posible apreciar detalles que puedan indicar que un niño es disléxico. Los síntomas cambian a medida que el niño crece o evoluciona. En los niños de 3 a 5 años es posible notar un desarrollo lento del vocabulario y retraso en el desarrollo del habla con dificultades para articular o pronunciar las palabras, dificultad para memorizar números, días de la semana, colores y formas; falta de control y conductas problemáticas, entre otros.
En los escolares de 6 a 11 años los síntomas son más evidentes: conversión de letras, números y palabras; dificultad para conectar letras y sonidos; comprensión lectora pobre e imposibilidad de escribir los pensamientos y organizarlos además tienen una gramática y ortografía deficientes. En la etapa adolescentes (de 12 años en adelante) los síntomas están relacionados con problemas de concentración (especialmente al momento de la lectura y escritura), falta de memoria inmediata; dificultades en organizar el espacio y materiales de trabajo; lentitud en las tareas y habilidades sociales disminuidas.
La dislexia según la Sociedad de Dislexia del Uruguay (filial de International Reading Association) es constitucional y biológica, de carácter congénito, persistente, secular, parcialmente irreversible, con acentuada predominancia en el sexo masculino e independiente del aspecto socio-económico y cultural. Como toda problema de aprendizaje tiene consecuencias emocionales que llevan al niño a tener baja autoestima, perdida de la motivación para aprender, tristeza, apatía, irritabilidad, depresión y ansiedad por el temor al fracaso, a ser evaluado.
Muchos especialistas en el tema aconsejan que el diagnóstico debe ser realizado por un equipo interdisciplinario que cuente con la participación de pediatras, neuropediatra, psiquiatra infantil, psicólogo emocional, fonoadiólogo, psicopedagogo y psicomotrista, entre otros.
Discalculia
Otro trastorno del aprendizaje es la discalculia que consiste en la dificultad de realizar cálculos y resolver operaciones matemáticas. Esta patología suele estar asociada a trastornos de lecto-escritura (dislexias, disgrafías y disortografías). Los niños que padecen discalculia presentan problemas para ordenar las cifras en columnas correctamente, invierten los números y pueden comenzar una operación de suma y terminarla como resta. Los primeros indicios de discalculia pueden observarse avanzado el primer grado año (ciclo básico), cuando el niño no realiza una escritura correcta de los números y no responde a las actividades de seriación y clasificación numérica; mientras que a los niños de grados superiores les resulta imposible la resolución de problemas aritméticos mas simples. Si se sospecha de una discalculia es necesario identificar las dificultades numéricas en forma individual con el niño y para ello son recomendados dictados y copiado de números, cálculos no estructurados mediante juegos y gráficos, actividades que apuntan a diferenciar el tipo de error cometido que puede ser gráfico-numérico, de cálculo o de razonamiento.
El tratamiento involucra ejercicios matemáticos los cuales deben tener un atractivo para incentivar al niño y predisponerlo al razonamiento. Muchas veces es necesario comenzar por un nivel básico no verbal, donde se enseñan los principios de la cantidad, orden, tamaño, espacio y distancia, con el empleo de material concreto.
Disgrafía
Es un trastorno específico de la escritura, el niño presenta un nivel de escritura significativamente inferior al esperado por su edad y curso escolar, es decir se produce una discrepancia entra las habilidades para escribir y la edad y ello influye negativamente en el aprendizaje. La inversión de sílabas, omisión de letras y la escritura continuada o con separaciones incorrectas son características más comunes de esta trastorno. Como en todos los problemas de aprendizaje la determinación de las causas y la atención oportuna e individualizada es indispensable para que el niño no se quede a medio camino en el proceso de aprender.
Detectar si el niño tiene problemas no es una tarea difícil si los padres y también los maestros están atentos. Hay señales frecuentes que indican la existencia de problemas de aprendizaje:
1. El niño presenta dificultad para entender y seguir tareas o instrucciones.
2. Tiene dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir y evidencia problemas con la lectura, deletreo, escritura y matemáticas.
3. Presenta dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda.
4. No identifica palabras y tiene tendencia a escribir las letras, palabras o números al revés.
5. Falta de coordinación en actividades sencillas como agarrar (tomar) un lápiz o amarrarse las trenzas (cordones) de los zapatos.
6. Presenta facilidad para perder o extraviar su material escolar.
7. Tiene dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiendo el ayer con el hoy y/o mañana.
8. Manifiesta irritación o excitación con facilidad.
No se debe confundir los problemas de aprendizaje con otro tipo de problemas como retraso mental, autismo, problemas de audición, visión o emocionales, falta de motivación o trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
El origen
Sobre las causas que producen los problemas de aprendizaje no hay mucho consenso y en muchos casos se desconocen. Los expertos opinan que son el resultado de una anomalía en la estructura y funcionamiento del cerebro o del sistema nervioso central. Se han detectado algunos factores que influyen en estas anomalías como la herencia o genética, problemas durante el embarazo y el parto (enfermedades o lesiones durante o antes del nacimiento, uso de drogas o alcohol, parto prematuro o largo, carencia de oxígeno o bajo peso al nacer) y problemas después del nacimiento (malnutrición, lesiones en la cabeza y maltratos infantiles)
¡Identifícalos!
Los problemas de aprendizaje varían y no todos tienen la misma gravedad, algunos afectan al lenguaje, la motricidad (dificultad de manipular objetos pequeños, sentido pobre del equilibrio y torpeza), la parte social del individuo (dificultad en la forma de relacionarse socialmente, cambios de humor) y el aspecto cognitivo (dificultad de entender conceptos básicos como tamaño, forma y colores y deficiente habilidad para organizarse).
Dislexia
La Organización Mundial de la Salud define la dislexia como la dificultad para leer y escribir con fluidez, aunque existen otras definiciones más complejas como la de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria que la describe como una deficiencia de la lectura, la escritura y el aprendizaje cuya causa es la alteración de las zonas cerebrales que controlan el lenguaje.
Se manifiesta de diversas maneras y depende de la intensidad del trastorno y de la edad del niño ya que puede afectar funciones relacionadas con la memoria, el vocabulario, la áreas motrices y el habla. Afecta a niños de entre 7 a 9 años pero en la etapa preescolar es posible apreciar detalles que puedan indicar que un niño es disléxico. Los síntomas cambian a medida que el niño crece o evoluciona. En los niños de 3 a 5 años es posible notar un desarrollo lento del vocabulario y retraso en el desarrollo del habla con dificultades para articular o pronunciar las palabras, dificultad para memorizar números, días de la semana, colores y formas; falta de control y conductas problemáticas, entre otros.
En los escolares de 6 a 11 años los síntomas son más evidentes: conversión de letras, números y palabras; dificultad para conectar letras y sonidos; comprensión lectora pobre e imposibilidad de escribir los pensamientos y organizarlos además tienen una gramática y ortografía deficientes. En la etapa adolescentes (de 12 años en adelante) los síntomas están relacionados con problemas de concentración (especialmente al momento de la lectura y escritura), falta de memoria inmediata; dificultades en organizar el espacio y materiales de trabajo; lentitud en las tareas y habilidades sociales disminuidas.
La dislexia según la Sociedad de Dislexia del Uruguay (filial de International Reading Association) es constitucional y biológica, de carácter congénito, persistente, secular, parcialmente irreversible, con acentuada predominancia en el sexo masculino e independiente del aspecto socio-económico y cultural. Como toda problema de aprendizaje tiene consecuencias emocionales que llevan al niño a tener baja autoestima, perdida de la motivación para aprender, tristeza, apatía, irritabilidad, depresión y ansiedad por el temor al fracaso, a ser evaluado.
Muchos especialistas en el tema aconsejan que el diagnóstico debe ser realizado por un equipo interdisciplinario que cuente con la participación de pediatras, neuropediatra, psiquiatra infantil, psicólogo emocional, fonoadiólogo, psicopedagogo y psicomotrista, entre otros.
Discalculia
Otro trastorno del aprendizaje es la discalculia que consiste en la dificultad de realizar cálculos y resolver operaciones matemáticas. Esta patología suele estar asociada a trastornos de lecto-escritura (dislexias, disgrafías y disortografías). Los niños que padecen discalculia presentan problemas para ordenar las cifras en columnas correctamente, invierten los números y pueden comenzar una operación de suma y terminarla como resta. Los primeros indicios de discalculia pueden observarse avanzado el primer grado año (ciclo básico), cuando el niño no realiza una escritura correcta de los números y no responde a las actividades de seriación y clasificación numérica; mientras que a los niños de grados superiores les resulta imposible la resolución de problemas aritméticos mas simples. Si se sospecha de una discalculia es necesario identificar las dificultades numéricas en forma individual con el niño y para ello son recomendados dictados y copiado de números, cálculos no estructurados mediante juegos y gráficos, actividades que apuntan a diferenciar el tipo de error cometido que puede ser gráfico-numérico, de cálculo o de razonamiento.
El tratamiento involucra ejercicios matemáticos los cuales deben tener un atractivo para incentivar al niño y predisponerlo al razonamiento. Muchas veces es necesario comenzar por un nivel básico no verbal, donde se enseñan los principios de la cantidad, orden, tamaño, espacio y distancia, con el empleo de material concreto.
Disgrafía
Es un trastorno específico de la escritura, el niño presenta un nivel de escritura significativamente inferior al esperado por su edad y curso escolar, es decir se produce una discrepancia entra las habilidades para escribir y la edad y ello influye negativamente en el aprendizaje. La inversión de sílabas, omisión de letras y la escritura continuada o con separaciones incorrectas son características más comunes de esta trastorno. Como en todos los problemas de aprendizaje la determinación de las causas y la atención oportuna e individualizada es indispensable para que el niño no se quede a medio camino en el proceso de aprender.
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