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Todo Molina, solo Molina

Santy Rodríguez, director residente de la Orquesta Sinfónica Nacional dirigirá concierto dedicado al maestro José Antonio Molina, director titular de la orquesta

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Todo Molina,  solo Molina
El maestro José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional (ARCHIVO)

El tercer concierto de la Temporada Sinfónica será el jueves 26 de septiembre, está dedicado por entero a la música de un compositor dominicano, José Antonio Molina, quien además de compositor es un excepcional arreglista y el director de la Orquesta Sinfónica Nacional. Molina celebra su décimo aniversario al frente de la Orquesta.

De José Antonio Molina tenemos mucho que decir en sus diferentes facetas, pero hoy nos concentraremos en José Antonio Molina, el compositor. El jueves no le tendremos en el podium conduciendo la orquesta, hubiera sido muy interesante verle dirigiendo su obra. Tendremos como director de la noche a un joven y prometedor director, Santy Rodríguez, director residente de la OSN, a quien ya hemos podido apreciar en otras temporadas y del cual hemos observado su seriedad, capacidad de estudio, musicalidad y c’omo ha ido madurando temporada tras temporada.

Las tres obras que escucharemos son obras de encargo. Es muy frecuente que a los compositores, diferentes instituciones soliciten una pieza musical para conmemorar un acontecimiento en especial. A través de la historia numerosos compositores hicieron grandes obras por encargo, de sociedades de concierto, de mecenas o de personajes misteriosos, como lo fue quien encargo a W.A. Mozart su archiconocido y maravilloso Requiem.

El primero que escucharemos y con el que se inicia el concierto es la Fanfarria Novi Temporis, encargada por el Maestro Philippe Entremont en el año 2007 para conmemorar el Décimo Aniversario del Festival Musical de Santo Domingo, del cuya última versión fue director susical el propio Maestro Molina. La fanfarria es una pieza musical corta de gran fuerza y brillantez, interpretada por varias trompetas y otros instrumentos de viento metal, frecuentemente acompañados por instrumentos de percusión. Normalmente se utiliza con fines ceremoniales o conmemorativos.

José Antonio Molina dice que la estructura de su fanfarria está cimentada sobre cinco partes fundamentales: prólogo, fanfarria, coral, fanfarria II y coda. Es una pieza festiva, alegre y luminosa, aunque por momentos recrea una atmósfera íntima que invita a la reflexión. El estreno mundial de la fanfarria “Novi temporis”, en 2007, permitió escuchar una pieza compleja, vanguardista, llena de sinuosidades y de sorpresas festivas.

Dedicado a sus padres

A continuación escucharemos el cuarteto de cuerdas o Cuarteto Caribeño, el cual Molina dedica a sus padres, el compositor Papa Molina y a la bailarina Josefina Miñino. Dice que a ellos debe el haber conocido los géneros folclóricos de nuestra tierra, tan presentes en sus composiciones. Este cuarteto fue originalmente compuesto en 1995 en New York por encargo del Dillier- Quaile String Quartett. Más tarde el propio compositor, que como ya dijimos, es un aventajado arreglista, llevó el cuarteto a la versión para orquesta de cuerdas. Tres movimientos, lo forman, Saoco, inspirado en el son cubano; Vuela, sarambo vuela, un canto al mar y la tierra caribeña y sobre todo al sol que nos toca cada día y la Danza Típica.

En 1989 el Teatro Nacional de la República Dominicana, bajo la dirección de Aida Bonelly de Díaz, encargó al Maestro Molina una obra sinfónica para el XVI aniversario de la fundación de dicha institución y fue entonces cuando la Fantasía Merengue para orquesta fue estrenada. La pieza, en 1990, fue tomada por el Taller de Danza Moderna, dirigido por Eduardo Villanueva, para la creación de un ballet que fue estrenado también en el Teatro Nacional de Santo Domingo.

La Fantasía Merengue está llena de los ritmos de nuestra tierra, basada en temas tradicionales del merengue en sus diferentes facetas (merengue, pambiche, bolemerengue). Los temas tradicionales son utilizados en su forma natural y muchas veces elaborados y transformados respetando siempre sus raíces y su esencia. El conocido Jarro pichao es expuesto de forma fantástica por las cuerdas hasta llegar al final de la obra.

Disfrutemos una noche llena de nuestros ritmos, volando por todos los rincones del Teatro, gocemos de la belleza de nuestra música y aplaudamos a José Antonio Molina, el compositor, que ha sabido jugar con ritmos y compases nativos, reconstruidos y ejecutarlos en una serie de vertientes nuevas, que arrastra a la concurrencia en su vaivén colorido, dinámico y de ritmos audaces.

TEMAS -

Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.