Un 80% de la población está afectada del Helicobacter Pylori

SANTO DOMINGO. Las bacterias son la principal causa de los daños en el organismo. El estómago es su albergue preferido. Una de las más comunes tanto en la población infantil como en la adulta es la Helicobacter Pylori.
La doctora en gastroenterología, Jeanette Domínguez, del Centro Médico Moderno, define el Helicobacter Pylori como una bacteria que tiene forma en espiral o helicoidal del grupo bacilo gran negativo, multiflagelado y microaerofílico.
"Mundialmente el cincuenta por ciento de la población está afectada por esta bacteria, aunque en países en vías de desarrollo -como el nuestro- el por ciento de población afectada es mayor, encontrándose entre setenta y ochenta por ciento", señala la especialista.
"La bacteria produce una serie de sustancias que son las responsables del daño a la mucosa del estómago. Cuando el medio externo es excesivamente ácido, la bacteria produce excesiva cantidad de urea, lo que resulta en suficiente cantidad de amonio, lo que protege a esta bacteria del ácido clorhídrico, pero a la vez contribuye a que esta produzca más daño a la mucosa gástrica", agrega.
Los factores de riesgo son insalubridad, hacinamiento. Y en los niños menores de 10 años de edad, los riesgos aumentan al bañarse en piscinas o ríos contaminados, injiriendo agua o alimentos no higiénicamente preparados.
La experta apunta que la mayoría de los pacientes no presentan síntomas, pero entre los aspectos clínicos que se encuentran: un 40% desarrolla gastritis, un 10% úlceras y el 5% desarrolla cáncer gástrico.
En alguno pacientes se dan los síntomas de acidez, náuseas leves (que se pueden aliviar al vomitar), dispepsia o indigestión, dolor abdominal, sensación de llenura, eructos y regurgitación, y sentir mucha hambre de una a cuatro horas después de comer. Estos síntomas pueden empeorar antes o después de las comidas.
La enfermedad se trasmite por medio oral, se encuentra en la saliva. Y fecal-oral injiriendo agua o comida contaminada con materia fecal de personas infectadas con la bacteria. También tiende a propagarse en personas que comparten la comida y los baños.
En cuanto a los métodos diagnósticos, la doctora explica que pueden ser invasivos o no invasivos como: Test de aliento de urea, aquí el paciente ingiere una sustancia con urea marcada con carbono 13 ó carbono 14, que es desdoblada por la enzima ureasa que produce la bacteria, generando el gas CO2 que se elimina por el aliento y es detectado cuando el paciente sopla en una bolsa. No es un método invasivo. Tiene una alta precisión diagnóstica.
Antígeno en heces: detecta la bacteria en pacientes no tratados. Se usa también para la confirmación de la erradicación del HP. En este caso, debe hacerse la prueba luego de haber transcurrido cuatro semanas desde la finalización del tratamiento antibiótico.
Endoscopía digestiva alta: Es invasiva y puede detectar el HP de dos formas. Se toman dos muestras del estómago y se ponen en una solución llamada agar, que contiene urea y un indicador de pH, si el paciente tiene Helicobacter Pylori, la ureasa de la bacteria desdobla la urea, produciendo amonio, que cambia el pH y el color de la solución. Es un método sencillo y rápido. Sensibilidad: 93% y especificidad: 94%.
Histología por medio de biopsia: Se envía al patólogo y éste reconoce la presencia de bacterias en el tejido y muestra además el tipo de lesión mucosa que ha provocado. Se utiliza la coloración de Giemsa, la cual incrementa la precisión diagnóstica con sensibilidad de 95% y especificidad de 98%.
Cultivo: Tiene la ventaja de que tipifica al organismo e identifica su sensibilidad frente a los antibióticos. Su especificidad es de un 100%.
La endoscopía permite además: Examinar directamente el estómago. Reconocer si el Helicobacter Pylori está asociado con: mucosa normal, gastritis, el 95% de las úlceras duodenales y el 70% de las úlceras gástricas. Cáncer gástrico.
Tratamiento
Para tratar la infección por esta bacteria está indicada una combinación de antibióticos, de inicio dos, los más comúnmente usados son amoxicilina y claritromicina, combinado con un inhibidor de bomba de protones como el omeprazol, por un período de 10 días. Esta es la terapia convencional, que tiene una tasa de erradicación de 79%.
Existe también entre otras opciones, la llamada cuádruple terapia, la cual incluye un inhibidor de bomba de protones, metronidazol, tetraciclina y bismuto coloidal, por un período de 14 días.
Prevención
Tomar la medicación exactamente como la indica su médico, evitar alimentos y sustancias que son irritantes al estómago, como: cigarrillo, cafeína, alcohol. Lavarse siempre las manos después de ir al baño y antes de comida. Haga varias comidas pequeñas durante el día -seis es lo recomendable-. Evite tomar aspirinas, son irritantes para el estómago. Aumente el consumo de fibra en su dieta.
Trate de no consumir alimentos muy grasosos (mantequilla, queso crema, queso amarillo, natilla, embutidos, frituras y comida "chatarra".
Yohanna Hilario
Yohanna Hilario