Reinstalan en Puerto Rico estatua de conquistador derribada antes de visita del rey de España

Las autoridades de Puerto Rico reinstalaron este lunes en la capital, San Juan, una estatua del conquistador español Juan Ponce de León que unos desconocidos habían derribado de madrugada, el mismo día en que el rey Felipe VI de España llegó a la ciudad para conmemorar los 500 años de su fundación.

La policía desconoce quién atacó la estatua que lleva en la plaza San José, en el casco antiguo de la capital, desde 1882. Pero un grupo desconocido hasta hoy y autodenominado Fuerzas Libertarias de Borikén emitió un comunicado en las redes sociales reivindicando los hechos ocurridos en la madrugada. 

Horas después, la cuenta de Twitter asociada a ese grupo había cambiado a un perfil privado, y era imposible confirmar la veracidad del reclamo.

Cuando caía la tarde en San Juan y las autoridades puertorriqueñas ya habían recibido al rey Felipe VI con alfombra roja, empleados del municipio capitalino consiguieron, no sin dificultad, reinstalar la estatua en su pedestal. 

La obra, realizada con bronce obtenido de cañones ingleses capturados después de un fallido ataque británico contra las fuerzas criollas en 1797, se había partido por la mitad tras ser derribada. 

Según la agenda oficial de la visita del rey Felipe VI, el jefe del Estado español visitará en la tarde del martes la iglesia San José, contigua a la estatua. El 500 aniversario de la fundación de San Juan debería haberse celebrado en 2021, pero fue pospuesto por culpa de la pandemia. 

Durante todo el día, el derribo de la estatua de Ponce de León acaparó la atención en Puerto Rico y avivó el debate público sobre la simbología colonialista, con un intercambio incesante en las redes sociales de opiniones y memes con ocurrencias jocosas sobre el evento.

Por la mañana, el alcalde de San Juan, Miguel Romero, había tildado a los responsables del derribo de "vándalos" y prometido reinstalar la estatua cuanto antes.

"Colón es el siguiente"

En la plaza San José, manifestantes que pedían que no se reinstalara la estatua y transeúntes curiosos se referían a la historia colonial de Puerto Rico, iniciada con la llegada de los españoles en 1493 en la isla, convertida en un territorio no incorporado de Estados Unidos desde 1898.

Antes de que la estatua fuera reinstalada, Rafael Capó, un maestro de historia de 35 años, decidió subirse al pedestal vacío en señal de protesta. Para él, existe una relación directa entre la veneración por un pasado colonial, el del antiguo imperio español, y la relación política actual de Puerto Rico con Estados Unidos.

"Quinientos años después, la historia se sigue repitiendo... Siguen importando la gente de afuera para sacar a los locales", dijo en referencia a políticas gubernamentales actuales que ofrecen beneficios contributivos para extranjeros, en su mayoría, estadounidenses adinerados. 

Expertos en vivienda han advertido que estas medidas promueven un tipo de inversión que provoca el desplazamiento de las comunidades locales.

A las 17H00, la policía puertorriqueña entró en la plaza y expulsó a los manifestantes de al lado del pedestal para abrir paso a los operarios que reinstalaron la estatua.

Raúl M. García, responsable de ornato de San Juan, aseguró que la estatua estaba "en perfectas condiciones" y que sólo sufrió daños menores que pudieron repararse con trabajos de soldadura.

Dos horas después de iniciado el operativo, los trabajadores municipales, siempre flanqueados por los policías, consiguieron reinstalar la estatua en el segundo intento.

Bajo ellos, los manifestantes no perdían detalle de la operación y cantaban consignas en respaldo del derribo como "Al rescate de la historia, no queremos más colonia" o "Pendiente, pendiente, Colón es el siguiente".

AFP

AFP es una importante agencia de información mundial que ofrece una cobertura rápida, contrastada y completa.