La mujer que acusó a Joe Biden de agresión sexual temió por su vida y ahora vive en Rusia
Tara Reade, que trabajó con el presidente cuando era senador en 1993, asegura que "se siente segura" en Moscú
Agencias
Tara Reade, una exempleada de la oficina de Joe Biden en el Senado que acusó al entonces candidato presidencial durante la campaña electoral de 2020 de haberla agredido sexualmente en 1993, ha desertado a Rusia.
La estadounidense asegura que allí se siente por fin segura, tras lamentar el rechazo que obtuvo del Partido Demócrata y que antes de su partida llegó a temer por su vida. Incluso ha pedido al presidente Vladímir Putin la ciudadanía rusa, según relataba en una entrevista concedida a la agencia de noticias rusa Sputnik el martes desde Moscú.
Reade, de 59 años, apareció ante la cámara junto a la diputada rusa Maria Butina, una agente rusa que estuvo un tiempo encarcelada en Estados Unidos por haber intentado infiltrarse como en los círculos políticos y de la Asociación Nacional del Rifle. "Me siento segura por primera vez en mucho tiempo", asegura a la agencia que apoya a Putin. La mujer asegura que su deseo es vivir en ambos países, pero que, si finalmente tiene que quedarse definitivamente en Rusia, "estará bien".
También reveló haber recibido amenazas de muerte. "Simplemente, no quería caminar a casa y entrar en una jaula o morir, que eran básicamente mis dos opciones", afirma Reade. Según explica, cuando Biden presentó su candidatura para el 2024, repitió su acusación y solicitó testificar ante la Cámara de Representante de Estados Unidos, ahora controlada por el Partido Republicano. No halló respuesta y ahora aparece en Moscú.
En abril de 2020 y en plena ola del #MeToo, Reade afirmó que Biden la había agredido sexualmente en un pasillo del Congreso de EE.UU. cuando él era senador y ella trabajaba por él. En otra versión de los hechos que ella misma dio, Reade contó que Biden acostumbraba a ponerle la mano en el hombro y recorrer su cuello con el dedo y aseguró que fue despedida por negarse a hacer de camarera. El entonces candidato presidencial mantuvo un silencio más que incómodo ante la acusación, que al final negó.
El testimonio de Reade golpeó la campaña de Biden que había basado su mensaje en contraposición a Donald Trump, a quien varias mujeres acusaron de abuso sexual, un delito por el que fue condenado a principios de mayo. De hecho, Biden también fue muy criticado por ser demasiado cariñoso con sus empleadas. Pero en cuanto al caso Reade, aparecieron inconsistencias en sus declaraciones.
No se ha encontrado, por ejemplo, ningún rastro de la denuncia que dijo haber presentado ante el Congreso después del hecho. La mujer publicó un año después un libro para explicar su historia: Excluidos: cuando la verdad no encaja.
Agencias
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