Líder hispano cuestiona críticas a conquistadores españoles

RIO RANCHO. Molesto con el retiro de monumentos de los conquistadores hispanos, un dirigente hispano quiere que el estado retire su apoyo a los programas de Estudios Chicanos y de los Americanos Nativos de la Universidad de Nuevo México.

Ralph Arellanes, director ejecutivo de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (League of United Latin American Citizens, o LULAC) de Nuevo México, le escribió una carta al presidente de la universidad Garnett Stokes en la que plantea que la casa de estudios debería desmantelar ambos programas porque les enseñan a los latinoamericanos a “odiarse a sí mismos” por su herencia hispana.

Arellanes, quien firmó la carta en su condición de director ejecutivo de LULAC y de presidente de la Mesa Redonda Hispana (Hispanic Roundtable) de Nuevo México, dijo que hay muchas historias de estudiantes hispanos que “salen de sus clases llorando” luego de que los profesores les dicen que los conquistadores españoles participaron en el genocidio de los pueblos originarios.

“La Mesa Redonda de Nuevo México, la delegación de LULAC de Nuevo México y nuestros numerosos historiadores expertos en Nuevo México desean reunirse con usted para hablar de estas inquietudes”, escribió Arellanes. “Vamos a pedir la eliminación de estas clases y programas que enseñan a nuestros estudiantes esta especie de odio y son pura propaganda”.

Irene Vásquez, directora del Departamento de Estudios de Chicanas y Chicanos, dijo que no sabe de ningún caso en que un estudiante se haya quejado de las clases ni haya salido llorando.

“Es ridículo”, afirmó Vásquez. “No son críticas serias. Debemos estar haciendo algo bien porque estamos creciendo”. La universidad dice que la matriculación en las clases de estudios chicanos subió de las 96 del 2011 a 707 en el otoño pasado.

Arellanes había pedido en el pasado la destitución de Vásquez diciendo que su departamento ofrece una visión crítica de la historia de Nuevo México. También le cuestionó el hecho de que es de California.

El pedido llega luego de que en Albuquerque y en la pequeña comunidad de Alcalde se retirasen estatuas de conquistadores españoles en medio de protestas por las injusticias raciales. Algunos miembros de los pueblos originarios rechazan desde hace tiempo la glorificación pública de los conquistadores españoles como Juan de Oñate, a los que acusan de la violencia y la esclavización de que fueron víctimas varios pueblos originarios durante la colonización española de la zona.

Sin embargo, hay activistas hispanos como Arellanes, descendientes de los primeros colonos españoles, que admiran a Oñate y a otras figuras similares.

El pedido de Arellanes fue severamente cuestionado por defensores de los derechos civiles. El director de la oficina estatal de LULAC Juan García dijo que la postura de Arellanes no reflejaba la de su oficina.

“Queremos analizar los hechos, no desmantelar (programas) ni despedir a individuos”, expresó García.

La representante estatal Patricia Roybal Caballero, demócrata y ex integrante de la junta nacional de LULAC, también dijo que el pedido de Arellanes no representa el sentir de los muchos defensores de los derechos civiles que promovieron la creación de los cursos de estudios chicanos y de los nativos.

“¿Cómo se explica que alguien que dice apoyar y ser miembro de una organización nacional hispana de derechos civiles, LULAC, quiera abolir este esfuerzo que lleva 50 años?”, preguntó Roybal Caballero, quien ha sido profesor adjunto.

Ernesto Todd Mireles, representante regional de las Montañas Rocosas ante la Asociación Nacional de Estudios de Chicanas y Chicanos, opinó que el pedido de Arellanes constituía un ataque a la libertad académica.

“Es una tontería”, afirmó Mireles, profesor de estudios chicanos del Prescott College en Prescott, Arizona. “No poder aprender a cuestionar y a preguntarse cosas es odiarse a sí mismo”.

AP

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