Negativos

Incertidumbre, ansiedad y temor a morir han sido de los complicados sentimientos que se han apoderado de dominicanos durante el aislamiento hospitalario y domiciliario al que se han sometido por padecer del COVID-19.

En un país con 393 muertes y 10,634 casos confirmados -hasta el 11 de mayo-, las historias de un grupo que fue diagnosticado negativo, tras ganarle la batalla al virus, son una luz entre las estadísticas abrumadoras de la pandemia.

Los cuadros clínicos de los seis expacientes han sido variados: desde una joven embarazada que alumbró un bebé positivo al COVID-19, un padre que pasó aproximadamente un mes en el hospital y tuvo que ser asistido con oxígeno para respirar, hasta otros que tuvieron síntomas leves.

Para conocer sus experiencias respetando el distanciamiento físico, Diario Libre USA conversó con ellos vía telefónica, y un fotógrafo, tomando las medidas de protección necesarias, los visitó para capturar sus vidas ahora.

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Víctor Fernando Gómez | 22 años | Estudiante universitario y entrenador personal | Diagnosticado con COVID-19 el 17 de marzo de 2020 | Diagnóstico actual: negativo

Comenzó a tener síntomas el 15 de marzo, el día de las elecciones municipales extraordinarias. Los análisis que le hicieron para determinar si tenía dengue o influenza resultaron negativos. Al otro día su salud era peor.

Su padre, el director de la Autoridad Portuaria Dominicana, Víctor Gómez Casanova, temía que él le hubiese contagiado el COVID-19 y, para descartar, le hicieron la prueba del virus.

Fue el día de su cumpleaños número 22 cuando a Víctor Fernando le dieron el resultado: positivo al COVID-19. Y ahí comenzó su lucha.

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Laura Sánchez | 26 años | Médico general | Diagnosticada con COVID-19 el 23 de marzo de 2020 | Diagnóstico actual: negativo

La joven doctora cree que pudo contagiarse durante su práctica médica. Le dieron el diagnóstico positivo cuando tenía 37.4 semanas de embarazo y faltando cuatro días para la cesárea que tenía programada.

Por el protocolo en ese entonces, tuvo que ser recluida en el Hospital Militar Dr. Ramón de Lara y ser asistida en un nuevo centro y con otro médico.

Ella tenía antecedentes de salud que la hacían vulnerable al virus. Fueron angustiantes los días que estuvo sola y aislada. Y lo fue más cuando su bebé nació positivo al COVID-19.

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Ingrid Gómez y Ricardo Machado | 50 y 53 años | Comunicadora y gerente empresarial | Diagnosticados con COVID-19 el 25 de marzo de 2020 | Diagnóstico actual: negativos

Ella estuvo en contacto con un invitado a su programa de televisión quien anunció después que estaba infectado con COVID-19. A los pocos días le comenzaron los síntomas y también a su esposo.

Machado tomó el aislamiento domiciliario con más positivismo, pero Gómez tuvo episodios de ansiedad y temía por él, dado sus antecedentes de asma. A la comunicadora le preocupaba también que ambos infectaran a su madre, de edad avanzada, y a las otras tres personas que residen en la casa.

Los esposos han vivido episodios de estigmatización por haber sido positivos al virus.

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Luis Veras | 29 años | Empleado privado | Diagnosticado con COVID-19 el 23 de marzo de 2020 | Diagnóstico actual: negativo

Viajó a los Estados Unidos en febrero y poco tiempo después de su retorno le afloraron los síntomas. A pesar de que no tenía condiciones de salud preexistentes, su cuadro clínico se complicó y llegó a padecer desmayos y dificultad para respirar, teniendo que ser asistido con oxígeno.

Las semanas que estuvo aislado en los hospitales Dr. Francisco Moscoso Puello y Santo Socorro fueron difíciles y llegó a pensar que moriría. Otro paciente con COVID-19 que estaba en su habitación se convirtió como en un hermano y ambos se propusieron ser de las estadísticas de los recuperados (que hasta el 11 de mayo eran 2,870 en el país).

Fue angustiante para él pasar más de un mes sin ver a su esposa e hija, pero en eso encontró la fuerza para resistir.

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Estarlin Taveras | 28 años | Periodista | Diagnosticado con COVID-19 el 21 de marzo de 2020 | Diagnóstico actual: negativo

Cubrió para un noticiero las elecciones municipales extraordinarias del 15 de marzo y presentía que algo no iba a ir bien.

Cuando le dieron el diagnóstico positivo al COVID-19, su esposa estaba embarazada de 38 semanas y su otro hijo tenía tres años.

En las semanas en que estuvo confinado en su casa, la ansiedad se apoderó de él y pensó lo peor, y lo fue más aún cuando su esposa dio a luz y él no la pudo acompañar.

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