¿Qué sanciones puede imponer China a los vendedores de armas de EEUU?
A continuación cinco preguntas para tratar de dilucidar cómo podrían ser esas sanciones
China prometió sancionar a los grupos estadounidenses Boeing Defense, Lockheed Martin y Raytheon por vender armas a Taiwán. Pese a que esas firmas tienen intereses limitados en el gigante asiático, debido a un embargo de Estados Unidos, esas represalias podrían no ser solo simbólicas.
El tema de Taiwán es ultrasensible en China, que considera como parte de su territorio a la isla de 23 millones de habitantes dirigida desde hace 75 años por un régimen rival, próximo a Estados Unidos.
China fustiga esas ventas (1.500 millones de euros, unos 1.750 millones de dólares) de misiles y equipos militares aprobadas por Washington el 21 de octubre, y prometió sanciones contra esos vendedores de armas.
A continuación cinco preguntas para tratar de dilucidar cómo podrían ser esas sanciones.
¿Tienen esas firmas intereses en China?
Estados Unidos impone a sus fabricantes de armas un embargo sobre la venta de equipos militares a China. Una medida tomada tras la represión de las manifestaciones de Tiananmen en Pekín en 1989.
Por lo tanto, ni la rama de defensa de Boeing, ni Lockheed Martin, ni Raytheon venden armamento al gigante asiático.
¿Son intocables?
No, porque los tres grupos implicados tienen en China actividades no militares.
Aunque en principio sólo se contempla su rama de defensa, Boeing vende allí aviones civiles utilizados por todas las grandes compañías aéreas. Lockheed Martin tiene el fabricante de helicópteros Sikorsky presente desde la década de 1980 en ese país, donde tiene una empresa con un socio local.
Raytheon es la casa matriz de Pratt & Whitney, un gran actor en el mercado de motores de aviones y helicópteros en China.
¿Boeing arriesga mucho?
Ya golpeado por las crisis del covid-19 y del 737 MAX, el fabricante anunció su intención de suprimir 30.000 empleos en todo el mundo en dos años. Las represalias chinas no ayudarían.
“Boeing tiene actividades civiles en China. Por lo tanto, Pekín puede aplicarle sanciones que “no serán solo simbólicas”, aseguró a la AFP Song Zhongping, comentarista chino cercano a las esferas militares.
China se preocupa en general por equilibrar sus pedidos entre el fabricante estadounidense y su rival europeo Airbus.
“Pero Boeing podría verse afectado si las compañías decidieran comprarle menos aviones” por orden de Pekín, señala James Char, experto del ejército chino de la Universidad de Tecnología Nanyang en Singapur.
El fabricante tuvo 5.680 millones de dólares (4.860 millones de euros) en volumen de negocios en China en 2019, poco más del 7% de sus ingresos mundiales.
¿Y los otros?
“Se puede esperar que Pekín decida sancionar a Lockheed Martin golpeando a Sikorsky”, estimó James Char.
Pero China “representa de hecho menos del 1% de su volumen de negocios total”, subrayó.
Pratt & Whitney es en cambio importante en el mercado de motores del sector aéreo en el país, competidor de Rolls-Royce, GE y CFM (empresa conjunta entre GE y el francés Safran).
“En mi opinión, China no aplicará sanciones formales, sino más bien obstáculos administrativos y reglamentarios” a esas empresas, consideró Adam Ni, director del Instituto de Investigación China Policy Centre (Australia). Eso puede incluir bloqueos aduaneros o controles sanitarios.
China también dijo que se centraría en “las entidades y personas” que hubieran participado en esas ventas de armas, con lo que puede referirse a restricciones de visado para los funcionarios implicados.
¿Cómo reaccionan esas empresas?
Por el momento son prudentes.
Boeing dijo a la AFP que “colabora con éxito con el mundo de la aviación en China desde hace 50 años”. “Se trata de una asociación con beneficios a largo plazo y con la cual Boeing sigue vinculado”.
Lockheed Martin dice sobriamente “adherir a la política del gobierno estadounidense en lo referido a los asuntos comerciales con los gobiernos extranjeros”.
Contactado, Raytheon no respondió a una solicitud de comentario.
Washington, por su lado, parece minimizar el riesgo de represalias: “No es la primera vez que Pekín amenaza a empresas estadounidenses con sanciones”, dijo el miércoles Clarke Cooper, responsable de los asuntos de defensa del Departamento de Estado.