Seis motivos para acoger la regla de extras en Grandes Ligas esta temporada
MLB trata de realizar una campaña de 60 juegos por equipo en un trecho de 67 días
La alternativa de tratar de acelerar los partidos de entradas extras sería poner un límite

La nueva regla de Major League Baseball de colocar a un corredor en la segunda almohadilla para iniciar cada entrada extra es, probablemente, el mayor cambio en el juego desde que se implementó el bateador designado en la Liga Americana a partir de 1973.
El designado todavía genera cierto debate, así que es poco probable que veamos a todos de acuerdo con este nuevo reglamento de extrainnings. Sin embargo, es una buena idea para la temporada del 2020, por motivos que expondremos más abajo. Ya hemos visto la regla en acción y, con disculpas a los puristas, podría ser una buena idea para futuras campañas de Grandes Ligas.
En medio de las discusiones a favor y en contra, es justo señalar cinco argumentos positivos en torno al nuevo reglamento:
1) Es vital para poder completar esta temporada.
MLB trata de realizar una campaña de 60 juegos por equipo en un trecho de 67 días, en medio de una pandemia global que ha causado un impacto desproporcionado en el país donde se juega. No es nada fácil.
Por eso, este reglamento fue incluido en los protocolos acordados por MLB y la Asociación de Jugadores de MLB. Los partidos que duran hasta la madrugada son emocionantes para los que gozan esa clase de espectáculo, pero también impactan los bullpens de los clubes involucrados y, sin liga menor ahora, es más difícil traer refuerzos ya en forma para lanzar.
Lo que sea bueno para acelerar los juegos (y los resultados en Liga Menor, donde la regla es vigente desde el 2018, indican eso mismo) es bienvenido en este ambiente.
2) Es mejor que un empate.
La alternativa de tratar de acelerar los partidos de entradas extras sería poner un límite arbitrario a los juegos. Quizás 11, 12 innings sería el momento de declarar terminado un encuentro. Pero, ¿EMPATES? ¿QUIEREN EMPATES?
En el béisbol, no tenemos un sistema de puntos como en el fútbol. Por eso es que se instalaron luces en el Wrigley Field y porque el Juego de Estrellas del 2002 no es recordado con mucho cariño. La única circunstancia en la que hay empates en las Grandes Ligas es si el ambiente climático es extremo y el juego no tiene importancia en la lucha por la postemporada.
3) No resulta en una fiesta de toques
La mayor preocupación era que con un corredor en segunda sin outs, la fórmula sería la siguiente: Toque, elevado de sacrificio y punto. Sin embargo, ésa no ha sido la estrategia ni en liga menor los últimos dos años ni en las 22 media entradas que se han visto en el 2020 en Grandes Ligas.
El dominicano Erick Mejía sí lo hizo para preparar el escenario para un elevado de sacrificio a favor de los Reales contra los Indios. Pero como demostraron los Dodgers el miércoles, una mejor jugada en extrainnings es dar un jonrón de dos carreras para iniciar el capítulo.
La disminución del toque de sacrificio es algo que se ha visto durante más de una década. La analítica ha ayudado a entender el valor de cada out. Y con menos toques mandados por los managers, son menos los jugadores que saben ejecutarlos.
Como explicó recientemente Mike Petriello de MLB.com, las únicas veces en que un toque para avanzar al corredor a tercera con el primer out de una entrada sólo aumenta las posibilidades de ganar de ese equipo si se trata del local al bate y el partido empatado. Y en esos casos, las posibilidades sólo suben del 81% al 83%.
4) Es lo mismo para ambos equipos.
Quizás parezca extraño hacer hincapié en este punto, pero en redes sociales he habido muchas quejes que te llevarían a creer que el equipo ganador era el único que tuvo el beneficio de un corredor “gratis” en la segunda base. Ambos equipos empiezan su mitad del inning con un corredor en segunda y cero outs. No es complicado y tampoco injusto.
5) No estará en efecto en la postemporada.
Ese es el caso en el 2020. Y me atrevo a decir que, si en un futuro, MLB y la Asociación de Jugadores decidieran hacer permanente esta regla, ese seguiría siendo el caso. Hay muchos motivos para acelerar los juegos de temporada regular, pero en octubre, los maratones son bienvenidos.
6) Genera intensidad instantánea.
Una de las principales quejas sobre el béisbol moderno es la falta de bolas en juegos y, por ende, de acción. Por fabricada que sea, la presión que el corredor en segunda pone sobre el bullpen inmediatamente aumenta el factor entretenimiento y crea una situación estratégica que de lo contrario no existiría. Los managers tienen que tomar decisiones de una vez.
Esta regla no me convence del todo porque es muy distinta a lo que estamos acostumbrados a nivel de Grandes Ligas. Pero tengo que reconocerlo: Después de verla en acción, me gusta mucho más que hace una semana. Segun informó Anthony Castrovince de MLB.com.