La mansión embrujada de Adele y la drástica decisión de la cantante

Adele pasó de ser una chica que vendía discos en una tienda local, a la artista más escuchada de la última década, al igual que Amy Winehouse o Beyoncé. Como suelen hacer los famosos cuando ven engrosar sus cuentas bancarias, Adele compró una enorme propiedad ubicada en Sussex bautizada por la prensa local como la “mansión embrujada”. Ahora, la artista tomó una drástica decisión relacionada con dicha casa.

La 15 veces ganadora del Premio Grammy vivió un tiempo en la enorme propiedad, pero pronto se convenció de que algo raro pasaba ya que escuchaba ruidos, “extraños ecos y voces” en las habitaciones o la pileta. Incluso llegó a contratar a un guardaespaldas que le hiciera compañía cuando Adele viajaba a su mansión ya que evitaba a toda costa quedarse sola ahí.

Equipada con 13 habitaciones, luego de experimentar momentos rarísimos en la mansión, Adele se mudó y se la alquiló a un amigo, el presentador de televisión Anderson Cooper. Mientras tanto, ella tomó otro lugar a solo media hora de la mansión y después de siete años de alquiler Adele está vendiéndola a nada menos que por 10 millones de dólares, aunque terminó haciéndolo por 8.9.

Este año la cantante de éxitos como “Rolling in the Deep” o “Chasing Pavements” decidió bajar el precio final de oferta. La “mansión embrujada” de Adele es de estilo campestre, cuenta con un acceso privado ideal para las celebridades que quieren privacidad, pero hasta el momento no ha surgido un buen oferente interesado.

El diario británico The Sun señalaba en aquel momento que Adele sentía miedo de caminar por los pasillos de su propiedad y no tuvo problemas en contratar a un guardia por 100,000 libras al año solo para que la acompañara. “Adele se niega a dormir sola en su nueva mansión porque está convencida de que está encantada”, se leía en el tabloide.

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